Cuentan las leyendas no contrastadas de viejos que el acto de firma de la constitución de FUNDETEC iba a tener lugar un 11 de marzo de 2004, una agencia de cuyo nombre podría acordarme tenía por encargo enviar un fotógrafo cuyo trabajo iba a ilustrar una futurible nota de prensa. Obviamente hubo que suspender todo lo previsto para ese día. Pero como era jueves y el domingo llamaban a elecciones generales, no podía dejarse nada para la siguiente legislatura. Así que -no recuerda bien la leyenda si el mismo jueves por la noche o ya el viernes- un motorista circuló por los despachos de los distintos patronos –a saber: El Corte Inglés, HP, Intel, Microsoft, Telefónica y la entidad pública Red.es– para que cada director general estampara su firma en el documento.
Y así quedó constituida oficialmente la Fundación para el Desarrollo Infotecnológico de Empresas y Sociedad. Tras la resaca electoral, que fue peleona, y la toma de posesión y consiguiente entrada en materia de los nuevos cargos –aunque los técnicos de la Administración seguirían siendo los mismos- llevó un tiempo y un verano retomar los papeles firmados. Un viernes 15 de octubre, en lo que hoy es la sede del Ayuntamiento de Madrid y entonces se llamaba Palacio de las Telecomunicaciones, se presentó en sociedad Fundetec (aquí una noticia de la época). Para el especial momento se había nombrado presidenta pero aún no director general, que llegó como un mes después, y por cierto tardaría más bien poco en salir, suponemos que por donde había entrado.
A partir de aquí llega un nuevo equipo gestor, que según mis cuentas es el que sigue. Y lo que podemos narrar a continuación ya no pertenece a lo legendario sino a los hechos contrastados. La misión central de Fundetec era, desde su creación, impulsar la adopción y el uso de las TIC por parte de ciudadanos, empresas e instituciones. Y con las pymes como elemento sustancial de su campo de acción. Y de todos los sectores, proclives a la tecnología o no, que van de la agricultura a la artesanía pasando por la educación y hasta la anchoa. Que la brecha digital es mucho más ancha y profunda de lo que a algunos les parece.
A quien no le toca valorar los resultados pero sí contar lo que ha visto, no puede dudar que a esa labor plasmada en sus estatutos se han dedicado con trabajo y devoción, ni que han pasado diez años y siguen ahí. Han resistido gobiernos y ministros, han existido con cinco secretarios de Estado –tres de los cuales dicen que han sido clave: el fundacional Carlos López Blanco, el que más perduró en el cargo, Francisco Ros, y el actual, Víctor Calvo-Sotelo. También han soportado la marcha de dos de los patronos originarios –Microsoft e Intel-, suponemos que medio compensada con la llegada de uno nuevo, Indra. Imagino que también habrán lidiado con la incomprensión, la falta de medios y, por si éstos eran demasiados, con los recortes. Si no han parado, ahora han hecho un breve alto para recordarlo todo y procurar no dejarse a casi nadie. Los políticos y los directivos pasan, algunos equipos y todas las secretarias de los ministerios son quienes permanecen.
Consolidar la Sociedad de la Información en un país requiere el esfuerzo y la gestión de muchos actores. Construirla en España supone además luchar contra no pocos elementos, no ya de ahora sino de siempre. Fundetec nunca podría afrontar ese trabajo hercúleo si no estuviera firmemente respaldada, y aún así nunca podría sola. Por eso, dado que siempre hay quien no hace los deberes, no sabemos o no tenemos suficiente perspectiva para valorar si este país es hoy más moderno, si sus ciudadanos y empresas poseen mayor cultura tecnológica que hace una década. Sí se puede apuntar que al menos se han mantenido, que no es poco. Escritas quedan las cifras: 240.000 euros entregados a entidades no lucrativas, 53.000 a jóvenes empresas de base tecnológica, casi medio millón de pymes y autónomos beneficiados o al menos ayudados, 150 convenios firmados, 24 informes publicados, 1.500 proyectos presentados a sus premios… Y de palabra, las cinco vueltas al mundo que el director general, Alfonso Arbaiza, dice haberse dado en su coche sin salir de España.
De aquellos inicios, el libro que han editado con motivo del décimo aniversario apenas recoge seis recortes de noticias online de aquella primera rueda de prensa. Consta que hubo muchos más y no solo online, pero se entiende que era complicado localizarlos. Eso sí, mucho más no se hizo en aquel 2004, por no decir nada, que la fundación –otra vez la leyenda- parecía nacer fundida. Ahora, con la perspectiva de estos 10 años que han pasado tan rápido, lo que nadie puede negarle al actual equipo gestor de Fundetec es que han trabajado mucho y le han puesto pasión. Luego algo habrán tenido que conseguir, y a lo mejor hasta no es poco. Y la verdad, hace diez años no parecía que fuera a ser así.
En sus actos de celebración han optado por mostrar a los cinco secretarios de Estado. Uno prefiere dar la única imagen que ha encontrado del equipo al completo. Mis felicitaciones por estos años y por lo hecho.