¿Quién quiere ganar la Liga?

Pues naturalmente que todos querríamos ganarla. Y conste que el primer favorito hoy sigue siendo el que era ayer. Pero cundieron pánicos. ¿Quién lo iba a decir? El FC Barcelona creía haberse despedido de toda opción al título después de que el Getafe le empatara en el descuento. Y después ha resultado que, de no ser por el gol de espuela de Cristiano, también en el tiempo de prolongación, hubiera pasado a depender de sí mismo, y tendría la Liga a tiro de dos victorias, incluida, claro, la que tendría que logar en la última jornada frente al Atlético de Madrid. Y de no haber encajado ese tanto de Lafita, o de no haberse entregado a la desidia como dicen las crónicas que hizo en muchos momentos del partido, ahora el vilipendiado Tata Martino tendría a su equipo a un punto del líder e, igualmente, siendo dueño de su destino.

Poca fe se tenía en que los de Simeone pudieran tropezar en una de las dos estaciones que le quedaban para el alirón. Pero bien mirado, cuando llevas nueve victorias encadenadas y la mayoría por la mínima, ese cable va demasiado tenso y en algún momento se puede romper. Y era un compromiso complicado: en el Ciudad de Valencia empató el Barça y el Madrid ganó in extremis, amén de las que ha pasado en ese campo otras temporadas. Lo del Madrid tiene algo más de delito: conocedor de los resultados de sus rivales y sabiendo cómo se le ponía la Liga, no se entiende esa primera parte tan lánguida que ofreció, tan desconcentrado en defensa todo el partido, y dejando todas las urgencias para el final. En detrimento de los rojiblancos podría apelarse a alguno de los fuera de juego que le pitaron a Diego Costa, pero fueron en la primera parte y tenían muchos minutos por delante; en detrimento de los madridistas, que su rival de anoche jugó con el portero bueno, Diego Alves, que hizo paradas de todos los colores y no regaló ninguna salida en falso, recuérdese que en la jornada anterior estaba lesionado. En cualquier caso, poco detrimento son una cosa y la otra. Y después de la gran semana europea de ambos, bajonazo en toda regla.

¿Estaba untado ayer el Levante? Sin duda. ¿Lo estaba también el Valencia que salió al Bernabéu? Casi con toda seguridad. Pero es lo que tienen los finales de Liga, lo que ha pasado toda la vida. Los equipos que ya han hecho sus deberes se convierten en jueces, a unos les da por bajar los brazos –véase las últimas actuaciones de equipos como Español, Málaga o Rayo– y otros salen extra-motivados. Y empiezan a ver estos resultados raritos. La LFP se está planteando legalizar las primas a terceros, y ayer el presidente de la AFE se declaraba partidario de regularlas. Capaces serían de perpetrar esa barbaridad. Una cosa es que sea difícil controlarlas y demostrarlas, que se sepa que están ahí y se prefiera mirar para otro lado. Y otra muy distinta, vergonzante, que se diga “ancha es Castilla” y pasen y primen a tutiplen. Pero bueno, en este país de sobresueldos ya sabemos mucho, o mejor dicho, lo saben los que los pagan y los cobran, y aquí todo nos parece tan normal. Entonces, ¿de qué nos vamos a extrañar? Otra cosa que se ha oído ayer tras la extraña jornada es que si las apuestas… Uff, mejor no vamos a decir nada de lo que no sabemos.

Tal como están las cosas, la Liga BBVA podría vivir una última jornada de infarto. Pero todo es un suponer. Visto lo visto, los obstáculos que quedan por medio no son ninguna tontería. El Madrid debería ganarle el miércoles al Valladolid, que sí se estará jugando la vida, al contrario de lo que se llegó a especular; y el domingo espera el Celta, salvado pero con Luis Enrique deseoso de hacer méritos o cuando menos prestarle un servicio al club de sus amores, y de paso jorobarle al de sus odios. El Barça va a Elche, otro con el agua al cuello, y dada la flojera que vienen mostrando, no se puede descartar nada. El Atleti recibe al Málaga de Schuster, en teoría el compromiso menos problemático, en teoría… Todos el domingo a las 19.00h.

Y ahora vamos a imaginar que sí, que llegamos al día final con todo el juicio pendiente. Poniéndonos en situación, jugando todos a la vez, ¿qué podría pasar si el Barça le va ganando al Atleti por un gol, pero se sabe que el Madrid le está ganando claramente al Español? ¿O si en el Camp Nou va un 3-0 a falta de cinco minutos y en el Bernabéu persiste el 0-0…? Tenemos dos semanas para ser muy calenturientos. Lo que sí podemos decir –les guste a unos más y a otros menos- es que el desenlace de esta liga está mucho más bonito e interesante hoy que ayer a estas horas.