Chico, he leído hoy las noticias
sobre imperios que se derrumban y años de rosas en el banquillo.
Los abogados se lamentan o desaparecen, los sospechosos nunca que ellos sepan, que declaren las paredes.
Y aunque no tenga gracia me entra la risa
según les veo en la foto.
Le encontraron ahorcado en su celda,
o le dejaron la sudadera con cordones.
Una multitud que no le verá se pregunta si no podía, él como muchos,
haberse suicidado primero, luego ya se vería.
Nadie podría asegurar que no lo supiera.
Chico, veo en el telediario esos niños, con sus madres o sin ellas.
Que si no se quedan antes varan en la orilla.
Y si no, directamente les echan otra vez al mar.
En cinco años se han quedado sin país ni tierra en que vivir,
y su rey seguirá tan orgulloso en su trono.
Me gustaría contártelo todo si estuvieras.
Me desperté, me quité la almohada de encima,
me arrastré hasta la puerta.
Encontré el camino de la nevera y bebí un trago,
el ruido de la cocina me decía que hoy ya era tarde.
Abrí los ojos y vi la ropa de anoche tirada,
Encendí el ordenador en pocos segundos,
Abrí la página y me fumé el primero, buscaba mi segundo de gloria.
Pero alguien habló y me quise acostar otra vez.
Chico, escuché las noticias de la radio.
En vez de dilucidar sobre el Estado estaban jugando al mus,
uno pasa y espera a que el otro envide, pero tampoco.
Y por más que hagamos cuentas, a todos nos salen las mismas.
Con los mismos agujeros.
Que un mecánico puso la bomba
y un mosquito consigue poner a la ciencia en portada.
La caridad es anticristiana y además incita al odio,
y los americanos ya sólo quieren estrellas americanas.
Eso debe ser lo que nos preocupa.
Me encantaría contártelo todo si estuvieras.
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P.D. Lógicamente, inspirado en A Day in the Life, The Beatles
Byenrique 