… Y yo a él cientos o miles, faltaría más. Hace poco me dio por ponerme a dilucidar quién serían mis diez grandes de toda la música que he tenido la suerte de conocer – entre solistas, grupos, orquestas… Cuidado que aún no he terminado del todo en mis cavilaciones, no acabo de tenerlo del todo claro porque no es fácil. Pero en ningún momento he dudado que David Bowie está en ese exclusivo top ten. Es indiscutible. Sin haber llegado a ser su más fiel y acérrimo fan, ni desde luego considerarme un expertísimo capaz de explicar y desentramar toda su carrera, lo que desde luego tampoco resulta fácil ni siquiera para tales expertos, todo lo larga, ancha y llena de curvas, esquinas y recovecos que es esa vida. Pero le he tenido siempre tan presente, tienen tanta fuerza las secuencias sonoras, visuales y de todo tipo que guardo de él… Y muy importante: me han gustado tantas otras cosas gracias o a través de su influjo… Si, aparte de lo que es por sí mismo, que alcanza proporciones ciclópeas, ha sido un verdadero influenciador, precursor, inspirador, o en fin, engaging, thougth leader, taste maker y demás términos que hoy manejan con denotada soltura los expertos en redes sociales, sólo que él fue todo eso cuando no había más vehículo social que la radio, la televisión y las tiendas de discos. Y por supuesto celebrity, porque a Bowie sí que se le puede llamar celebridad en la extensión más estricta y digna de la palabra.
Realmente le empecé a conocer cuando Heroes, en 1977, mira si llevaba carrera ya hecha, que luego hube de descubrir con carácter retroactivo, como me ha pasado con otros que nacieron antes que yo. En realidad sólo con los que me interesó y pensé que merecía la pena el viaje hacia atrás. También, como tantos grandes de esos tiempos, quien me lo presentó fue el gran Joaquín Luqui, quien años después, en el 84, durante una entrevista que le hice y que casi no hay día que no recuerde, me dijo de él, más o menos textualmente: “Es un tío absolutamente genial, y puedes hablar con él de lo que sea, de literatura española… de todo. Eso sí, su padre acabó en un manicomio y él va a terminar igual”. Esta última premonición no se ha cumplido por ahora, y de hecho, según lo que he podido leer, incluido el delicioso libro Plásticos y Decibelios de Julián Ruiz, en estos años de retiro del gran ruido ha encontrado una paz y tranquilidad que, desde luego, no fueron la constante de su carrera artística. Sí, digo artística a posta, porque musical se quedaría muy corto, ciertamente. Pero bueno, a lo mejor este retorno viene a significar que, después de un largo descanso, una vez tomadas fuerzas, el señor David ha decidido retomar el frenético camino a la anunciada e inevitable locura.
¿Por qué digo que me debe una? Bueno, primero tengo que decir que ha sido mi pusilanimidad la que principalmente me ha privado de verle en concierto. Mira que tuve oportunidades en Madrid, por ejemplo cuando recaló en el Bernabéu con el tour The Glass Spider (ah, ¿saben que en Malasia existe un tipo de araña bautizada con su nombre?). Y por fin, cierto día, un amigo –quienes leéis este blog bien le conocéis- que ha ido a muchos más conciertos que yo pero tampoco le había visto en directo, me propuso ir a verle a Bilbao, única parada en España de su Reality Tour, en julio de 2004. Gafada ya venía de por sí la gira, con varios incidentes y suspensiones, y ya en Alemania se paró. Pero no por un tiempo y volverá, como los Rolling Stones o ciertos divos cuyas citas con su público suelen pender del hilo de los achaques, los excesos o las excentricidades de rigor. Esto era sine die, el corazón de Bowie había avisado seriamente. Así nos quedamos compuestos, ni siquiera unos estupendos días por el Norte, incluida una memorable comida en Arzak, dieron para aliviar la pena, infinita y nunca mejor dicho porque todavía no se nos ha agotado.
Es por lo tanto una magnífica noticia tenerle aquí otra vez, diez años después de su último trabajo, y ya veremos si su vuelta da, quién sabe, para algo más y hasta saldar esa deuda. Tanta ha sido la alegría de escucharle algo nuevo que hasta le perdonamos el pestiño de cancioncita con la que nos obsequió como anticipo hace un mes. Que sí, que mantiene estilo, que habla de Berlín y tal, y ya sólo verle en carne viva en el video clip llena como sólo él lo hace. Pero hijo, podía haberle dado un poquito más de vidilla y entusiasmo a la cosa. De mejor pinta, mucho más auténtico, lo que venimos escuchando estos días (The Stars (are out tonight), YouTube). Y desde luego, se merece como nadie que prestemos atención al álbum entero, The Next Day, con portada homenaje precisamente a Heroes, lo que ya nos dice bastante, y que sale a la venta oficialmente el próximo lunes. Lo venderá en formato físico y también lo servirá en iTunes, ya sabemos cómo van los tiempos para la industria discográfica. Pues ya veremos cómo lo consumimos, pero lo que tengo claro es que yo por Bowie, pago.
Aquí os dejo otro temita, Obstacle, YouTube. Bueno, en realidad ya se puede escuchar todo todito el álbum en la Red, o tempos o mores.
Como «partener» de aquella comida en Arzak donde el Papa de los fogones, con su blanco delantal, nos vino a saludar y obsequiar con su amabilidad y buen arte de las relaciones públicas, puedo decir que yo también pago por ver a Bowie y que tengo guardado el dinero de Bilbao para otra ocasión y algo ahorrado, por si hay que ir a Londres o Nueva York.
Sin ir más lejos el día de reyes compré una entrada para ver en Dublín a Neil Young el 15 de junio, junto a Bowie mi único ídolo musical que no he visto (a Mile Davis ya es imposible). Si Iberia u otros temas no lo impiden allí nos veremos, además de pasar unos días en mi querida Dublin.
El otro día iba a proponer al bloger, un experto en comunicación como sabemos, que le dedicara un blog a Bowie y el lanzamiento de The Next Day. Un auténtico ejemplo de ir a contra corriente y acertar. Si Bowie en los 70-80-90 fue un mago del márketing y la imagen cuando solo había tele y radio, sabiendo llegar a todo el mundo en plan masivo, hoy a vuelto a demostrar que de acabado no tiene nada y de loco menos.
QUE LUCIDEZ…. En plana era de Twiter, facebook y todo lo demás, el tío sale un día en diciembre de 2012 a la calle por New York con aspecto blanquecino y se desatan los rumores de su muerte inminente. ¿dónde está Bowie? ¿qué le pasa a Bowie??? empieza a circular por todos los medios del mundo. Otro día vuelve a salir y se le ve con su hija…. se ha retirado… disfruta de la paternidad……(esas fotos robadas no eran casualidad seguro…..)
A mi me extrañó que apareciera de repente en todos los medios, después de años oculto y que su productor de siempre saliera inmediatamente a decir que estaba fenomenal y que era un padre muy majete…..
Pero fíjate por donde dos meses después, el día de su cumpleaños, saca una canción en su web y anuncia un disco nuevo….. Y NO SE HABÍA ENTERADO NADIE….(Robert Frip estuvo a punto de meter la pata y le sacó del proyecto cuando empezaba……y, luego, todo el mundo a firmar contratos de cofidencialidad y eso que han estado dos años tocando en locales de New York y estudios de grabación).
Desde que lanzó la bomba musical no ha vuelto a hablar….. ha dejado a su productor y a sus músicos que hablen en entrevistas perfectamente dirigidas…. pero él ni mu…… y sin hacer nada la promoción del disco ha sido tremenda……SILENCIO EN LA ÉPOCA DEL RUIDO…… CERO MENSAJES PARA LLEGAR A TODO EL MUNDO….. USAR LAS REDES COMO CREADORAS DE NOTICIAS DESDE LA NADA PARA DARTE PUBLICIDAD COMO SI DE UN VIRUS SE TRATARA…. PERO SOLO ENSAÑANDO LA PATITA….
Y ya dicen que hay un 50% de posibilidades de que toque….. es decir, que se lo está pensando y lo hará si le apetece…… en plan restringido….
Lo que he oído del disco fantástico….. incluido el primer tema que es melancólico y te recuerda a Berlín si o si….. pero eso ya es cosa de los gustos de cada uno…..
Dicen que Bowie ha vuelto…… ¿Pero se había ido??? Para mi, desde luego que no……. Ahí sigue y seguirá…..
En efecto es una buena propuesta lo de la estrategia de lanzamiento. En esto puede haber miles de teorías y no digamos prácticas y prometo prodigarme un día, bueno, hasta donde uno sepa y dé de sí. Pero al final, yo creo lo mejor que se puede decir de alguien cuando está lanzando un producto, es que resulte reconocible. Y en esto David Bowie lo ha sido sin duda.
Estoy bastante de acuerdo con tu teoría y además abundo en ella a propósito del temita en cuestión Where are we now, porque parece una pieza más de ese engranaje. La imagen que sale de él durante prácticamente todo el vídeo, obvias el muñeco y la compañía, y parece como si estuviera dentro de una mortaja. Ello unido al gesto doliente y esa voz lánguida, ese tono -más que melancólico, decadente y encima con Berlín de fondo…- parece como si, en efecto, pretendiera darle una satisfacción a los que decían que está en las últimas. Y sin embargo al final se viene arriba -lo mejor para mí de la canción- y ya aparece tal como él es ahora, mucho más saludable que a la primera impresión. Creo que va ser un tema de los gustan más según se escuche más. Lo único el tempo, que podía haber sido algo más… vivo 🙂 Pero ya digo, es que yo creo que lo hecho a posta así porque era parte de la estrategia. Pero en fin, quien lo sabrá es él… GRANDE BOWIE.
He disfrutado la tarde del domingo escuchando el disco en el programa de radio 3 la madeja. Lo ponen el disco entero en la web de rne con algún comentario y letra de canciones y con calidad hd. Para los fans una gozada. Para el mundo de la música un lujo que bowie vuelva en forma. Menos mal que le daban por muerto. Un disco denso, complejo y que reune lo mejor de los sonidos de su carrera. Y la voz la mantiene. Alucinante. En cuanto salga el cd lo compro. De itunes paso que es un timo.