Sí, ¿de dónde? Puede que no sea difícil la respuesta, pero a lo mejor al explicarlo nos podemos complicar. Porque depende de cómo lo digamos… y es que se trata, posiblemente, del ejemplo de sinécdoque más paradigmático y universalmente aceptado. Hasta por ellos mismos. Mira que nos quejamos en España, y luego los líos que se traen en este y otros países. Al fin y al cabo, es la consecuencia, y también la grandeza, de tener mucha Historia.
Sucede que, si no eres de por allí o cercano, a esta ciudad no viajarías por iniciativa propia. Dicha o leída en los paneles de llegadas y salidas de las estaciones, no te suena. Te tienen que llevar o recomendarte la visita, como fue mi caso. Y una vez que estás, pero sobre todo cuando te has ido, agradeces sinceramente la recomendación.
Porque una vez entras, viniendo el tren desde el sur, la verdad es que no te dice mucho. Una estación como otras, una plaza como otras, rasgos en general de las ciudades y pueblos de por allí, todo de agradecer, pero nada aparentemente especial. La novedad viene cuando alargas el paseo y te adentras. Entonces descubres, abres caminos, encuentras otros, se te van revelando vistas que no esperabas. No siendo grande, parece que no termines de sorprenderte de sus orillas verdes y ocres, sus puertos y puertecitos, edificios viejos que reviven en el agua, confundidas sus fachadas con los cauces dos ríos que se cruzan… Es cuando te marchas, saliendo el tren por el norte, cuando ves su postal por última vez y reparas en qué sitio más bonito acabas de estar.
Lo piensas y sí, mantiene cierto parecido con otra ciudad mucho más conocida y más glamurosa, no lejos de allí, en otro país. Entonces te documentas y aprendes que, efectivamente, ambas tuvieron vidas paralelas en el pasado. Después, el futuro separó sus destinos. Pero cuidado, a los de aquí tampoco les va tan mal. Solo que apenas tienen visitantes. Mejor así, piensen quizás.
Por ubicar un poco más, vive esta ciudad muy cerca de los contenedores hoy varados en pleno colapso de las cadenas de suministro mundiales. Pero lo tienes que saber, porque si no, ni lo sospecharías, tan ajena esta placidez a aquella enérgica vorágine. También muy próximo otro enclave histórico, no sólo para ellos, también para nosotros, uno de cuyos hechos quedó inmortalizado en una obra universal que se puede ver en Madrid. También esta tierra fue cuna y parada de pintores, y la pintaron. De hecho, y de eso me entero ahora, uno de esos cuadros salió en un video clip de una famosa cantante norteamericana.
Por cierto, hablando de celebridades, resulta que aquí vivió un filósofo universal que no es ni mucho menos de aquí. Seguramente porque encontró el tranquilo entorno que necesitaba para profundizar en su trabajo y desarrollar sus teorías… pienso.
Por lo demás, mientras escribo y planteo este juego, este país, esta provincia, y por lo tanto esta ciudad, han dado un drástico paso atrás en el largo tránsito hacia la normalidad que todos anhelamos y que parece que no termine de ver la meta. A día de hoy, esta podría ser una buena pista. Dentro de unos días, posiblemente ya no. O eso nos tememos.
Y estas son algunas pinceladas, esperamos que reveladoras, de una ciudad que visitamos de paso y nos quedamos con ella, que no en ella, para siempre. La ciudad más antigua de…
P.D. Para los que conozcan las reglas del juego, no diremos mucho más. Para los que no, se trata de acertar de qué ciudad se trata, y ya de paso, de qué país. Para el primero que acierte -y ojo, lo diga bien-, tendremos un premio, procuraremos acorde con el lugar.