Internet de la ropa

Nos gusta cada vez más hablar de Internet de las Cosas, ya lo hemos hecho algunas veces Internet de las Piernas…,  Ciudades inteligentes, no es cosa de alcaldes. A día de hoy, aparece siempre entre las ocho o diez tendencias tecnológicas a seguir, según los expertos. Pero es muy posible que dentro de poco sea la más poderosa. En efecto, como se dice, en un futuro todo lo que no se coma se podrá conectar a la red. Y hoy hablamos de ropa. Traemos a esta empresa, Innovalley, concebida por un emprendedor catalán, Xavier Verdaguer, pero lanzada en Silicon Valley, ya imaginamos todos por qué.

Innovalley diseña y fabrica lo que podríamos llamar ropa inteligente. En algunos casos con mera intención efectista o lúdica, pero en otros con una clara vocación funcional. Por ejemplo, unos zapatos dotados de GPS que, conectados a un smartphone, guían nuestros pasos, vibrando cada vez que debamos girar a la izquierda o a la derecha; o cascos y prendas para motoristas que nos informan sobre el estado del tráfico. Más fashion es una sudadera que, sincronizada con el teléfono, emite contenido dinámico como vídeos o nuestros propios tweets, y en la propia manga podemos llevar el cuadro de mandos; o bolsas diseñadas a base de placas solares, dentro de las cuales podemos recargar el móvil, el tablet o del portátil.

La compañía, que dice estar inspirada en la energía creativa de ciudades como Barcelona y San Francisco, manifiesta en su página web su pasión por el diseño y el intenso deseo de innovar. Y se autodefine como una fábrica de ideas reales que den lugar a productos inteligentes, bonitos, sostenibles y felices. Su objetivo, en definitiva, es ampliar el campo de aplicación de la tecnología, llevándola a la propia ropa que llevamos cada día. Para que sea más útil en nuestro día a día, pero al mismo tiempo para que proporcionar buenas experiencia de uso, sin olvidar el diseño. En definitiva, para la que a la gente le guste llevarla.

Pero por revolucionario que nos parezca, lo que hoy hace Innovalley es apenas la punta del iceberg de todo lo que podremos hacer, de lo que no tendremos que hacer, y de los modelos de negocios que emergerán gracias a Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Esta tecnología consiste, ni más ni menos, en el intercambio de información, vía datos, entre dos máquinas remotas. Como el control remoto que conocimos, pero potenciado por Internet, lo que permite que los objetos, dotados de sensores, puedan comunicarse desde cualquier lugar del mundo.

De acuerdo con los expertos, tres son los factores que están promoviendo el desarrollo de IoT: la miniaturización de los componentes, que ya prácticamente pueden ser incorporados a cualquier objeto; la ampliación del ancho de banda y de las posibilidades de conexión en movimiento; y la proliferación masiva de nuevas aplicaciones y servicios que aprovechan la información que generan los objetos conectados, dando lugar a su vez a nuevas demandas y sus correspondientes respuestas.

Algunos artículos que hablan sobre la compañía

Rtve.es, prendas inteligentes

TicBeat, El lado fashion de Internet de las Cosas

Claro que, dentro de unos años, nos leeremos y tendremos la misma sensación que ahora al encontrarnos recortes o clips de cuando el primer 600 o el primer PC. Tan jóvenes…