La cara oculta del Alpe d’Huez

L'Alpe d'Huez, publicada en Challenge Cycling

A pesar de ser considerada mítica, se trata de una cima relativamente moderna. Verdad es que fue en 1952 la primera vez que se ascendió en el Tour de Francia, y no pudo tener ganador más ilustre, Fausto Coppi, quien aseguró que había sido la subida más dura que había conocido jamás. Pero no volvería al recorrido de la Grande Boucle hasta 1976. Ganó Zoetemelk, y Van Impe dio el primer gran paso para ganar el que sería su Tour. Al año siguiente, ambos sufrieron una durísima derrota en esas mismas rampas, y el propio Eddy Merckx, que llegó a 13 minutos, confesaría que ese fue el día que más sufrió en toda su carrera. A partir de entonces, el Alpe d’Huez se ha convertido en uno de los jueces de oficio de la ronda francesa y se ha unido por pleno derecho a esa colección de montañas legendarias cuyo nombre se sabe todo el mundo, incluso más allá del Ciclismo, y hasta nos sirven para hacer metáforas de la vida.

Hoy no puede decirse que sea la montaña más dura que se sube en el calendario ciclista, ya que la evolución de las bicicletas ha permitido afrontar carreteras de porcentajes más agresivos, antes insospechados: el Mortirolo, el Angliru o esas cuestas imposibles que cada año se inventan el Giro y la Vuelta a España. Pero el Alpe d’Huez mantiene intacto su carisma, y sigue presumiendo de que casi siempre ha sido decisivo, en sus famosas 21 curvas se han ganado y perdido muchas cosas que van del prestigio a la vergüenza. Se decía que el que salía de allí de amarillo ya lo mantenía hasta París, y toda regla tiene sus excepciones, pero en este caso son muy pocas: la primera tuvo que ser Perico Delgado en 1987, pero el segoviano se desquitaría justo al año siguiente, asaltando el liderato por segunda vez en aquella cima y esta ya hasta los Campos Elíseos. Y en fin, Thevenet, Hinault, Lemond, Induráin, Ullrich o Carlos Sastre, por citar algunos de los más ilustres que se pueden citar, dan fe de lo que significa salir bendecido del gran templo del ciclismo moderno.

El Alpe d’Huez se subió dos veces en el Tour de 1979, en sendas etapas, pero hoy por primera vez se afronta por partida doble en la misma. Cuestión de buscarle tres pies al gato. Antiguamente no era posible situar metas en lo alto de las montañas, después recurrieron a las estaciones invernales, que permitían alojar a todo el circo que arrastra la carrera. Ahora la logística permite instalar finales en todo lo alto de los puertos, el Mont Ventoux, el Tourmalet, el Galibier… y en cambio le buscamos salida a las que solían ser estaciones término.

Así se han inventado la inédita etapa de hoy. Que al Alpe d´Huez le pongan algo por delante, se trate del Glandon, el Galibier o él mismo, no va a hacerlo necesariamente más o menos duro que otras ediciones de este clásico del ciclismo. Como siempre, dependerá de si se monta el akelarre en los puertos previos o, en cambio, la gente se lo toma con tranquilidad para jugárselo todo en las 21 curvas. Lo bueno, según parece, es la carreterita sobre la que han preparado el inédito descenso desde la mítica cima: estrecha, tortuosa y jalonada de precipicios. Si llueve, como ayer en la contrarreloj, puede dar miedo. Y nadie lo conoce, así que puede ser como visitar la cara oculta de la Luna. La imagen que nos ilustra tiene puesto, allá arriba en rojo, un Finish, pero hoy continúa más allá del finish, y no sabemos lo que nos vamos a encontrar allí.

Luego, como los que hacen las etapas reinas de hecho son los corredores, el estado de la carrera es lo que determina lo que pueda o no pueda ocurrir. Si aquí no estuviera Alberto Contador, presumiríamos que la de hoy, como las otras dos jornadas alpinas que siguen, iban a tener como mayores atractivos la victoria de etapa y la pugna por mantener o mejorar en la clasificación, del segundo puesto para abajo. Sin el de Pinto, a Chris Froome le bastaría con administrar su ventaja y, si se le pone a tiro, regalar otra exhibición de su poderío. Pero amigo, como sí está el 91 del Saxo Bank, tiene casta de campeón como ninguno y ya ha dicho que le da igual ser segundo que el 18, el líder no puede estar del todo tranquilo. Sabe que es el más fuerte, pero también sabe que no podrá dejar de serlo en ningún momento. Hay carrera, y ya veremos si esta tarde a eso de las cinco podemos decir lo mismo. Pero a estas horas, la ilusión de ver un etapón no nos la quita nadie. Y de descubrir la cara oculta del Alpe d’Huez.

P.D. Aclaro que todos los datos que he puesto en este artículo son de pura memoria, no he recurrido a consultar nada. Así que no estoy libre de haber cometido alguna imprecisión, que los años ya traicionan lo suyo. Si es así, pido de antemano disculpas y corregiremos lo que sea oportuno.

6 Comments

  1. hoy va a ser un etapon y ojo a la bajada del Alpe d’Huez….. el que le eche huevos se va….. y Froome se le ve que es muy nervioso y salta a todo y a todos….. a ver si aguanta…..

  2. Hoy ya tengo claras varias cosas: que los ciclistas hacen grande el ciclismo en etapas como hoy, a pesar de la mierda que hay metida dentro. Los dos primeros tremendos con caida y rotura de bici incluidas…. emocionante.
    De los líderes:
    Que contador ya no come chuletones de ningún tipo y ya va a conservar su palmarés (dos tour, dos vueltas y un giro «legales» más el giro y el tour que le quitaron).
    Que Frome y si equipo comen chuletones de los buenos pero no tiene ni la más mínima inteligencia ni clase. Frome se ve tan bien que se ataca a si mismo…. nunca había visto nada igual…… y luego le ataca su gregario……. que va mejor que él…… Chuletones del 15. NO ME GUSTA NADA FROME.
    Que el colombiano con ese cuerpecito y esa juventud puede reventar el tour mañana, pero sobre todo el sábado….. puede ser tremendo…..
    TODO DEPENDE DEL CHULETÓN Y LA RELAJACIÓN ZEN QUE SE META HOY FROOME…..
    Yo que voy en bici me quito el sombrero de todas formas con estos chicos aunque se metan de todo……

  3. Y no justifico el dopaje….. solo digo que subir y bajar el Alpe D´huez dos veces hay que hacerlo pedaleando y sufriendo….. y hay que tener muchos huevos para ser ciclista…..

  4. Os lanzo una de mis teorías: Froome ataca de forma ilógica demostrando que o esta loco o va muy sobrado, se le ve el plumero de lo suelto que va después del etapón…. deja a Contador fácil y llega también sobrado su gregario….. y de compañeros dos que ni le molestan como Quintana y Purito….. pero sin opción a pillar a los de delante y ganar etapa…… ete aquí que le empiezan a hablar por el pinganillo a la vez que el gregario acelera por orden suya….. ¿le ataca su gragrio pensé yo??? pero no,,,,, al momento de la charla con su director empieza el rollo de levantar la mano y pedir comida….. una «pajara» tan enorme que Contador y el resto no le quita tiempo en 5 km y los de delante no le sacan casi más que un minuto……. El Alpe Duhez con una pájara en 5 km pierdes un tour…….
    OS DIGO EL MESAJE DE RADIO: «majo que se te está saliendo el chuletón por la boca…..que atacas y se te ve el plumero….. haz el paripé y pide comida y ve al tran tran hasta el final hijo que nos cazan…….» o similar……

  5. Ayer la vi y ……..pues que lo mismo que la F1, no entiendo nada de este deporte. Yo me dedicaría a repartir hostias a la gran cantidad de mongolos por metro cuadrado que hay corriendo al lado de los ciclistas. No puede haber más imbéciles, y cada año más. Y luego cuando llegue al final de la etapa y me pregunten, contestaría: qué a gusto me he quedao.

  6. Yo que queréis que os diga, la etapa me pareció por momentos hermosa y por momentos patética: no hay fuerzas, parecía la última etapa alpina y sin embargo era la primera. No sé si será que los «chuletones» ahora son filetitos de pollo y en cambio las montañas no han bajado de gramaje, son las mismas de siempre. Hubo más amagos que ataques, ninguno con determinación, tácticas de equipo raras, gente haciendo la goma… y cierto que en Alpe d´Huez he visto perder cinco minutos en cuatro kilómetros. Contador me parece que está en retirada, pero tal como se quedó a 8 km, podía haber perdido hasta el apellido. Sea por lo que sea, Froome es el más fuerte, lo que pasa es que está muy nervioso. Con todo, estoy de acuerdo en que el esfuerzo de los ciclistas siempre ha merecido un monumento. Lo que pasa es que hoy parecen proscritos. Entre otras muchas razones de distinto peso, también, y tengo que decirlo, porque colectivamente han sido bastante tontos.

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