Pues tampoco tenemos muy buenas noticias hoy. Hasta 2033 no veremos recuperado el empleo que se ha destruido estos años, de acuerdo con el estudio que PriceWaterhouseCoopers ha presentado hoy al ministro de Economía ( Noticia en El Mundo ). Dejado esto sobre la mesa, póngase a debatir sobre los datos también hoy difundidos por el Ministerio de Empleo, que siempre ofrecen múltiples aristas para que cada uno los lea a su manera y según su intención política. Aunque, miradas desde varias perspectivas, la mayoría indefectiblemente se antojan oscuras. Presumir de 2.475 parados menos cuando, sin ir más lejos, en noviembre de 2012 se destruyeron 74.000 puestos de trabajo, no parece muy propio. Y sin embargo, la afiliación a la Seguridad Social, que este mes ha caído en casi 67.000 personas, no es inferior a la de hace justo año. Que cada uno lo interprete como buenamente pueda. Pero lo que se palpa es que hoy en este país hay más pobreza, menos oportunidades y el empleo, tanto el que queda como el que se crea, es mucho más precario. Por mucho que en 2033 se recuperasen los niveles de empleo de 2007, el nivel adquisitivo, el que nos permitió aproximarnos a ese objetivo que llamábamos sociedad del bienestar, ese no volverá.
Parecería la noticia del día, que sin embargo no debería eclipsar otras que pueden leerse por ahí. Por ejemplo, que el ranking anual sobre Percepción de la Corrupción, que publica la organización Transparencia Internacional, señala a España ( Noticia en El País ) entre los que peor ejemplo han dado este año, y ya sabemos que los anteriores no habían sido de sacar pecho. Baja diez puestos –al 40- y pierde seis puntos. Se trata de la peor calificación en los últimos quince años, y se destaca el hecho de que, frente a países como Grecia e Italia, que con lo tienen han dado la sensación de intentar regenerarse en este aspecto, la Ley de Transparencia española que se suponía diseñada para arreglar lo nuestro, se califica de muy endeble. No somos un país de sobornos, de mordidas, de trapicheos. Pero damos la nota en corrupción política, en la financiación municipal y en la de los partidos políticos, en la sensación de impunidad y en el hecho –ay- de que aquí la corrupción no se castiga en las urnas. Para pintarnos bien la cara, sólo Siria, en plena guerra civil, registra peor evolución en este año, y las que han empeorado lo mismo que nosotros con Gambia, Malí, Libia y Guinea, sí, de la que tanto se habló a cuenta de aquel partido que jugo allí la selección.
Luego hay más noticias campeando por ahí. Que el informe PISA sigue dejando en evidencia la educación española, que sobre todo denota ahora mayores desequilibrios socio-económicos; o que el Consejo de Europa considera la nueva Ley de Seguridad Ciudadana desproporcionada; y etcétera… Pasemos mejor a las páginas de Deportes…