Pues ya sabemos el final del cuento, y por cuarta vez el lobo feroz que se comió la cesta fue Alemania. ¿Qué recordaremos de la final de ayer? ¿El jugadón de Schurrle que con tanta elegancia transformó Götze en el gol del título? ¿El careto de Messi recogiendo esa broma de balón de oro que le han dado? ¿El marrón que se comió Higuaín, tras fallar la ocasión más clamorosa y luego ir a reivindicarse con un gol que no se había enterado de que le habían anulado por un metro de fuera de juego? Aunque seguramente lo que más se recuerde de este Mundial 2014 sea la histórica trompada de Brasil, la imagen de Neymar espatarrado tras el golpe de Zúñiga que le dejó tieso, por supuesto la dentellada de Luis Suárez y, mal que nos pese, el fracaso de la campeona, algo no obstante repetido en las últimas ediciones de la Copa del Mundo.
Alemania es la primera europea que gana en Sudamérica. Y como sucediera en el anterior de Sudáfrica, un mundial que a mitad de su recorrido parecía que iba a ser dominado por las sudamericanas, en su recta final da un vuelco para darle la razón y la gloria a Europa. Decir que tenemos la impresión de que a ello contribuye sistemáticamente Luis María Anson, que cada vez que sale a ensalzar la supremacía futbolística de las naciones latinoamericanas, las condena irremediablemente. No sé exactamente qué influencia podrá tener, pero a los hechos me remito en ambos mundiales.
Hay que decir que este éxito alemán llega con meridiana justicia, y que me perdonen los argentinos. No ya por la final de ayer, que pudo caer de cualquier lado; no ya por el mundial en su conjunto, en el que empaquetándolo todo seguramente nos quede que ha sido la mejor. Pero sobre todo, por todos estos años de fidelidad a un modelo, de apuesta por una idea. Otras improvisaron, pasaron de un patrón a otro, cambiaron de entrenador, de dibujo… Brasil y Argentina como ejemplos más notorios, pero también Holanda, que se encomendó por dos años a Van Gaal y ahora se pone en manos de Gus Hiddink, a saber que savia nueva pretenderán encontrar. O qué decir de Inglaterra… Con Klinsmann primero y sobre todo con Joachim Löw, los alemanes llevan al menos ocho años creyendo en su proyecto, con él han estado cerca de todos los títulos que han disputado en la última década, y se merecían este. Con ocho finales jugadas, cuatro estrellas la ponen en su sitio.
Y conste que me parece una chorrada –o un chauvinismo pretencioso y tonto- eso de que se han mirado en el espejo España, que si el tiki-taken… Simplemente han dado con una generación de estupendos futbolistas y la han sabido aprovechar. No es la primera vez en la historia que la Mannschaft juega bien al fútbol.
Por lo demás, algo positivo que deja este Mundial de Brasil es que hubo mayoría de equipos que apostaron por jugar al ataque, por no especular y buscar la portería contraria con los medios de que disponían. Por eso se han visto muchos goles y algunos partidos bastante encomiables. Era justo entonces que lo ganara una de esas selecciones generosas. Y que aprendan las demás.
Y en el lado negativo, pues que ya nunca vamos a conseguir que la FIFA renuncie a sus pretensiones y su mundial sea simplemente una competición entre las mejores selecciones de fútbol del mundo. Que la final sea un gran partido de fútbol al final del cual se entregue la copa al campeón y lo celebren. Al contrario, hay que meter 32 países para que el negocio se extienda hasta el último rincón del mundo. Hay que dirigir los sorteos para que la primera fase mantenga el interés, que haya algún grupo de la muerte que compense el coñazo de tener que asistir a los Honduras-Ecuador, Irán-Bosnia y otros duelos en la cumbre, dicho sea con el mayor respeto a esos países y a sus jugadores y aficiones.
Y hay que convertir los momentos estelares en una especie de gala de Eurovisión. ¿A que viene una ceremonia de entrega de la medalla de bronce, si ese partido del desconsuelo habría directamente que suprimirlo? Eso sí, los protocolos, por estúpidos que sean, hay que respetarlos, y la espantada de Brasil después de perder ha sido el colmo de la pésima imagen que han dado, no sólo futbolística sino en comportamiento, desde su entrenador, pasando por algunos de sus jugadores, y terminando por su federación. ¿Quién se negó a que se guardara el minuto de silencio por Di Stéfano antes de su semifinal?. Años les va a costar recuperar el crédito que durante décadas se ganaron y aquí han dilapidado.
Y no nos vamos a librar, porque al señor Blatter le pone, de la patética ceremonia de entrega de diplomas y condecoraciones tras la final, con los jugadores derrengados y tirados sobre el césped tras 120 minutos de batalla. Lo del balón de oro a Messi, pues qué vamos a decir, una afrenta…y también para él.
Pues colorín colorado, otro mundial se ha acabado. Cuando pase el tiempo y lo miremos con distancia, lo compararemos con los otros vividos y cada uno lo contará como lo vivió. Con tantos ya en la mochila, a uno le da que al final terminan por parecerse. Bueno, el anterior, el de 2010, sí que tuvo algo distinto. Quizás que se jugaba en África…o qué sé yo.
Copio y pego lo que puse en el post anterior y da más juego aquí. Ahora bien lo de «….partidos encomiables….», te has pasado un poco.
Vaya mojonaco gordo de mundial. Entre unos y otros se lo están cargando poco a poco. Y ahí seguimos nosotros babeando y viéndolo y tragando. Y que si Imperial, que si Genial…….valiente capullada de fútbol.
O vuelve todo a su ser, es decir, Copa de Europa de club solo el campeón, y 16 equipos en el mundial, o seguiremos viendo escenas patéticas y lamentables de gente echando espuma por la boca, vomitando en medio del campo……. Pero claro eso no genera dinero, ¿verdad Blatter?, aunque digas que es una ong sin ánimo de lucro, será sinvergüenza el tío. http://elpais.com/elpais/2014/06/30/masterdeperiodismo/1403989790_500167.html.
Entre unos pensando como peinarse para su peli, otros deseando irse de vacaciones, otros que se les ha visto el plumero de soberbios y preportentes y para rematar la FIFA dándole el balón de oro a Messi, es para darle y bien a este deporte.
Y sobre todo darle un babuchazo de oro empapuchao de mierda hasta arriba a Brasil, no a su gente, sino a su federación, pasando por ese impresentable de Scolari, y terminando en esos jugadores soberbios, prepotentes e irrespetuosos, sobre todo ese Marcelo y ese David Luiz, que se creían que se lo iban a llevar de calle y les han dado el mayor y más absoluto repaso en toda la historia de los mundiales.
Y para demostrar esa falta de respeto, pues van los muchachos auspiciados por el impresentable mayor, una vez más Scolari, y en el partido de consolación, enésimo repaso, se van del campo y no están presente en la entrega de medallas al tercero, Holanda.
Vaya imagen que han dado, se me queda ya cortos los epítetos y calificativos. Bueno sí, mejor digo algo que me encanta, ¡A CHUPARLA!.
Comentario por Pepe Oñate | julio 14, 2014 | Responder
Bueno, a lo mejor debí decir más bien «comestibles». Sí, ha habido unos cuantos que no produjeron indigestión, incluida la final.
COPIO Y PEGO MI COMENTARIO ANTERIOR………SOBRE EL COMENTARIO DE PEPE…..
SUSCRIBO TU COMENTARIO PUNTO POR PUNTO… prácticamente solo vi semifinales y final…. PERO AL DARLE EL BALÓN DE MEJOR JUGADOR A MESSI FUE CVOMO UN HOSTIÓN MORAL…. Pensé: ¿¿¿Qué coño hago yo viendo esta mierda engañabobos del fútbol???
Es una vergüenza todo y se les ha ido de las manos el puto negocio…. y los arbitrajes y todo patético para que lleguen cuatro grandes a semis y en la final no echemos a nadie…. por favor.. que se afea el espectáculo…
Y lo de los medios y los comentaristas que ha sido un mundial maravilloso, etc…. una banda de impresentables…
Yo ya dije que me retiraba y lo confirmo…. espero no volver a sentirme un engañado de esta puta mafia….
Y la Liga Igual… los grandes quitándole todos los jugadores buenos a los medianos y los medianos se los quitamos a los pequeños…. y así lo de siembre….. 6 equipos que ganan si o si en Europa….. y en España vuelta a Madrid-Barsa… un asco
Y AÑADO…… VIVA LA PETANCA ZAMORANA…..