¿Se puede elegir al mejor futbolista del Mundo?

¿Que por qué uno puede tener cuatro balones de Oro y otro sólo uno? Pues como Cruyff o Van Basten tienen tres, y Sevchenko o Nedved tienen uno, por ejemplo. Y otros ninguno. En la historia del fútbol ha habido jugadores buenos, buenísimos y algunos superlativos. Y Leo Messi es el único actual que pertenece a esa última esfera.

Yo no descarto que a Cristiano terminen concediéndole en enero su segundo Balón de Oro. Porque, como en todas estos premios, los lobbies y los movimientos subterráneos funcionan, a veces sí, a veces no y a veces también. Más aún desde que entró la FIFA a mamonear en el asunto. Con todo, no se puede negar que en las tres ediciones se le ha otorgado al mejor del mudo. Aunque en 2010 hubo pucherazo, los ganadores eran Iniesta y Del Bosque en la categoría de entrenador, pero lo filtró la Gazzeta dello Sport y Blatter decidió “retocar” algunos votos para no perder su golpe de efecto.

Cuando sólo votaban los corresponsales europeos de France Football, en teoría todos entendidos, también sucedieron “fenómenos extraños” como los de Keegan en 1978, Belanov en 1986 o Papin en 1991, parece que Adidas tuvo algo que ver en los tres; cuando entraron a votar los corresponsales de todo el mundo, pues se dio preferentemente los que jugaban eñ Scudetto y luego la Premier, cuyos resúmenes eran los más vistos allende todos los mares, y así le cayó a Weah en 1985 o a Owen en 2001. Y ahora que entran seleccionadores y capitanes de selección, pues unos votan a los de su equipo y otros dejan de votar a los que compiten con los de su país.

El señor Mourinho no vota, pero no se cohíbe en hacer campaña por su compatriota, obviando que en el equipo al que él entrena hay otros hipotéticos candidatos. ¿Se imaginan a Del Bosque, cuando dirigía aquel Real Madrid, que se hubiera decantado públicamente por Zidane, por Figo, por Ronaldo o incluso por Raúl, que en el fondo es a quien él hubiera preferido ganador? Pues se ponga como se ponga el de Setúbal, y se pongan como se pongan muchos, compárese, sin ir más lejos, el último partido liguero del portugués y del argentino. Y no hay mucho más que decir.

Luego está el criterio con que se elija el Balón de Oro. Cuando han primado los éxitos colectivos durante el año, han salido Cannavaro o Mathias Sammer. Si así fuera esta vez, habría que incluir en la nómina de candidatos a Pirlo, a Casillas o a Falcao, bueno, éste entraría en todo tipo de quinielas. Y ojo, a Silva y Mata, que además de la Eurocopa –marcando en la final, por cierto- han sumado Premier y Champions League, respectivamente. Pero la tendencia es que últimamente se distingue al mejor futbolista del mundo, por encima de cualquier otra consideración. Y en contra de lo que proclama Mourinho, no está prohibido elegirlo. Hay libertad, se puede opinar y se puede decir: es Leo Messi.