Sí, este año también. Es un clásico por estas fechas reconocer a los que nos han parecido los mejores deportistas del año. Y aunque 2020 -qué les vamos a contar- ha sido complicado también para el deporte, nosotros no vamos a darle la satisfacción de echarnos atrás. Es cierto que hemos vivido, más bien sufrido, la cancelación o aplazamiento de numerosos eventos y competiciones deportivas, fundamentalmente los Juegos Olímpicos, que esperamos puedan celebrarse en 2021. Pero otras sí pudieron tener lugar o reanudarse. Cierto que no en las condiciones ideales: sin público, con limitaciones, burbujas… Y claro, ha sido más difícil encontrar a los mejores. Pero los ha habido, eso sí, con una importante anotación que haremos al final. Aquí van nuestros elegidos:
Robert Lewandowski
En representación del Bayern Múnich, dominador absoluto del fútbol continental. Pero también en representación de sí mismo. Lewandowski lleva muchos años siendo muy bueno, no sólo marcando goles de todas las formas y colores, sino jugando para el equipo y demostrando no sólo puntería, sino finura e inteligencia. ¿Saben que hizo ballet de pequeño? Se le nota en la flexibilidad y la coordinación de movimientos con sus 1,85 m. Este año que le han llegado los reconocimientos y los ha merecido más que nadie, se ha quedado sin Balón de Oro, ya que los otorgantes decidieron suspenderlo -decisión que, con la perspectiva de ahora, no se entiende. Lo hubiera ganado sin duda, como ha obtenido todos los premios individuales que sí se han concedido. Y sin desmerecer a legendarios como Lato, Deyna o Boniek, es el primer futbolista polaco que alcanza el status de número uno del fútbol mundial.

Lewis Hamilton
No creemos que sea el mejor piloto de F1 de todos los tiempos, por más se diga ahora tirando de estadística. Pero lo que sí habrá que reconocer es que ha llegado muy alto, mucho más de lo que se pensaba cuando comenzó. Ha igualado el récord de títulos mundiales de Michael Schumacher, y durante la temporada le ha superado en número de carreras ganadas. De la parrilla actual, es de largo el mejor piloto con, más de largo todavía, el mejor coche. La temporada que viene podremos volver a discutir si Fernando Alonso compite con él en conducción, y ya veremos cómo progresan Verstappen, Leclerc, Sainz… Pero, en términos de máquina y mientras no cambie el reglamento, todos seguirán en clara desventaja con el Mercedes de Hamilton.

LeBron James
Otro que se acerca a pasos agigantados a la cúspide de los más sagrados. El año tan largo que empezó con la desaparición de Kobe Bryant, tanto parece que hace ya, sus Lakers terminaban consiguiendo el anillo, diez años después de la última vez, precisamente con la Mamba Negra. Y lo han hecho, sí, en una NBA de circunstancias que terminó completando la temporada en una burbuja en Orlando. Pero, sobre todo, lo han conseguido de la mano del mesías al que trajeron hace dos años, precisamente con esa misión. LeBron no es el primero que gana el anillo con tres equipos diferentes, pero no comparemos. Hay mucha diferencia entre ser un jugador importante –John Salley– o simplemente estar de paso por ahí –Horry y Green– que haber sido el jugador franquicia y artífice absoluto de todos los equipos con los que lo ganó. Con 35 años, 17 después de debutar en la Liga Profesional, no parece en absoluto que se le acaben la mecha ni la ambición. Así que no podemos predecir hasta dónde va a llegar.

Tadel Pogacar
No por casualidad, en la foto que hemos elegido se le ve con su compatriota, Primoz Roglic. Pero si el esloveno mayor ha sido objetivamente el mejor ciclista del año, lo que el esloveno menor hizo en el Tour de Francia es histórico. No sólo por ganarlo con 21 años, lo que no ha sido ninguna casualidad -ya avisó el año pasado en la Vuelta a España de que no era un proyecto, sino un super ciclista hecho y derecho. Pero, sobre todo, porque lo que hizo en la cronoescalada de la penúltima etapa fue histórico, antológico, una de las gestas más impactantes que hemos visto en ciclismo en los últimos tiempos. En una temporada, por otro lado, que pudo salvar las tres grandes carreras, varias clásicas y el Mundial, pero que tampoco pudo completar todo el calendario. Y en la que hemos visto empezar a cumplirse los prometedores tiempos que se vislumbran para este deporte. Viene una generación de corredores que se anuncian extraordinarios. Y Pogacar no sólo es uno de sus grandes abanderados. Él ya se ha confirmado.

Sofia Kenin
El tenis también ha sufrido lo suyo. Pero cuando la temporada aún era normal y se disputó el Open de Australia -que también se vio amenazado, pero en este caso por los incendios-, se reveló una jugadora impactante. De las muchas jóvenes que vienen pidiendo paso, entre fulgurantes apariciones y desconcertantes altibajos, esta rusa nacionalizada estadounidense parece de las más consistentes. En la final de Melbourne, ante Garbiñe Muguruza, pese a ceder el primer set frente a una jugadora más experta, emergió jugando como los ángeles y se impuso por un doble 6-2. Ya tiene su primer Grand Slam, y estuvo muy cerca de conseguir el segundo. Pero en la final del frío y otoñal Roland Garros, se le interpusieron una lesión y la irresistible irrupción de la polaca Iga Swiatek. Con todo, Kenin ha sido seguramente la mejor noticia del tenis femenino en 2020.

Nora Mork
Decir Noruega en balonmano femenino es decir la gran potencia mundial del siglo XXI. Dos campeonatos olímpicos, tres del mundo y ocho de Europa, todo ello desde 1998, cuando consiguieran su primer título continental. Pero llevaban tres años sin tocar metal, y se pensaba que su potencial empezaba a menguar. España las ganó de paliza el año pasado en las semifinales del Mundial, una victoria histórica que nos hizo frotarnos los ojos. Y resulta que han vuelto. Y en gran parte, gracias al retorno de Mork. Una jugadora descomunal, que venía de un calvario tras encadenar graves lesiones de rodilla que la llevaron nueve veces al quirófano; y una depresión por unas fotos personales que le robaron del móvil y circularon por las redes. A punto de mandarlo todo al fiordo, decidió no rendirse, ha recobrado su máximo nivel y ha sido decisiva para que su selección consiguiera, hace unas semanas, el octavo título europeo. Lo único que le falta en su palmarés es el oro olímpico, ya que no estaba todavía en los dos ganados por su país, y fue bronce en Río 2016. En 2020, claro, no ha podido ser. Pero ya tiene Tokio 2021 entre ceja y ceja.

Armand Duplantis
Sin Juegos Olímpicos, el atletismo este año se ha quedado cojo. Eso, sin contar las reuniones que se han caído del calendario. Pero en febrero, antes de que la pandemia lo parase todo, este prodigio sueco de 20 años batió dos veces en una semana el récord mundial de salto con pértiga, elevándolo hasta 6,18. Y en septiembre, cuando ya las competiciones pudieron reanudarse sin público, se catapultó en Roma hasta los 6,15, la mejor marca de la historia al aire libre, batiendo por un centímetro la de un tal Serguei Bubka… realizada en 1994. Estas gestas le han valido para alzarse como mejor atleta mundial de año junto a la venezolana Yulimar Rojas, que en febrero estableció una nueva plusmarca mundial de triple salto en Madrid. Otros dos que miran a Tokio. De Duplantis, entrenado por sus padres, dicen que en vez de pértiga parece que use una varita mágica. Tan joven y tan sobrado como ha franqueado el listón en sus récords de este año, no se sabe realmente hasta dónde puede llegar. Pero muy alto, seguro.

Rafa Nadal
Hombre, Rafa, tú por aquí otra vez… No tanto por la temporada, que ha sido extraña para él como para todos los tenistas. Y más que por igualar en 2020 los 20 títulos del grand slam de Federer -que también la gesta lo merece-, por lo que significa haber ganado 13 Roland Garros. Eso es tremendo ¿Se imaginan alguien que consiga ganar 13 tours, 13 open británicos de golf, 13 campeonatos mundiales de lo que sea…? Me dirán en motociclismo, pero Ángel Nieto y Agostini corrían a la vez en varias categorías y podían sumar varios títulos en un mismo año. Y no me digan el Real Madrid, porque es un club que ha sumado esa cifra a lo largo de más de 60 años, obviamente, con diferentes plantillas. Nadal conseguía su primer título en París allá por 2005, con 18 años, y en octubre de este año, con 34, bajo el techo y el frío de una oscura Ciudad de la Luz, trituraba a Djokovic, que no podía otra cosa que mirarle con cara de asombro. Porque es asombroso.

Carlos Sainz
Un hito recurrente todos los años, a primeros de enero, es que Carlos Sainz se embarque -o mejor dicho, se monte- en un nuevo Dakar. Y cuando lo termina, siempre le decimos. “Vamos, Carlos, déjalo ya, ¿para qué quieres más…?”. Más aún si lo gana, como ha vuelto a suceder en 2020 por tercera vez, primera que el dantesco rally se disputaba en Arabia Saudí. Pues nada, no hay manera. Ahí vuelve a la arena del desierto en apenas unos días. Y claro, no acude a darse un paseo y contemplar el paisaje. Con 58 años, todo lo que se puede conseguir y el reconocimiento que se puede recibir en su profesión, no se le acaba la pasión por la aventura, la competición… y por ganar. Su hijo ha fichado este año por Ferrari, pero el padre no está dispuesto todavía a cederle la ostentación exclusiva de su nombre.

Jon Rahm
Otro que repite del año pasado. Pero es que este año ha mejorado lo que nos trajo en 2019. Si destacábamos que con 25 años se había aupado a número de tres del mundo, este año acaba como el dos, pero después de haber probado el uno, durante dos períodos breves. Le falta un grande, lo está buscando, pero tampoco es cuestión de meterle prisas con su edad. Además, ya sabemos cómo de voluble es el golf, que en los torneos respeta muy poco los rankings. Aparte del evidente potencial, valoremos lo que ya está haciendo. Y golpes que nos ha regalado, como este increíble en Augusta. Eso sí, parece que vamos a tardar un tiempo en volver a verle, pero ese detalle le honra aun más. Ante su próxima paternidad, ha decidido aparcar la competición, hasta el punto de que es posible que no juegue ni el Masters, que, si todo va normal, se celebraría en abril. Es de valorar, teniendo en cuenta lo que puede suponerle en términos de progresión deportiva y de dinero. Pero detrás del campeón tiene que haber una persona. No todos lo saben. Él, sí.
Decíamos que íbamos a dejar para el final una anotación. Como se ve, este año, nuestro ranking de los 10 mejores está muy desequilibrado entre chicos y chicas, cosa que no nos gusta. Habrá que decir que la pandemia ha afectado a todos, pero el deporte femenino ha salido más dañado que el masculino. Al final, muchas de las competiciones que han decidido tirar hacia adelante lo han hecho gracias a que había negocio de por medio. Los patrocinadores han apoyado, pero los organizadores han empujado todo lo posible por no perder esos patrocinios. Y ya se sabe que, en algunos deportes -no en todos-, los hombres siguen atrayendo más inversión que las mujeres. Piensen, por ejemplo, en la LaLiga Santander de fútbol masculino, que se completó contra viento y marea, mientras que la Liga Iberdrola de fútbol femenino se dio por concluida. Y eso mismo ha sucedido en otros deportes y en otros países.
Por lo demás, a pesar de las circunstancias, también este año se nos quedan en el tintero destacadas actuaciones o temporadas. Hemos elegido a dos tenistas, pero no quisiéramos olvidar la muy destacable temporada de Dominique Thiem, que consiguió en el US Open su primer grand slam y rozó otros grandes títulos. Hemos hablado del intratable Bayern, y en ese equipazo han sido también fundamentales jugadores como Joshua Kimisch y un renacido Neuer, entre otros. No olvidemos a la futbolista inglesa Lucy Bronze, otra que ha ganado todo lo ganable a nivel colectivo e individual. Al Liverpool, campeón de la Premier después de 30 años. En atletismo, hemos citado de pasada a la triplista Yulimar Rojas, pero tengamos también en cuenta a Joshua Cheptegei, con sus plusmarcas mundiales en 5.000 y 10.000. A Joan Mir, dignísimo campeón de Moto GP que no tiene culpa de lo raro que fue el Mundial. En la temporada ciclista, hemos aludido a Primoz Roglic, segundo frustrado en el Tour y ganador de la Vuelta por segundo año consecutivo, y cabe añadir a Julian Alaphilippe, campeón del mundo, Tao Geoghegan Hart, sorprendente ganador del Giro, Van Aert, clasicómano del año, y al efervescente Remco Evenepoel hasta su escalofriante accidente en Lombardía. Y en fin, muchos, cada uno elegirá sus mejores según su criterio y los deportes que más le guste seguir. Como siempre, esta lista es opinable.
Esperemos que el año que viene haya mucho más que contar. Será una estupenda señal. Nos hace falta un año nuevo de verdad. ¡Feliz 2021!