Yo recuerdo aquel día / que nos fuimos a bañar / aquel agua tan fría / y tu forma de nadar / en el río aquel / tú yo y el amor…
Bien, pero aquí no estaba Miguel Ríos ni se le esperaba. No había historia de amor que contar y además aquello no era un río sino un lago. Lo único que coincide es que nos bañamos en aquella agua tan fría (porque en la canción está incorrectamente dicho, por mucho que quizás nos suene mejor) y que la experiencia fue inolvidable. Añadamos que estaba en medio de un profundo bosque.
Este bosque y este lago se encuentran a unos pocos kilómetros de la ciudad en la que no sólo la cercanía a la naturaleza, sino la naturaleza en la misma ciudad, son una de sus señas de identidad. Otra es el diseño, la elegancia y sencillez en las formas, desde la arquitectura hasta lo cotidiano, de sus edificios más emblemáticos a una taza de café.
Una ciudad, por otro lado, con mucho contenido, que no aburre ni deja indiferente. Si se va para dos o tres días, se van a quedar cortos. Si el viaje es de dos semanas, no nos van a faltar cosas que ver o hacer. Es más, nos podría dar para casi un año entero yendo a sitios diferentes cada día, pero bueno, tampoco hay que pasarse. El caso es que hay mucho que descubrir y aprender, estando como estamos en un país rico en cultura, historia, tecnología… además, muy vital y muy deportista. Y muy divertido, puedo dar fe.
Por lo demás, una ciudad de la que no escribí lo que le debía porque el tiempo a mi vuelta no me dejó opción. Ni agradecí lo suficiente a quien me ayudó a conocerla y entenderla mejor -en gran parte gracias a sus periódicas y certeras dosis de WhatsApp, he de decir. También ayuda bastante, para manejarse dignamente por allí, el hecho de que convivan dos lenguas oficiales, porque si no… ni llegué a aprenderme el nombre de la calle de mi hotel.
Volviendo al baño y a esa agua tan fría, decir que todo tiene su encanto y además su truco. Y seguramente, no hubiera podido hacerlo en otro país.
P.D. ¡Qué fácil lo he puesto esta vez! Pues ya sabéis, se trata de acertar el nombre de la ciudad… y nada más esta vez, porque pedir encima el nombre exacto del sitio y el lago en cuestión, podría ser demasiado. Bueno, si alguien además lo acierta, tendrá bono extra. En cualquier caso, me ocuparé de que el premio al ganador sea acorde a la categoría del lugar.
Avanzo que no estoy muy seguro porque algunos detalles me desconciertan. Eso que que haya lugares para ver durante dos semanas, el hecho de que menciones un lago y crea que es un ambalse aunque finalmente es casi lo mismo. ¿Se trata de Vitoria? ¿Es el embalse de Urrunaga?
Un saludo
Puede que se parezca, pero no es. Y sí es un lago.