Podrás venir de ganar el Giro, de hacer podio o vencer etapas en el Tour, podrás haberla preparado a conciencia, llegar arropado por el mejor equipo o frotarte las manos con un recorrido favorable… Pero para ganar la Vuelta Ciclista a España, lo fundamental es demostrar que quieres ganarla. Alberto Contador es el ciclista que es por su palmarés, por su atractiva forma de correr y atacar en la montaña. Pero sobre todo porque siempre corre a ganar. Posiblemente ni él se creía lo de que venía nada más que a rodarse y tentar alguna etapa en la última semana. O a lo mejor era una venda que se ponía de antemano por si acaso. Pero lo cierto es que se la ha llevado no ya porque lo dice la clasificación, que al final es lo que vale. Sino porque a la hora de la verdad ha sido, de largo, el que más ha hecho para llevársela.
Concurrían muchos favoritos a esta Vuelta, que se anunciaba de las más atractivas de los últimos años, a la altura de la fabulosa edición de 2012 y después del pequeño borrón que, con perdón, supuso la pasada ganada por Chris Horner. Y dadas las circunstancias y su propio aviso, no era Contador el que salía en las quinielas, si bien es verdad que nadie le descartaba del todo. Se hablaba de Nairo Quintana, presumiblemente en una forma perfecta después de su gran demostración en el Giro de Italia y de haber descansado desde entonces. No sabemos qué hubiera sido sin sus dos caídas consecutivas que le mandaron para casa, pero lo cierto es que hasta entonces había permanecido agazapado, esperando su oportunidad, que luego no pudo llegar.
Por supuesto se barajaba Chris Froome, que como Contador había tenido que renunciar a su principal objetivo, el Tour de Francia, pero sin las secuelas que arrastraba el de Pinto. Lo cierto es que al británico se le ha visto de verdad en la última semana. Hasta entonces se mostró errático, irregular, un tanto desconcertante y fallando en su terreno predilecto, la contrarreloj de Borja. Estaba Joaquim Rodríguez, que se había fijado la ronda española como objetivo principal de la temporada después de que se le truncara el Giro por otra caída y usara el Tour para rodarse. En los primeros escarceos importantes de la carrera se echó en falta su chispa, sus arrancadas explosivas, parecía más especulativo de lo que en él es normal, pero cuando llegó la montaña en serio ya se advirtió que es que no había llegado con sus mejores fuerzas. A Valverde no se le daba tanto crédito porque tenía a Nairo como supuesto jefe de filas en el Movistar, y además venía de la paliza que se dio en Francia para terminar finalmente cuarto. Pero se sabía que estaría ahí, con esa regularidad que ha adquirido en su madurez, y a la mínima oportunidad iba a jugar su baza sin atender a galones. Las circunstancias de la carrera se los terminaron otorgando, pero como realmente nunca se ha caracterizado por su arrojo, ahí ha ido aguantando intentando hacer valer su mejor baza, la velocidad final para arañar bonificaciones.
El que tuvo la determinación, en cuanto supo que las piernas sí le acompañaban, fue Alberto. Decía que iba a esperar a la última semana, y a mitad de la carrera ya se había movido mucho más que cualquier otro candidato. Subiendo Los Lagos, tiró para distanciar a Froome, y ni el Purito ni Valverde quisieron colaborar, cuando se hubieran beneficiado igual que él y además se hubieran disputado la prestigiosa etapa. Se conformaron con esprintarle para racanearle unos segundos de bonificación. Al día siguiente, en Somiedo, el murciano y el catalán se arrepintieron de haber dejado vivo al inglés, al que ni por asomo pudieron seguir cuando soltó su arreón. El madrileño sí fue capaz aguantar el tirón, les metió un minuto, demarró para imponerse en la cima y puso la piedra angular de su triunfo, rematado ayer en Ancares con una jugada muy similar. Sí, dos etapas en la última semana, y el maillot rojo desde hace dos. Su tercera Vuelta a España como colofón a una excelente temporada, en la que ha vuelto a mostrar su mejor versión. Que existan ciclistas como él es uno de los activos que mantienen el interés por este deporte. Y por cierto, ahí tienen el podio de la Vuelta esta tarde en Santiago, con tres nombres ilustres. ¿Se acuerdan del podio de París?