¿Cómo están ustedeeeees? Pues jodidos, mire usted

Perdonadme que titule de esta forma hoy, yo también fui niño y de alguna manera o de muchas lo sigo siendo. Y además necesitaba un paraguas para meter debajo todo lo que ha dado de sí la jornada de ayer, que es una faena para los que no podemos convertir un post en un periódico entero. Y encima casi todo lo que tenemos que contar esta vez son desdichas. Bueno, vamos a empezar diciendo que en lo que se refiere a tenis, fútbol sala y F1, estas cosas simplemente nos pasan por estar en la élite, y de no ser así no nos pasarían nunca. Una vez ahí arriba, la frontera entre el goce completo y quedarte con cara de tonto es muy fina. Y ayer nos tocó más de lo segundo que de lo primero.

Por lo que respecta a la Copa Davis, no me gusta ser ventajista, y no lo voy a ser. Sí, fui de los que llevaba meses diciendo que esta era una final para Feliciano López. Por la pista y porque en estos eventos se crece, un hombre que en esta competición ha sido capaz de ganarle en su propia casa a gente como Del Potro, Mardy Fish o al propio Berdych. Pero entiendo que es difícil, llegado un momento así, apostar por un jugador eminentemente irregular, que hoy es el 40 del ranking y además tiene tendencia a irse de la boca. Cuando en cambio tienes al número 11 del mundo y es el que ha venido jugando todo el año. Por lo tanto no soy yo quien va a criticar a Alex Corretja su decisión, y además valoro la honestidad con la que se ha expresado después de la derrota. Si no lo tienes muy claro, creo que se ha de optar por lo coherente y por lo que le estaba funcionando. Luego la Davis tiene estas cosas, y del “así jugaba así así” de David Ferrer en sus dos encuentros, pasamos al “así la tira a la red así así” de Nico Almagro en el partido decisivo. También este equipo checo venía buscando su segunda ensaladera desde hace tiempo, y aquí han sabido aprovechar su oportunidad.

En cuanto a la F–1, pues habrá que felicitarse de que con el fin de semana que ha hecho con el auto de papá, Fernando Alonso siga con pulso en el Mundial. Porque después de la clasificación del sábado estaba Kaput. Una salida magistral ha sido lo único que nos ha podido ofrecer, y junto con el alternador de Weber y la destreza de Hamilton, es lo que le ha posibilitado limitar daños. Es que ha sido tercero, sí, pero a más de 40 segundos de Vettel. Ahora estamos preparando los cantos y danzas para que en Brasil llueva a mares. Yo me inclino por el apelar espíritu de crack. O lo que yo pienso cuando sueño que lo soy. Si he llegado vivo al último día, cuidado conmigo. No dudo que Fernando tiene esa madera. Lo que no tendrá es un auto nuevo de Papá Domenicali.

Los que se han quedado turuletas del todo han sido mis amigos del Betis, que les han puesto un huevo, dos, tres y hasta cuatro en la primera parte. Aquí voy a pasar de puntillas que no quiero yo herir más sensibilidades de las que ya están muy maltrechas. Parece inexplicable lo que les pasó. Toda la semana que les supones preparando ese derby sagrado que es el de Sevilla para perpetrar esa jugada inicial… Encima se la dejas a Reyes, al que Míchel no ha dado bola en toda la temporada y ayer lo saca como quien suelta al perro rabioso. Después de esa jugadita ya nada te puede ir bien. Iba media hora de partido y los verdiblancos no habían comparecido, volvieron algunos después del descanso. Sí me gustaría destacar el gesto de Pepe Mel al final de partido, bajando al césped para aguantar el chaparrón con los suyos en vez de hacer mutis por el túnel.

Y una de don Pepito y don José. Desde la posición objetiva que me confieren mis nuevos colores, puedo atreverme a decir, si me lo permiten, que el Real Madrid firmó el sábado –con perdón, ¿eh?- su actuación si acaso más convincente en lo que va de temporada, eso sí ante un Athletic absolutamente deprimido, que cuando estás en dinámica de que todo te salga mal, te sale todavía peor si es posible. Con todo, lo más destacable del partido fue el curso que dio Benzema de toques, pases, controles, sutilezas y sedas varias. Tengo que reconocer que no será el delantero centro matador que uno quiere en su equipo, pero sí un futbolista excepcional por los cuatro costados. Eso sí, haga lo que haga, su entrenador no se va a inmutar. Mourinho –¿se han fijado?- últimamente sólo celebra como si fueran suyos los goles de Cristiano, Pepe… si los meten Ramos, Özil o el francés, se queda con la misma cara de acelga, como si le molestaran. Y hablando de CR7, vuelvo a decir que ante el Levante estuvo perfecto de actitud, pero luego ¿qué quiere, que el Bernabéu le haga un homenaje? Pues ya le tenemos otra vez con el ojo torcido.

Y en fin, lo que son las cosas: hago público mi fichaje por el Titánico de Laviana, y la reacción no se ha hecho esperar. El hombre más rico del mundo, Carlos Slim, anuncia que ha comprado el Real Oviedo, y desde luego no se conformará con otra cosa que no sea hacer un equipazo. Está claro que nos tienen mucho respeto, pero ante todo es una gran noticia. La competencia siempre es sana y desde luego el fútbol asturiano necesitaba estímulos de este tipo. En pocos días, dos grandes acontecimientos que no cabe duda de que le pondrán en una nueva órbita.

PIE DE FOTO. ¿Lo ven? Se pueden ganar títulos con 48 años. Lo acaba de hacer el pisha Miguel Ángel Jiménez en el abierto de Hong Kong, y se convierte en el campeón de más edad en el circuito europeo. Tomemos ejemplo, si bien no es exactamente lo nuestro el golf. Jugarlo, digo…

P.D. Y en fin, el acertado, fácil o chusco humor que haya podido tener este artículo va por este señor que, aparte recuerdos de mi niñez, cuando luego hablaba en serio y sin el maquillaje ni la nariz de payaso, siempre me transmitió generosidad y buen rollo.