Sí, los finalistas del Open de Australia terminado ayer volvieron a ser Djokovic y Murray como en 2011, 2013 y 2015, y lo mismo que en aquellas, el serbio se llevó sin mayores problemas el primer Grand Slam de la temporada, sexto que consigue en Melbourne. Su hegemonía en estos momentos es absoluta, su talento y su plenitud física y mental se ven además beneficiados por la ausencia de verdaderos outsiders. Unos por edad, otros porque pujan hoy lejos de su peor versión, y sobre todo porque hace ya diez años que no irrumpen nuevos tenistas rutilantes que refresquen el ranking. Apenas proyectos que se quedan a medias o chicos que a sus 25 años siguen catalogados como promesas. Con este panorama, todo indica que Nole va a sumar muchos más títulos y va a engrandecer su palmarés bastante por encima de los 11 grandes que ya atesora.
Sí, pero en esta laguna estancada en que se ha convertido el ranking ATP, la gran noticia para muchos amantes del tenis es que Roger Federer siga ahí. Y no precisamente arrastrándose por esas pistas, sino dando clases a sus 34 años, regalando talento y razones para seguir atentos a los torneos mientras esté. Él, que lo ha ganado absolutamente todo, más grand slams y más partidos que nadie, 302 desde que debutara en Roland Garros en 1999 contra Patrick Rafter, torneo que ese año ganó un tal André Agassi… El segundo en esa lista de triunfos es Jimmy Connors con 233, y está a unas pocas victorias de superar –este año lo hará- a Martina Navratilova. Pero números aparte, es el placer de verle en acción. Jugando, simplemente, al tenis.
Sí, hay gurús de la prensa deportiva que le ningunean, que minusvaloran sus prestaciones actuales y vaticinan que nunca volverá a ganar un grande. Que partidos a cinco sets, y más contra Djokovic, se le hacen un mundo. En efecto, las últimas finales perdidas en Wimbledon y el U.S Open, además de la semifinal en este Open de Australia, así lo atestiguan. Pero ciertamente, ¿quién fue capaz de plantarle cara a Novak, incluso de ganarle unas cuantas a veces, en su espectacular ejercicio en 2015? Porque Murray, vigente número 2, no lo ha hecho ni por asomo. También dicen que se quedará en los 17 grandes títulos –sin contar los seis masters que también tiene-, que Nadal aún le puede superar y que el serbio le pasará como un avión. Pero es que los años hegemónicos de Federer fueron de 2004 a 2007, esto es, hace una década larga. Que siga en 2016 buscando, perseverando por conquistar su decimoctavo título, es un verdadero milagro, y quién sabe. Pero seguir disfrutando de su juego, es una bendición.
En esta su –creo- decimoséptima participación en Australia, en la que ha llegado a su decimosegunda semifinal –qué pronto se leen estas cifras-, Roger ha comparecido vestido del Betis. Quizás no fuera la indumentaria que más le favorecía –más que nada porque el blanco es mal socio de las siluetas-, pero sí nos da pie a decir, con toda propiedad, que “Viva Federer manque pierda”. Porque cada día que nos quede de seguirle viendo será un regalo.