Hoy vamos a hablar de eventos. Estos días hemos sabido de la imagen más completa de la Vía Láctea que se ha podido obtener hasta ahora. ¿Quién la ha hecho? Un equipo de astrónomos de una universidad alemana, a partir de las observaciones realizadas desde un observatorio en el desierto de Atacama, en Chile. ¿Quién sale en la foto? Más de 50.000 cuerpos celestes de nuestra galaxia. ¿Quién es noticia?
Sí, una de las estrategias de Comunicación más recurrentes consiste en hacer fotos. Me refiero a que organizas una fiesta, invitas a gente –famosos, entidades de prestigio, simplemente amigos…-, los juntas en un photocall –que en el símil sería una nota de prensa, una agenda de ponentes, un vídeo para la web…- y difundes la imagen. Seguramente ellos, tus invitados, coparán los titulares de lo que se informe del evento. Tú aparecerás, si apareces, como el que hizo la foto, más abajo o en letra más pequeña.
¿Pero qué te interesa más, salir en la foto o hacerla? Puede que muy bien una cosa o la otra. Puedes pretender ser el protagonista del encuentro, el referente de la cuestión, la figura rompedora de la fiesta. Pero a lo mejor te conviene más divulgar tu mensaje a través de terceros que piensan como tú, y aparecer como el elemento aglutinador. Ambos resultados pueden ser defendibles, en función de los objetivos de Comunicación que una organización se haya marcado. Teniendo en cuenta además que los eventos pueden tener otras razones de ser, más allá o más acá de su repercusión.
Porque a la hora de organizar eventos –aquí caben congresos, jornadas, mesas redondas y saraos varios…- hay que tener muy claro lo que se pretende, y no generarse falsas expectativas. Si a lo que aspiras es a salir en primer plano, plantéatelo. Para ser el fotógrafo y además el más fotografiado de la fiesta, has de ser una super-estrella. “Cristiano Ronaldo (léase Julio Iglesias, el Papa o la ONU) reúne a la flor y nata en su fiesta”, sería un probable titular. Pero si no eres un actor muy conocido e invitas a actores más conocidos que tú, ellos saldrán por delante, capitalizarán la atención y posiblemente te eclipsarán. Valora si te merece la pena, si te importa o no que resulte así.
Hay, y se conocen, organizaciones que han puesto todo el empeño y el esfuerzo –además del dinero- para organizar ambiciosos eventos en los que han invitado a lo mejor de lo mejor para conseguir una espectacular asistencia, y a continuación una formidable cobertura mediática. Pero creían que, por el hecho de ser los organizadores, ellos iban a concitar el foco más grande, o que en la foto de familia todos se iban a fijar en él. Y evidentemente, no. Ni un titular les citó, apenas tres artículos les mencionaron al final del cuarto o quinto párrafo: “….en la fiesta que organizó Pepote”. Y ni una palabra más de Pepote. Que claro, se sintió muy decepcionado y frustrado, porque se esperaba otra cosa.
Si lo que quieres ante todo es salir tú el primero con tu mensaje, vete al fotomatón, o mejor, a un buen estudio. Sé estratégico, organízate una acción de comunicación bien armada y planteada; elige bien el medio, según su audiencia pero también su forma de enfocar los contenidos que le vayas a presentar. Centra el tiro y tira bien. Pero no te líes a organizar eventos. Y si los organizas, calibra bien las expectativas, lo que puedes obtener y para lo que te pueden servir.
Cuando seas célebre, como la Vía Láctea, no te preocupes, ya vendrán a fotografiarte. Y seguro que tú no se lo pondrás tan difícil. (La foto más completa de la Vía Láctea, elmundo.es)