Se equivocan las palomas, se equivocarán…

Se equivocan las palomas, los gavilanes, las águilas y hasta los mismos buitres, que serían los que menos suelen. Juzgue cada a uno a qué clase de ave pertenecen sus directivos, pero se ha equivocado gravemente el Real Madrid echando al entrenador del filial y responsable de la cantera, Alberto Toril. Como bien explica en su espléndida y honesta carta de despedida, no es de recibo que después de seis años, a la primera dificultad que se presenta se le ponga en la calle. Después de lo que tuvo que soportar la temporada pasada, con el ruin desprecio que sufrió por parte del entrenador en jefe del club. Y con la plantilla que le habían dejado este año, después de la cesión o subida al primer equipo de sus mejores jugadores. Cesar al entrenador que lleva años desarrollando un proyecto siempre es un error, pero deshacerte a mitad de temporada del responsable que lleva años trabajando con las divisiones inferiores, es una incoherencia y un disparate. Ah, que resulta que no se hablaba con su director, Ramón Martínez, que se la tenía jurada. Esos pájaros…

Se equivocarán –y ya lo he comentado alguna vez- las aves rectoras del Betis si cesan a su entrenador de las últimas y notables campañas, Pepe Mel. Colista y encima después del desastre de ayer en el Pizjuán, que ya sabemos lo que duele salir escaldado de ese derby. Habrá podido cometer sus errores, nadie lo niega y nadie está libre de ello. Pero si se amplía la perspectiva, convendría fijarse y analizar en con qué plantilla afrontaba la temporada, qué se ha fichado y quién se ha ido –por allí anda Beñat…-, en qué condiciones se encuentran algunos de sus jugadores fundamentales –Rubén Castro– y qué actitud están mostrando los jugadores sobre el campo –especialmente en defensa, repasemos algunos de los goles que les han metido, y a ver qué puede hacer el entrenador.

Y luego está lo de siempre, si entras en una mala dinámica, ya te sobrevienen las desgracias, los goles a última hora, los penaltis fallados, las expulsiones absurdas, que llevan varias. Estas tendencias sólo las cambian los resultados, obtener dos o tres victorias seguidas, y reconozcamos que con Barça y Sevilla por medio no era la ocasión más propicia. Ellos sabrán lo que hacen, pero recuérdese como terminan a veces estas cosas, cómo le fue al Villarreal hace dos años, al Depor hace uno o los tumbos que viene dando el Celta desde que decidió cancelar el proyecto de Paco Herrera, que se llevaba mal con una figurita que ahora está pidiendo salir del Liverpool. Lo que digo vale también para equipos como Rayo, Valencia o el propio Sevilla, cuyos técnicos viven en el alambre y su prima de riesgo anda subiendo y bajando en cuanto ganan o pierden un partido. Y los buitres revoloteando de campo en campo.

Por lo demás, no hace falta ser ave muy sabia para predecir muchas de las cosas que ocurren en esta Liga. Esta semana tengo 10 en la quiniela porque he acertado todos los resultados de Primera –excepto el pleno al quince. Ni un duro cobramos, porque no era especialmente difícil. Hasta Simeone, el entrenador de uno de los tres equipos dominadores en la tabla, reconoce que así es aburrido. Eso sí, presumimos de que Barça, Atlético y Madrid llevan las mayores medias goleadoras de Europa, y que nuestros “pichichis” van a la cabeza de los artilleros del continente. Pues no sé de qué nos extrañamos…