Podrías estar ante Bento, Damas, Vitor Baía o Pereira, que defendieran la portería de la selección lusa en citas europeas y mundiales de otro tiempo, o ante lo los actuales Eduardo, Rui Patricio o Beto. No hay mucha literatura sobre porteros portugueses, seguramente Baía pase por el más famoso, pero siempre en ese país se habló más de delanteros y centrocampistas. A ver, ¿como se llamaba el que jugó en Inglaterra’66 con Eusebio? Seguramente, como pasaba aquí antes, se juntaban los amigos y al más malo, o al que no le gustaba el fútbol pero no quería quedarse solo en casa, lo dejaban de cancerbero. Lo que no me cabe duda es de que sus estiradas eran largas, voladizas y prolongadas en el espacio y el tiempo, y no atenazan el balón sino que lo toman con delicadeza y hasta le hablan con cariño. Eso sí, luego no lo sueltan. En cierto viaje conocimos a este guardameta, no parece la verdad muy en activo, aunque buenas maneras sí que intenta demostrar el chaval. No se ve balón por ninguna parte, a lo mejor su misión es que no le cuelen un percebe o una zapateira, que cada una que ataje irá al saco, esto es, a su ávido estómago. Tampoco estábamos precisamente en el estadio Da Luz de Lisboa ni en O Dragao de Oporto. Pero tires lo que tires, ojo con mandarla fuera, que se va directa al Atlántico.
En fin, a ver qué contamos mañana de los porteros de Portugal, y de España.
yo después de RAMOS a lo PANENKA ya me quito el sombrero……
Ese portero y ese campo lo conozco muy bien. Es de los campos de fútbol que podrían incluirse perfectamente en ese listado de terrenos de juegos originales, por su situación.
En pleno Atlántico, en lo que es el Alentejo portugués, concretamente en Cabo Sardao, con el faro del cabo haciendo de palco, y los acantilados de fondos.
Justo detrás de Henrique do Paulao, el guardameta en estas ocasión, hay un acantiladito de mírame y no me asomes.
Nada más que hay que darse una vuelta por goggle maps, poner Cabo Sardao e ir ampliando para darse cuenta uno donde está situado el campito.
Se te ha olvidado uno de los últimos guardamentas lusos y que vistió la camiseta del Betis, el gran Ricardo.