Volvemos a nuestro juego o, mejor dicho, a nuestro espacio alfresco que evocábamos la semana pasada Alfresco y sin presión, 3-5-2013. Ahora constatamos que estaban nuestros amigos solos, pero no porque tal soledad fuera inevitable. Tras ellos se extienden otros recintos exquisitamente dispuestos para estas fiestas privadas al uso. Posiblemente nuevas compañías estarán por llegar, que es sábado y todavía la tarde, y sobre todo luego la noche, pueden dar mucho de sí. Como bien observó el sagaz comentarista, aquí gobierna un clima húmedo y digamos que continental, y confirmamos que es temprana primavera del mes de abril. Toda esa verde armonía de formas y matices delata lo suyo, y el ambiente soleado ya es motivo de celebración. No debe ser casualidad que lo académicamente rematado se entienda con lo funcional, como tampoco ese aparente orden que parece que nadie ha establecido, sino que simplemente ha salido así. Pero no nos engañemos, cualquier protocolo se puede pasar por alto, como toda sangre se puede alterar o la pasión abrirse en canal. Y ya saldrá quien se atreva a ignorar las normas para meterse de lleno en un jardín. Que aunque ahora tengamos delante este, no nos faltará donde elegir.
Al fresco, húmedo y continental

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