Comprendo y no entiendo IV

Hace tres años que empezó este hilo, retahíla, serie o como lo queramos llamar. Y si sigue y va por la cuarta edición, es porque no nos han faltado motivos para continuar. Cierto es que el motivo que nos indujo en su día -entrábamos en confinamiento por la pandemia- prácticamente ha desaparecido. Pero, desde entonces, se han ido concatenando sucesos, sensaciones y desafíos que nos invitan a continuar. El caso es que, a día de hoy, seguimos viviendo entre cosas que comprendemos y otras que no entendemos. Unas permanecen, otras son nuevas. Y algunas ya serán endémicas.

Comprendo que se nos hable de un mundo convulso, volátil, incierto, de todos los cambios que sobrevienen, de que nada será igual. Apasionante o inquietante, se nos pinta un futuro rupturista al que nos tendremos que adaptar.

No entiendo que todos esos vaticinios coincidan en que parecen pensados para producirnos más estrés y desasosiego. Venga lo que venga, todo indica que no habrá tranquilidad posible.

Comprendo que muchos nos hayamos resignado a lo que perdimos, a lo que ya no podemos disfrutar de la misma manera o a ver limitadas algunas cosas o costumbres que tuvimos.

No entiendo que otros se afanen en recuperarlo todo a marchas forzadas, cuando no en tener más que antes.

Comprendo que el mundo sea hoy más inseguro en muchos aspectos y busquemos protección.

Sigo sin entender el miedo cerval a todo.

Comprendo y aliento que hayamos aprendido a ser más cuidadosos con nosotros y con los que nos rodean.

No entiendo que se hayan quedado ciertos hábitos supuestamente profilácticos que han derivado en antisociales. Por no hablar de otros que se antojan ridículos: ¿adónde van esos vecinos míos, mayores y no tanto, saliendo a comprar el periódico con mascarilla y guantes de plástico?

Comprendo que algunos aspectos de la vida nos han cambiado y parece que estemos más cómodos así.

Me cuesta entender que los días sean ahora tan cortos.

Comprendo que hubiera en su momento empresas que necesitaran ayuda, la pidieran y se les diera.

No entiendo que ahora no se sientan ni insinuadas sobre la posibilidad de devolver siquiera una mínima parte de lo que se les dio.

Comprendo la incertidumbre económica que acecha y que desde diferentes ámbitos se apele a la contención.

Claro, que no entiendo que empresas que van muy bien se empeñen en explicarnos a los demás lo mal que las cosas van. Y avisarnos de que irán a peor…

Comprendo el pesimismo endémico, somos así y no vamos a cambiar.

No entiendo esas encuestas en las que el grueso de la gente asegura que la economía va mal e irá peor, mientras luego cada uno individualmente reconoce que a él le va razonablemente bien.

Comprendo que estamos ante un desafío energético y será necesario encontrar modelos y alternativas para, ante todo, que no nos falte el suministro a ningún ciudadano, y también para que las empresas subsistan sin que nos lo hagan pagar a precio de oro.

Lo que no entiendo, y menos aún no entiendo que no se diga bien claro, es que ciertas empresas hayan visto la oportunidad de quedarse con gran parte de los ahorros que muchas familias habían acumulado.

Comprendo que la sostenibilidad, los criterios de responsabilidad ambiental, social y de gobernanza, no son una opción sino una obligación que tenemos todos con nosotros mismos, como civilización y como planeta.

Pero a ver cómo se entiende que quienes más la proclaman, menos la practican.

Comprendo que, si se nos pregunta, una gran mayoría queramos inmejorables servicios públicos, una sanidad robusta y competente, educación de calidad para el que la pueda pagar y para el que no…

Pero no entiendo que otra mayoría, que por lógica debería ser en gran parte la misma, elija luego a los que no creen en todo eso.  

Comprendo que muchos ahora seamos más conscientes que nunca de la importancia de invertir más en innovación y darle a la ciencia y la investigación la prioridad y los medios que necesitan.

No entiendo que ese tema siga sin figurar en la agenda política.

Comprendo que unos hagan por vender moderación.

No entiendo que actúen sin la menor moderación.

Comprendo que todos tengamos discrepancias y las manifestemos.

No entiendo que unos vayan siempre desunidos, cada uno por su lado y a su suerte, mientras sabemos que los otros acudirán en bloque como siempre.

Comprendo que se apoye y defienda a un país invadido y agredido.

No entiendo que, en vez de invocar la paz, ahora ya se hable de ganar la guerra.

Comprendo que no siempre se gana, muchas veces se pierde.

Y aunque de sobra lo sepamos, seguiré sin entender que, en cualquier situación, coyuntura o circunstancia, siempre ganen los mismos y además, o por eso mismo, no saben ni admiten perder.

Comprendo que no sea fácil avanzar.

No entiendo que tanta gente prefiera retroceder.

Total, que una vez más, en 2023, comprendo y no entiendo.

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