Ferias, tópicos y aguafiestas

Siempre hay quien reniega de las ferias y, cuando llegan, pues se dedica a intentar amargársela a los demás. Quién no ha conocido a alguno de esos aguafiestas que, por ejemplo, no ha visto un partido de tenis y, cuando estás inmerso en el quinto set de una gran final, te viene con el tópico aquel de que todo está pactado, ganan dos sets cada uno para darle emoción y se lo disputan en el último. O lo mismo dirán del quinto partido de un play off de baloncesto, deporte que por cierto nunca han sido capaces de digerir. Pues este fin de semana habrán tenido trabajo, porque de verdad ha sido de feria. Mira que ha tenido cosas, es de los que no sabes ni por donde empezar.

A lo mejor se acostaron los aguafiestas anoche explicando que estaba claro que el Masters de Augusta se iba a decidir en el desempate, faltaría más. Hasta la chupa de agua que les ha caído en la última jornada –si eso parecía España en marzo, no Georgia– formaría parte del guión. Si vaticinaron que estaba claro que se lo llevaba Ángel Cabrera por aquello del plus celestial de que últimamente gozan los argentinos, pues se equivocaron. Claro que el sábado no dudarían de que todo esta preparado para que se lo merendara Tiger Woods.

No sabemos si se desayunaron con la teoría de que el GP de China es patrimonio de Ferrari, intereses comerciales que mandan en aquel país, por eso ya es el cuarto que la escudería gana allí, hasta Barrichello que fue el primero, lo que pasa es que con el cochecito que traían estos últimos años, no había decreto que valiera. Y ahora que ya lo han adecentado, pues paseo militar. Yo es que prefiero ser ingenuo y pensar que Alonso estuvo imperial, y que sí, el bólido rojo chufla, ya veremos cómo evoluciona a lo largo del año, y sobre todo cómo evolucionan los demás. Pero cuando Fernando dice que tiene buena pinta… el año pasado no lo decía nunca, incluso cuando marchaba líder destacado.

Han pasado tantas cosas este fin de semana que ya del viernes casi ni me acuerdo. A lo mejor alguien pensó que, visto el roto que les estaban organizando en el Villamarín, y a las puertas de la feria, a la curia sevillista se les sugirió que aflojaran, que vamos a llevarnos todos bien. Y ahí estaba Medel –quién mejor que él, pobre hombre la que le lleva cayendo toda la temporada- para prestar un impagable servicio. Yo me quedo con que estos derbis da gusto verlos, claro, cuando no se es ni bético ni lo contrario. Porque si eres de uno de los dos es para que te de un ataque. No es que asistiéramos a un fútbol sideral, al Betis le he visto jugar infinitamente mejor este año, y su reacción fue pura vergüenza torera y quizás algo de tonta indolencia del rival, aparte lo de Medel. El caso es que hubo de todo y para hablar de todo, esto es, como eran antes todos los derbis. Los que se juegan antes, durante y días después. A Pepe Mel me lo tenían crucificado y finalmente tuvo su Viernes de Resurrección, que celebró con una peineta de redención.

Por las mismas, tampoco tengo ni idea si está escrito que la Champions se la ha de llevar este año un equipo alemán. O si el Vudú que parece que han hecho Mourinho y Florentino es en realidad más que un rito religioso, dígase una gestión a alto nivel. Pues ya nos lo explicarán, pero yo prefiero quedarme con que en cuartos he disfrutado dos eliminatorias de altísimos voltaje y fútbol del bueno, el Barça-PSG y el Dortmund-Málaga, condicionadas por los condicionantes, sí, pero inciertas hasta el final. Me gusta no saber lo que va a pasar y equivocarme, como los que dijeron –yo- que el Bayern-Juventus se presentaba como el duelo más apasionante de esta ronda, y luego mira. Pues nadie me va a quitar –después ya se verá lo que resulta- frotarme las manos con dos semifinales que se anuncian espectaculares. Esta feria me la pido, aunque los aguafiestas ya llegarán.

Estará dictado que el Manchester City, ninguneado en la Premier y en Europa, tiene que llevarse la FA Cup, y ahí le allanan el camino, le permiten despachar al Chelsea y le sirven en la final el corderito del Wigan. Pues yo prefiero felicitar a Roberto Martínez, cuya trayectoria ejemplar al frente de ese modesto equipo merece el colofón de escuchar el God Save the Queen en Wembley, y luego a ver lo que pasa, que ya hemos visto muchas finales que no fueron lo que parecía.

Que por cierto, ya sabemos que lo que ha hecho este entrenador en Inglaterra sería impensable en un modesto club español. ¿Se acuerdan por ejemplo del “proyecto” de Paco Herrera en el Celta? Ahora el factor revitalizante es Abel Resino, madre mía. ¿Y cuántos entrenadores aún han de caer? Pues en Zaragoza huele a chamusquina, y si me apuran en Granada, que ya amortizó hace jornadas el revulsivo de Alcaraz. Ha sido venir el Depor como un tsunami desde abajo y a algunos parece que se les ha calado la moto náutica. ¿A que todavía es capaz de llegar Clemente a “salvar” a alguien?. Esa fiesta sí que no me la querría perder.

Lo que no era muy difícil de vaticinar era que en la liga de baloncesto Madrid y Barça iban a palmar, después de toda la semana de play off, por ejemplo los de Pablo Laso han jugado miércoles, viernes y domingo, y parecido los de Xavi Pascual. Y eso que jugaban en casa, pues esta semana les toca excursión por Israel y Grecia, y el fin de semana otra vez. Por cierto, que me dice un pajarito, y no es venezolano, que ahora, sin Kobe Bryant, vamos a conocer el verdadero potencial de los Lakers como equipo. Yo no me lo creo mucho, pero anoche se han ventilado a los Spurs, con los que habían perdido en sus últimos cuatro enfrentamientos. Y parece que Dwight Howard se salió, qué casualidad.

Que bueno, que yo no digo que los aguafiestas a veces no puedan tener razón. No siempre, alguna vez, quizás las más o quizás las menos. Montajes los ha habido, los hay y los habrá, demostrados o no, supuestos o no, imaginados o no. Pero miren, a mí me gusta ver las películas hasta el final, no que me digan a la mitad quién es el asesino o si la princesa muere o no en la batalla crucial. Bastantes, demasiadas cosas lamentablemente predecibles tenemos ya en este mundo y en este país Nos quedan los sueños, Arturo González, publico.es. Pues no me escatimen mis ratitos de felicidad. Feliz feria a los que la tengan y a los que la sepan disfrutar.