Crónica de una inauguración

Generalmente, las crónicas de los partidos inaugurales suelen resumirse en que ha empezado el Mundial. Quiere esto decir que poco más han dado de sí. Excepto quizás las de Italia’90 y Corea y Japón’02, en las que hubo noticia porque una selección africana derrotaba a la campeona del mundo vigente, Camerún y Senegal a Argentina y Francia respectivamente, las demás han dejado más bien poco. Y alguna castaña infumable, como aquel Alemania-Polonia de Argentina’78. Y desde el pasado mundial, quien abre el fuego ya no es el campeón que defiende el título, sino el anfitrión. Hoy tenemos un Sudáfrica-México, interesante partido para un grupo en el que van a saltar chispas pero, con todos mis respetos a ambas selecciones y países, no es un cartel de primera para una cita tan señalada. Así que, en vez de hacer hoy un repaso de las inauguraciones que hemos vivido, como inicialmente había pensado, he preferido que sea don Francisco Ibáñez quien nos relate una inauguración de un mundial como debe ser. Fue precisamente en 1978, en Argentina. Algunas cosas han cambiado desde entonces, pero otras absolutamente no 🙂