¿Y no habíamos dicho nada del Ajax? Es que últimamente escribimos poco de fútbol. ¿Por qué lo hacemos ahora? Claro, porque nos gusta el Ajax. ¿Un palo lo del Tottenham? Pues sí, y ha costado digerirlo hasta ahora. Pero reconozcamos que estos chicos no iban a ganar la Champions League. No les tocaba. Sorprendieron, ilusionaron, se gustaron y disfrutaron… y en plena borrachera se dejaron meter un gol a la contra, cuando con 2-0 tocaba guardar la ropa y asegurarse el billete a Madrid. Luego pasó lo que pasó… una verdadera crueldad futbolística. Pero es que no era su momento. Su verdadera oportunidad podría haber llegado en uno, dos años. Pero no habrá. Con algo de visión y compromiso, el histórico club de Ámsterdam podría renovar su vigencia para otro par de décadas, que son las que datan de su último reinado europeo. Pero no son tiempos para estos lujos.
El mundo y el fútbol cambian, y las cosas pasan cada vez más deprisa. Johan Cruyff estuvo nueve años en el primer equipo de su Ajax, antes de fichar por el FC Barcelona. De aquel mítico grupo, Krol permaneció 12 años, Haan seis, Rep y Neeskens, cuatro cada uno. Otros como Swart, Suurbier o Keizer, toda su vida. Les dio tiempo para darle un susto al Madrid ye-yé en el 67, para jugar su primera final europea en el 69, y finalmente para enlazar sus tres rutilantes copas de Europa consecutivas entre el 71 y el 73. A partir de ahí, se produjo gradualmente la desbandada. De haber regido los usos que hoy se llevan en este negocio, no hubieran pasado de la primera hazaña.
Era ya otra época cuando emergieron van Basten y Rijkaard, pero les dio margen para ganar una Recopa en el 87. A Bergkamp y Roy para conquistar una Copa de la UEFA en el 92. Algunos, como Blind o Winter, pudieron participar de ambos éxitos. Y muy precoces hubieron de ser los de Boer, Davids, Kluivert y compañía para conquistar la cuarta Copa de Europa y además jugar otra final, antes de que se los llevaran a puñados. Ahora, ni eso. Todo indica que la mayoría de estos chicos que han eliminado incontestablemente al Real Madrid y a la Juventus, que han jugado como los ángeles y se han quedado a un minuto 96 de jugar la final del Metropolitano, el año que viene habitarán otros clubs, otras ligas, y por supuesto vivirán de otros contratos.
El Ajax fue innovador en muchas cosas. Por supuesto en su concepción del fútbol, desde Rinus Michels y el propio Cruyff. Pero también en estructura, en modelo de funcionamiento. Y en la captación de talento. Primero en Holanda, luego extendieron sus redes al norte de Europa, a las antiguas colonias neerlandesas y, finalmente, por todo el globo. Pero el cazatalentos se convirtió en cazado. Los traen cuando aún no les han salido los dientes y se los quitan cuando todavía los tienen de leche. Ibrahimovic, Luis Suárez, Chivu, Erikssen, por no hablar de los Sneijder, van der Vaart y otros que no alcanzaron tanta celebridad porque se marcharon tan tiernos que no supieron acomodarse en sus destinos. Algunos incluso volvieron en su madurez al propio Ajax o a otros clubs neerlandeses como el PSV Eindhoven -casos de Kieft o Vanenburg– y volvieron a florecer.
Es muy difícil contrarrestar la voracidad actual del mercado futbolístico, tanto como cortar las alas y reprimir la ansiedad de esos chicos que quieren comerse el mundo y sin duda hacerse ricos. El Ajax no es un club pobre precisamente, pero la mayor parte del presupuesto lo invierte en su I+D futbolístico, y nunca fue su política firmar contratos que sus dirigentes entienden desmedidos o que podrían generar conflictos dentro del grupo. Así, siempre les resultó difícil retener el talento que captan. Pero hoy es sencillamente imposible.
El equipo entrenado por ten Hag ha venido a reivindicar el prestigio de la entidad y a recordarnos aquel fútbol sin complejos, exuberante en calidad tanto como en ilusión, que practicaron sus antecesores. Pero lo que mantiene el nombre en todo lo alto, lo que previene contra el olvido, son los grandes títulos, y por encima de todos, la Champions. Y, previsiblemente, esta generación no la va a tener. Si de cara a la próxima temporada sólo perdieran al ya traspasado Frenkie de Jong, podrían muy bien aguantar. Pero si, como todo indica, va a salir también esa maravilla de 19 años llamada Matthis de Ligt, ya va a ser muy difícil. Y caerán ofertas por Mazraoui, van de Beek, Neres… ninguno pasa de los 22 años; y por Zyyech, que tiene 26. Veteranos son ya el danés Schone, el serbio Tadic y el retornado Daley Blind, luego es posible que aguanten. Y saldrán nuevos. Del Europeo sub 17 actualmente en disputa, se apuntan nombres como Taylor o Brobbey, pronto los veremos en el primer equipo… y a ver lo que duran allí.
Alguien dentro de ese club podría planteárselo. Los jugadores, tal vez pensárselo. Los representantes contener un poco su codicia -eso será lo más difícil. Pero si un excelente grupo como este consiguiera aguantar en el Ajax unos pocos años más, si acumulara experiencia al tiempo que se enriqueciera con nuevos valores que sin duda van a entrar… a lo mejor a la larga todos lo agradecerían. Y lo agradecería el fútbol, desde luego. Tendrían verdaderos argumentos para aspirar a grandes títulos. Con ellos, la entidad recuperaría su sitio en lo más alto del fútbol mundial, y no sólo como una inagotable fábrica de futbolistas. Los jugadores saldrían después, aún con mejores contratos porque todavía serían jóvenes y su caché estaría en lo más alto. Y más maduros deportivamente y como personas, tendrían muchas más posibilidades de triunfar allá adonde vayan. Es decir, como hizo Cruyff. Como hicieron con él, y luego fue lo que él siempre defendió.
Pero ya sabemos que esto no va a pasar. ¿El fútbol salve al Ajax? Más bien, el Ajax siempre vendrá a salvarlo de años en años, pero en estos tiempos a ellos no los salvan ni el fútbol ni Dios.