El primer día de montaña en el Tour

Tour de Francia 2013 octava etapa, foto AP

 

Los que han visto muchos tours saben que el primer día de montaña puede ser devastador. Si la carrera se mueve. Si hace un calor sofocante. Si un puertazo como Pailhères se sube a vivo tren. Si a uno de los favoritos le da por presentar credenciales. Entonces el cambio de desarrollo se paga y a quien más y quien menos las rampas se le vuelven muros. Lo que pasa es que últimamente nos habían acostumbrado a que esta primera jornada de batalla resultara en realidad de tanteo, de vigilarse, quedarse cada uno como está y ya veremos otro día, y los espectadores pasmados delante del televisor esperando a que pasara algo. Dejaban a un grupo de secundarios marchar y que tomara una minutada, de entre ellos solía salir el ganador de la etapa porque, todo lo más, los buenos se movían en los últimos tres kilómetros, siempre y cuando lo vieran muy claro. Pero hoy no.

Hoy en AX 3 Domaines, esta estación invernal pirenaica con nombre de desodorante que inaugurara Carlos Sastre en 2003, hemos vivido un puro primer día de montaña. No ha hecho falta que la subida final fuera extremadamente selectiva, pero sí lo era la anterior, donde el Sky se ha encargado de llevar al personal con la lengua fuera. Ahí ha estado la clave. La cima más alta de este Tour de Francia la han coronado dos notables escaladores –Quintana primero, Roland a continuación- y a escasos segundos el grupo principal, reducido a unas 25 unidades. ¿Cuánto hacía que no veíamos esto en el primer puerto de una gran ronda?

Después, el equipo británico no ha tenido más que ir apretando tuercas para acabar de montar su Trafalgar. Primero Peter Kennaugh, un vendaval; después Richie Porte, un huracán. Y ha reventado Andy Schleck, se ha deshinchado Cadel Evans, se ha salido de punto el Purito Rodríguez… y ha entrado en barrena Contador. Con todos los rivales a la deriva, Chris Froome ha rematado la faena a lo grande y ha confirmado todas las expectativas. Sin contemplaciones, a las primeras de cambio. Nos ha dicho a todos que, si esto no cambia, puede llevarse este tour como Fignon el del 84 o como Ullrich el del 97, por no hablar de los cinco de Eddy Merckx y alguno de los de Hinault: avasallando (no, Induráin los ganaba con total suficiencia pero sin masacrar).

Dijo una vez José Miguel Echávarri cuando dirigía al Reynolds –hoy Movistar y siempre el equipo navarro-, después de una etapa de este corte pero en la Vuelta, que aún no sabíamos quien la ganaría, pero sí quién no la iba a ganar. ¿Sabemos hoy ambas cosas? Siendo sensatos, no puede asegurarse tanto cuando van disputadas ocho etapas, pero sí tenemos unos hechos: a día de hoy, el británico y su equipo están varios puntos por delante de los demás. Luego habrá que ver si la foto de hoy es la que va a predominar en el paisaje. Incógnitas al menos sí quedan. ¿Ha llegado Alberto a un 80% para estar al 100% en Los Alpes o simplemente es que ya no le da para más? ¿Irá a más Valverde con esa insospechada regularidad que le ha dado la madurez? ¿Va a ser Richie Porte el Froome del año pasado, esto es, el lugarteniente que está mejor que su líder, y lo aceptará?

Con todo, la impresión que me da es que Froome no va a renunciar, si puede, a seguir dando exhibiciones como la de hoy. Porque tiene ganas. Entre unas cosas y otras se le han escapado dos vueltas y un tour, por falta de experiencia, por ser gregario de Wiggins o por hacérsele largas la carrera y la temporada. Y sabe que esta es la suya, y no le veo limitándose a administrar ventajas. En el Dauphine-Liberé ya venía pletórico y hoy ha demostrado que sigue igual. Después de otra ruleta montañosa mañana, con puertos de historia matona, el Tour entrará en fase valle, salpicada por dos contrarreloj. Pero la última semana es terrorífica, así que veremos para entonces dónde está cada uno, o quién ni siquiera estará.

De momento, el nuevo líder ha hecho hoy lo que tiene que hacer el que se siente el mejor: demostrarlo. Y a los que nos gusta esto –por encima de si los españoles o no- nos ha hecho un buen regalo, Ciclismo de verdad. Y entre otras cosas, que ahora podamos hablar y escribir lo que estamos escribiendo, y no nos hemos quedado con cara de panolis como otras veces. Sí señor, así eran los primeros días de montaña y así ha vuelto a ser hoy.

6 Comments

  1. PUES YO AYER EN HONOR A LOS GRANDES CICLISTAS ME SUBÍ EL PUERTO DE LA QUESERA…..DESDE RIAZA AL LÍMITE DE SEGOVIA CON GUADALAJARA…. 12 KM DE SUBIDA QUE PARA MI SE HICIERON COMO EL PEOR DE LOS PUERTOS DEL TOUR….
    AYER VIMOS QUE SIN TANTA SUSTANCIA LA GENTE FLAQUEA….. Y FROOME PUEDE FLAQUEAR TAMBIÉN….. A VER

  2. Pedazo de documental que he visto en Teledeporte de los 100 años del Tour, hecho por franceses claro. Está muy bien, con unas imágenes inéditas, desde el comienzo. Con esas gestas en carreteras de tierra, con etapas de 350 kms.
    Solo un pero, y ahí se ve que lo han hecho los franceses. Se saltan directamente los tours de Bahamontes, Ocaña y Perico. De Indurain hablan 30 segundos, y se explayan, como no, con Anquetil, Poulidor, que no ganó nada, Hinault, y aquí sí me descojono, con Virenque. Les cabe tela.
    Pero bueno, me quedo con las imágenes de Coppi y Bartali.

    1. Sí, yo vi una parte, dedicada a los años 40 y 50 y las imágenes eran realmente espectaculares pero el tratamiento más que dudoso. Entre otras cosas, me supo a muy poco lo que dieron de Coppi.

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