¡Sorpresa! ¿o no tanto? Desde luego, el súbito y nocturno nombramiento de Soraya Sáenz de Santamaría como nueva presidenta del Grupo PRISA no va a dejar indiferente a nadie. Todo parecía indicar, y de hecho se había anunciado, que sería Manuel Polanco quien tomaría el relevo de Juan Luis Cebrián al frente del gran grupo de comunicación. Pero nuevos hechos se han precipitado, y no estará de más ponerlos en contexto.
Ya se vaticinaba que los días -y al final han sido las horas- de Sáenz de Santamaría en el Gobierno estaban contados. Las voces dentro del PP, achacando a su figura la pésima gestión de los acontecimientos en Cataluña, y finalmente los desastrosos resultados del 21-D, eran crecientes y ya se habían hecho incontenibles. “Cospedal lo hubiera hecho de otra manera” era el estribillo de la canción. Ya, al día siguiente del fracaso electoral, había salido como un resorte Jorge Moragas, hasta ese momento jefe del gabinete del presidente del Gobierno, a un nuevo y suculento puesto como embajador en la ONU. Y ahora es la ya ex vicepresidenta la que ha encontrado una salida digna.
Ya se conoce la proverbial capacidad de Mariano Rajoy para resistir –“el que resiste, vence” fue una de las frases lapidarias de su ilustre paisano, Camilo José Cela. Y en esa permanente lucha y arte de vadear los temporales, no ha tenido reparos cuando se ha tratado de soltar lastre, así ha sido repetidas veces a lo largo de su trayectoria política, y fundamentalmente al frente del partido. Ahora es Soraya, su brazo derecho, la persona en la que ha depositado su confianza y a la que ha enviado siempre a los frentes más controvertidos, esos a los que el presidente declinaba acudir. Cuando ha empezado a ver que seguir teniéndola a su lado podía convertirse en un problema, necesitaba quitárselo. Además, las prioridades del Partido Popular han cambiado desde las elecciones catalanas. Ahora, el nuevo foco es combatir el ascenso de Ciudadanos. Y necesita una nueva estrategia, con renovado mensaje y otras caras.
Por otro lado, el debate en torno a la sucesión en PRISA ha sido largo e intrincado. Diversos los intereses, las presiones y los candidatos que se han barajado. Desde el in pectore que no fue, Javier Monzón, hasta el que parecía ya consensuado, Manuel Polanco, pasando por los rumoreados Cristina Garmendia, Jaime Carvajal… Pero en los mentideros y bastidores, tanto políticos como mediáticos, se aseguraba que, fuera cual fuera la determinación que se tomara en el Consejo de Administración del grupo, la decisión debía contar con el beneplácito de las más altas esferas. Y no era otra que la entonces vicepresidenta quien debía legitimar la elección. Ahora las piezas encajan. Una vez desencadenados los acontecimientos y desatadas las voces en el partido en el poder, el giro ha sido rápido y oportuno. De supervisora de la designación, Soraya ha pasado directamente a erigirse en la flamante presidenta del mayor grupo de comunicación de Hispanoamérica.
Podrá sorprender, y hasta escandalizar a no pocos, que sea una figura de referencia en la derecha española quien tome las riendas de la empresa que edita El País, aparte de propietaria de emisoras como la Cadena SER. Pero quien venga siguiendo las líneas editoriales de estos medios, y en especial del diario de Miguel Yuste, ya habrá advertido, en los últimos tiempos, un significativo cambio de rumbo, un enfoque mucho menos beligerante con el actual Gobierno, incluso decididamente leal en los grandes asuntos, por ejemplo, en todo lo relativo el “procés”.
Pero en fin, ahora todo son valoraciones, y lo que contarán son los hechos. El Grupo PRISA tiene nueva cabeza visible y nuevo rumbo. En breve, imaginamos, conoceremos sus primeras decisiones, y desde ya las esperamos.
Por lo demás, y para no alejarnos del contexto, simplemente reflejar algunos titulares que se pueden leer estos días, por ejemplo un 28 de diciembre como hoy…
“Denunciado un robo de ordenadores en la sede de Mercasa, empresa investigada en Lezo”
“Jordi Pujol Ferrusola sale de la cárcel tras depositar medio millón de fianza”
“España doblará su gasto en Defensa en siete años”
“Los efectos de Bruno podrían encarecer los precios de pescados y mariscos para Nochevieja”
“El gobierno de Trump aplica un fuerte recorte al presupuesto que asigna a la ONU”
“La comisión electoral rusa rechaza la candidatura del opositor Navalni para competir con Putin”
“Cristiano Ronaldo acusa a Hacienda de tratarlo peor que a Messi”
«Mourinho: ‘No son suficientes los más de 300 millones que gasté…’”
“Capello afirma que Ronaldo es el mejor jugador que ha entrenado”
… con la notable diferencia de que todas estas noticias sí son ciertas, Queridos Inocentes…