Miénteme, Pinocho. Que me va tu marcha. Ya no es que infames y algo quede, es que se queda todo. Vivimos en la mentira, nos alimentamos de ella y nos sentimos feliz y a gusto a su sombra.
Miénteme, corazón. Dame vidilla con las historias truculentas que me cuentas. Llámalas verdades alternativas, son las que me complacen y consumo a diario. Las que dibujan el mundo como tiene que ser, y no lo dudes, ya haremos que sea.
Miénteme fácil. No dejes que me engañen con argumentos, datos y explicaciones largas y aburridas. Eso que llaman rigor…. Quiero cosas sencillas, ideas redondas y simples, que se digan en una frase, o mejor, de un grito. Alto y claro.
Miénteme deprisa. Necesito librarme de toda esta pedantería ilustrada, qué se habrán creído esos iluminados, qué me van a contar a mí lo que es la vida. No tengo tiempo para reflexiones ni filosofías, dame una golosina instantánea, rotunda, y la compro.
Miénteme a conciencia. Estoy dispuesto a creerme lo que no veo y a ver todo lo que dices que hay. Lo tienes bien planificado y organizado, yo sólo tengo que dejarme llevar y repetirlo. Lo que se rompe, lo corrompido, lo que estrangula nuestra vida y lo que nos deniega la libertad.
Miénteme sin complejos. No estamos para exquisiteces ni pieles finas. Llama a las cosas por su nombre, y si no lo tienen, se lo pondremos. Si dicen que fue una barbaridad, demostraremos que fue justo. Si no hubo sospechas, aflorarán. Y si se ofenden, por algo será.
Miénteme sin juicio. Que tus teorías sean mi inspiración y tus invenciones mi delirio. Que no me falten tus locuras y juntos las convertiremos en razones imbatibles. Nuestra pasión irrefrenable devendrá en éxtasis colectivo que moverá montañas y gobiernos.
Miénteme fuerte. Que resuene, que se oiga donde se tiene que oír. No te faltarán altavoces potentes ni a mí velocidad para que corran. Por las redes, por los despachos, por los juzgados… Si llegamos a muchos, si somos más los engañadores y los engañados, no nos pararán.
Miénteme por España. Que no nos tomen el pelo ni nos adoctrinen con salarios, pensiones, igualdades, sanidades universales, contratos sociales, ciencias, ecologías ni más zarandajas ideológicas. La patria, la que es y será nuestra, es lo único que mentar y bien vale mentir.
Miénteme mucho. Como si fuera esta gran noticia la última que me vas a dar.
Miénteme, chulo. Que bien sabes hacerlo porque esas mentiras bien te las saben pagar.
(Foto: Schwerdhoefer)
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