Los veranos siempre tienen sus riesgos, el sol, la playa, los bichos… y las entrevistas de tumbona y gin tonic. Suelen ser muy jugosas las que publica El Mundo los meses de agosto desde hace años, bajo el título “En camisa de once varas” . Especialmente cuando las hace Pedro Simón, que demuestra especial habilidad para este arte de la entrevista descontextualizada, en la que somete al personaje a un juego de intercambio de ingenios. No siempre salen como se esperaría, porque el entrevistado puede dar más o menos juego o tener mejor o peor día, pero a veces el resultado es gozoso.
Pero esta clase de entrevistas a veces pueden ser peligrosas. Se suponen distendidas, en plan fresco y veraniego, con humor sin perder de vista la actualidad. Y a veces resulta, ya lo hemos contado aquí alguna vez, que los episodios de “tensión baja” pueden encerrar alguna trampa. Bajas el pistón y se te escapa la respuesta, el mensaje más inoportuno. Ayer, el entrevistado en esta sección era el presidente del Atlético de Madrid y productor cinematográfico Enrique Cerezo. Un personaje que siempre da juego, la prensa canallesca –dicho en sentido cariñoso- le adora porque tiene miga, derrocha simpatía y no se muerde la lengua, con gracia pero con retranca. No decepciona (1).
Pero quizás esta vez Enrique Cerezo se relajó demasiado. Desde luego no se preparó la entrevista, de hecho lo más seguro es que no se las prepare nunca. El caso es que, si la leen entera Enrique Cerezo: «hay que meter el fútbol en la Seguridad Social». elmundo.es, empieza bien, fino y con la cintura que se le conoce. Pero luego parece dejarse ir, y como las preguntas del entrevistador, Quico Alisedo en esta ocasión, llevaban su carga de intención, pues termina dejando perlas como: “Me hace gracia cuando hablan de la deuda de 500 millones a Hacienda. ¿Y eso es un drama? (…) Cualquier empresa grande en suspensión de pagos triplica eso”; “no daría (la deuda del fúbtol) ni pa un cafetito”; “entiendo que Hacienda quiera cobrar y tal y cual, pero que tenga en cuenta también que el fútbol genera un factor social magnífico, que desde septiembre a mayo tenemos entretenida a gran parte del país”; “(…) es todo un analgésico: hay que meterlo (el fútbol) en la Seguridad Social, jajaja”; “La vida es muy importante, sobre todo para aquellos que vivimos bien, jejeje… “. En fin… No creo que a sus superiores –la familia Gil, que es la que sigue rigiendo los destinos del Atlético de Madrid- ni a él mismo le haya gustado leerla una vez publicada.
Existen numerosos ejemplos de personalidades que han salido escaldadas de estas entrevistas aparentemente de guante blanco. Este es simplemente un ejemplo reciente que ha caído por aquí. Pero cuidado, que no todos están libres del desastre. En esta misma sección, hace un par de años (pero no he podido recuperarla) la entrevistada era la alpinista Edurne Pasabán, pero el que salió retratado sin piedad fue su jefe de prensa, que según quedó escrito llegó tarde, con signos de resaca y trató de oponerse a unas fotos en bañador para las que su representada ya había posado y así se publicaron. Muy mala leche la del periodista, pero ya digo que estas cosas hay que prepararlas bien. Todos.
Así que este es el consejo para directivos, portavoces y personajes públicos en general. Si en verano no quieres sobresaltos, pues te vas de vacaciones mediáticas, esto es, no sales. Pero si quieres salir, no estás de vacaciones. Incluso en agosto sigues siendo quien eres y lo que representas.
(1) Recuerdo ahora que, hace unos cuantos años, el Atlético de Madrid se puso en contacto con una importante agencia de Comunicación –y supongo que con otras- no para que le llevara sus relaciones externas, ni para que le diseñara un plan más o menos estratégico. Lo que el club le pedía era conseguir que Enrique Cerezo no hablara en los medios. Sé que no contrató finalmente a esa agencia, e ignoro qué más sucedió después. Lo evidente es que el presidente sigue hablando por los codos.