La Copa, con Dios y a Llull

Sergio Llull, foto Efe

Y otro de nuestros Juegos de Invierno es la Copa del Rey de Baloncesto, dicen la competición de clubs de este deporte más bonita que se juega en Europa –si la Euroliga la montaran un poco mejor, está claro que no diríamos esto. Algunos, los que podemos, nos hemos acordado de aquel triple de Solozábal, y esta vez, tantos años después, la historia ha sido la misma pero al revés. El Real Madrid ha ganado esta Copa, el primer título de este año en el que se le auguran tantos, con Dios y a Llull… Sí, ha sido el menorquín el hombre decisivo en el último segundo sin haber brillado especialmente durante la final, de hecho el MVP de los técnicos fue Mirotic y el elegido de la afición, Sergio Rodríguez.

Sergio Llull es un tipo controvertido, baste ver los comentarios que se escriben en este blog, sobre todo cuando juega la selección. En esta tiene un papel más secundario, se le valora por su trabajo defensivo, y en ataque no ha terminado de explotar en estos años. En el Madrid sí lo hizo tiempo atrás, pero ha pasado de ser un elemento determinante en otras temporadas a aceptar su rol como una pieza más de la maquinaria brillante y perfectamente engrasada que ha sabido construir Pablo Laso. Jugador impulsivo, de ritmo frenético pero irregular, a veces le estrangularías –deportivamente- y otras, como ayer, te lo comerías a besos. En este Madrid el protagonismo va rotando, con tantas alternativas como tiene, pero ciertamente el 23 ha entrado en racha en las últimas citas, reciente queda su festival de triples en Liga frente a Unicaja y, sobre todo, sus decisivos ocho puntos finales en Euroliga ante el Maccabi.

Por lo demás, podrá no corresponderse un triunfo tan ajustado e in extremis con tanto favoritismo del Madrid antes de encarar esta Copa del Rey. Hay que decir que enfrente ha tenido a un excepcional Barcelona, que todavía está encajando las piezas nuevas para formar un equipo fortísimo, y que también será candidato a todo, en Europa y en la ACB. Y con un entrenador, Xavi Pascual, que plantea estupendamente los partidos y que contra el Madrid siempre ha sabido urdir planes que le hicieran sudar. Al final, como aquella de Solozábal o como la eliminatoria de cuartos del años pasado, son duelos que viven en el canto de la moneda y pueden caer de un lado o de otro, se resuelven en una acción concreta que termina por eclipsar lo de más. Y esta Copa se recordará como la de la canasta de Llull.

Y una reflexión para terminar. Dos años y medio de trabajo de Pablo Laso, con menor presupuesto del que administraran anteriores entrenadores, han servido para cambiar radicalmente la imagen de este Real Madrid, que ahora es admirado y querido en cualquier cancha de España, baste ver cómo se ha volcado con ellos estos días la afición de Málaga. Esto no se lo esperaba ni Florentino Pérez, que siempre fue más partidario del glamour y de los fichajes estratosféricos para fardar y exhibir poderío. Pero visto el resultado, ¿se podría plantear el presidente replicar este modelo en la sección de fútbol? No somos muy optimistas, la verdad.

2 Comments

  1. Lo de LLul no lo vamos a comentar…….. Y EN BALONCESTO LO DEL DOMINIO MADRID-BARSA YA ES PEOR QUE EN FUTBOL…… ¿PARA QUE JUEGAN LOS OTROS SI LA FINAL ERA MADRID BARSA SI O SI????? MEJOR 5 PARTIDOS ENTRE ELLOS EL FINDE A VER QUIEN GANA Y YA ESTÁ…..

  2. JAJAJAJAJA, LLUL, JAJAJAJAJAJA, ME MEO TOA. No se le cae la cara de vergüenza al individuo. Llega a la selección y ahora resulta que es un secundario. ¡UN SECUNDARIO UN TÍO QUE JUEGA SÍ O SÍ TODOS LOS MINUTOS!. para hacer una media de 2 puntos por partidos. Claaaaaaro.

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