A veces te da miedo preguntar.
Te gustaría saber, pero dudas, te lo piensas.
Necesitas saber, pero temes.
Te arreglaría el mundo una buena noticia,
pero no te atreves a buscarla
porque no estás seguro de encontrarla.
A veces no quieres respuestas.
Enviaste un mensaje y recibiste silencio,
la espera se hace larga, insufrible.
Para quizás no obtenerla,
hubiera sido mejor no pedirla.
Y ya prefieres que no llegue.
A veces prefieres vivir ajeno a lo que pasa.
Navegar en incertidumbres,
refugiarte en la inconsciencia,
apurar la ignorancia.
Esperar, casi implorar que no te llamen.
A veces te arrepientes de no preguntar.
Que pensarán que no te interesas,
que no te importa.
La verdad es que no puedes vivir sin noticias.
Pero tienes miedo de lo que te digan…
Que un día te digan
que este frío que nos ha venido,
allí es más frío todavía.