La Profesora de Gin Tonic (Capítulo 1)

Foto de paislliones León siempre te recibe con las puertas de par en par. Aunque espesa la marquesa se empeñe en no abrirte las de tu habitación del hotel. Por la Calle Ancha subes, bajas, vuelves, deambulas, vagas… te sientas en una terraza a ver pasar la ciudad, desde Botines que es Cajaespaña hasta esa Señora que está como una Catedral. Es el balance asimétrico o la línea divisoria entre lo húmedo y lo romántico, visítense las pasiones en el orden que más proceda según el momento o la compañía. Por toda esa corriente que desfila ligera se distinguen bien los andares peregrinos, vayamos poniendo todo lo nuestro a remojar. En León vive una profesora de Gin Tonic. Da clases ininterrumpidas de 12h a 24h. En el Café Europa te sirve una cerveza sin mayor pretensión, de pie y en posición 2. Le preguntas a sabiendas, te paras admirado en la tienda de boxeo y ya estamos en el Húmedo, donde ahora presta más sentarse que acoplarse a la angosta barra. Entonces te sirve la profesora una suculenta ración de rabo con mollejas en posición 1; en el Albany, un helado de yogurt y avellana, todavía sentados y con resistencia media; y en el Soho ya te atiza el Saphire (ahora no recuerdo cómo se llama ese combinado) volcados sobre el manillar de triatleta y al 80%. Después de estirar y recuperar el pulso, recuerdo que necesitaría algo para leer y en Pastor encuentro de todo menos lo que busco. Pero es que en realidad no sé realmente lo que busco. En la planta superior adviertes que es inmensa y de las que invitan a quedarse un largo rato mirando títulos y autores, hojeando, husmeando… nadie te molesta, ¿a que todas las librerías deberían ser así? En anocheciendo llegan los capos con las credenciales y ya estamos todos, el pelotón va tomando forma. Y se reanuda la marcha cansina pero cierta y bien dirigida por la cinta que hace una finta por las vidrieras siderales, otra vez del Húmedo al Romántico y vuelta al Húmedo, entre patatas picantosas y picadillos pendencieros. San Martín emite efluvios de morcilla y es hora, claro, de bichear, verbo que en cualquier otro lugar significaría otra cosa pero que en León es lo que es. El notas no será precisamente instructor de Pilates, pero esos panes pringados y olorosos te dejan tumbao. El siguiente paseo será corto porque las pulsaciones ya no dan para mucho más, pero anima esa luz y el donaire que tiene esta ciudad. Cadenciosas, gustosas, las gotas van derramándose en el paladar, en la garganta, en el alma, subimos la plácida colina apenas cadera atrás en posición 3. En León vive una profesora de Gin Tonic y algunas monitoras de Cardio Box. La última bendición en el Taxman ya la recibiríamos en posición nine, si la hubiera, pero es tiempo para una retirada digna, que empieza la fiesta. Mañana ya será Salvador Quien Pueda y convendrá salir bien… tonificado.

Nota: hemos tomado prestada la foto de este artículo a paislliones.com, hasta que tengamos una propia que merezca la pena.

7 Comentarios

  1. Según miras la foto a la izquierda yo he comido bacalao de un gran nivel. Otro dia bebi mucho vino del Bierzo y soñe con los angelitos de la gran catedral. Saludos a todos los que han disfrutado del Humedo.

  2. Yo desde Portugal estoy inmerso en mis cursos de marisco acelerado. Cuando vuelva a Madrid comento los post por si hay algo que añadir. Este lo clava. Aunque la caminata de calentamiento hasta el hotel no dió luz verde para lo demás.

  3. Las patatas picantonas en el Flechazo, el codillo en el Flandes, un salmorejo en el Madrid y remata la faena la morcilla de la Bicha. Con todos esos ingredientes se sube Pajares y…….Esteso. Y Antoñito en Donosti recuperándose.

  4. ¡A fé mia que no alcanzo a leer cosa alguna sobre el buen vino que se ofrece en misa en la Catedral de León!. ¿ Tal vez vuestras mercedes no fueron a encomendarse a quien correspondiere para mejor hacer el Camino que, jorndas adelante les esperaba?. Pues, digo, La Catedral y San Isidoro, por fuerza, han de ser los unicos lugares que no visitaron vuesas señorias, que, de todos los lugares en que se ofrecian comidas y bebidas dieron cumplida cuenta. Y ,a sí, sin la premisa de la necesaria bendición, resultó el Camino de San Salvador….lleno de penalidades y angostura. A veces.Que, ha decir toda la verdad, supimos resarcirnos cuando correspondía, de la manera y forma que ya se ha dicho, creo, que por el Licenciado O´gaitas entre otros.

    1. Muy bueno, Carlos. Entonces, ¿en serio que eran esos los templos sagrados que habíamos de visitar? Pues está claro que no ibamos muy bien informados. Ahora me explico algunos avatares del viaje. Menos mal que creo que tenemos ahora por allí al mariscal, le pediremos que les haga una visita, aunque sea de urgencia y a posteriori.

  5. ¡ Bueno será que el hermano Etañovich entone laudes, maitines, latinajos en general ó lo que sea menester, con tal de aplacar enojos angelicales, si los hubiere!. Más, es así, que quedan otros templos que visitar, si no los conociere el hermano mariscal, a saber; La Gitana, recomendable la paletilla de cordero y la merluza. El Besugo, el Latino.El Miserias si de cabrito tratamos. Como veis es ardua la tarea, pero, la sabrá llevar a cabo con presteza y acierto. Y, por rematar y finiquitar,un café y una bebida esperituosa en el San Marcos, aunque, cierto es, que le aflojaran la bolsa por lo fino en aqueste último lugar. Todo sea por el perdon de los pecados acaso cometidos. Amen.

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