Injusto empobrecimiento…

Injusto empobrecimiento 2Iñaki Urdangarín, foto Europa Press

 

 

Si nació en el Sahel o en el Cuerno de África; si su país vive en crónico estado de guerra o su existencia pendiente del hilo de un cataclismo o la picadura de un mosquito; si la mayor esperanza es una gota de lluvia o que este mes llegue el helicóptero con enseres para al menos lavarse las manos; si consigue cumplir cinco años o a los seis le tocará trabajar o tomar un arma; si la exigua producción de su comunidad o el precio de sus alimentos quedan a expensas del rojo, negro, impar y passe de los especuladores que mueven ficha desde su sillón. Si vive en uno, varios o todos de estos supuestos, sufre pobreza endémica.

Si tiene que vivir de la caridad de los pudientes, si tuvo que emigrar o directamente huir de su tierra; si busca trabajar de lo que sea por lo que sea en un mundo que no le ve, nunca le verá como un igual; si es un vago porque merodea, si es un ladrón porque le quita el trabajo a los de casa, si no tiene más actividad profesional que ayudar a las señoras a subir el carrito por la rampa del supermercado; si a las once de una noche de invierno le faltan cuatro monedas para pagarse la habitación, y nadie, absolutamente nadie pasa por la calle. Entonces padece pobreza sistémica.

Si todo su proyecto se le fue al garete, si ya nadie le asigna un céntimo por ejercer lo que estudió, lo que aprendió a hacer; si no sale de día, no queda con nadie porque le da vergüenza no tener para una caña, y de noche baja a husmear en las papeleras y los contenedores del vecindario; si sus ahorros se fueron por el desagüe de la hipoteca y unos señores vinieron una mañana a echarle de su casa y de paso a recordarle lo que sigue debiendo; si los albergues están repletos y las listas de espera van para meses, si de la Glorieta de Bilbao a la de Quevedo una mañana te los encuentras a razón de uno cada cinco metros de acera. Estos son pobres contemporáneos, que seguramente habían estado viviendo por encima de sus posibilidades.

Si trabaja lo mismo por menos, o mejor más por menos, si tiene que dar gracias y estar bien calladito y moverse o pronunciarse lo mínimo no vaya a ser el próximo; si sus años en el puesto de trabajo se venden a precio de saldo, y cada semana sabe de uno, dos, tres amigos, familiares o conocidos que ya han pasado esa frontera sin aduana ni peajes; si el metro que toma todos los días es más caro, va más lento y está más sucio pero además anuncian que lo van a volver a subir, si paga más impuestos pero los medicamentos le cuestan más, si cada mes se le acaba antes el sueldo pero le dicen que tiene que acostumbrarse a pagar por lo que siempre entendió que era un derecho, que se ha creído esto no es jauja y no puede ser… Aquí hablamos de lo que dan en llamar empobrecimiento económicamente estabilizador.

Pero ayer hemos asistido al nacimiento de una nueva categoría. Si te hacen pagar 8 millones de euros a cuenta de todo lo que has robado, y haces números y sólo te quedan diez –o a saber…-, ahora dices que te ves abocado a un… INJUSTO EMPOBRECIMIENTO.

Urdangarín recurre la fianza…. elmundo.es

Injusto empobrecimiento

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