Derby de lo mismo, discursos repetidos

Courtois, portero digno de la gran tradición belga, reconoce que es penalty. Entonces ahí no hay duda. Lo que se discute es la expulsión. Casillas estuvo de diez: “espero que cambien esa norma”. Y estoy de acuerdo en que el reglamento debería matizar mejor lo del último hombre, si no hay alevosía ya es bastante castigo los 11 metros, y no hay necesidad de romper un partido que, por cierto, se presentaba interesante, con un Atleti mucho más entero de lo que suele comparecer en el Bernabéu. Pero amigos, hoy por hoy el reglamento es el que es. Y Mateu Lahoz actuó con arreglo a él. La diferencia entre los buenos y los malos árbitros es que los primeros lo aplican escrupulosamente –aunque a veces ello derive en injusticia- y los segundos hacen un churro con él. ¿Qué preferimos? Luego está el entrenador que, habiendo encontrado una buena solución en Diego para colapsar el centro del campo madridista, al verse con diez cambia… a Diego. Y que parece que no tiene un lateral derecho mejor que Perea, y su banda fue una autopista. Y que tiene a Reyes –no será de mi devoción pero es buen pelotero- muerto de risa en el banquillo y lo saca cuando el partido está muerto. No brilló el Madrid, fue superior cuando el rival ya no dio más de sí después de una hora en inferioridad. Y volvió a demostrar que si cuesta abajo es incontenible, cuando se trata de abrir defensas bien organizadas le falta claridad. Si no marca pronto, sufre.

Pero al final, por mucho que nos esforcemos, no vamos a cambiar el discurso preconcebido de unos y otros a propósito de los derbys de los últimos años o décadas. Podrá pasar lo que pase, pero decimos y repetimos lo mismo de siempre. Por un lado, los que proclaman que este Madrid de Mourinho es incontenible, no crece la hierba por donde pisa y camina glorioso hacia la conquista de todos los títulos, más ahora que el PP ha vuelto al poder y no le van a detener los elementos ni los villaratos, que ya está bien de aguantar a un presidente culé. Y por otro lado, los convencidos de que les han vuelto a robar como les han venido robando estos últimos 12 años, que a ver si el Barça les mete cinco otra vez, pero claro, ahora que la derechona vuelve a regir los destinos del país y del fútbol, toca dictadura blanca otra vez. Uno y otro ¿no son en realidad el mismo discurso? Para unos, los goles y las paradas son de Mourinho; para los otros, son de Rajoy, Aznar, Franco.. el gol del Getafe también, por cierto. Qué aburrimiento…

Por eso, porque es más de lo mismo y no cambia, la noticia del fin de semana no hay sido el derby. La noticia ha estado en Getafe. Se cumple justo un año de la “manaza” del Camp Nou la temporada anterior, que marcó el resto de esa liga. No sé hasta dónde y hasta cuánto estamos en las mismas. El FC Barcelona sigue siendo el mejor equipo del planeta y claro, de España, por mucho que se empeñen y quieran buscarle tres pies al gato o una mancha blanca en la camiseta. Lo que pasa es que no se puede, no es humano, jugar tantos años tantos partidos con toda la concentración. Y mi pronóstico era que esta temporada el Barça será el de siempre, el inconmensurable, en los grandes partidos. En el Bernabéu el próximo 10 de diciembre, en los choques fuertes de Champions…no me cabe duda. Pero en partidos de a diario se va aplatanar más de una vez, como ya se aplatanó en Anoeta y como le ha pasado en el Coliseo, o no le va a salir todo tan bien, como en Valencia o Bilbao. Por eso está a seis puntos. El Madrid está haciendo mejor los deberes que el año pasado, y ahí puede estar su liga, aunque posiblemente no gane los clásicos. Claro está, si es capaz de mantener ese impresionante nivel físico hasta final de temporada. Y si el Barça no le somete a un nuevo sonrojo que le toque la moral. Esas serán otras cuestiones.

Y para terminar, una para Mourinho, que ya saben lo que le aprecio. Hay que pensárselo antes de hablar y mirarse la viga, legaña o lo que tenga en el ojo. Mal está, y muy torpe, que Manzano anuncie un partido feo y bronco. Pero me parece que él no es el más indicado para criticarlo, diciendo que si le avisan de que la película va a ser mala, no saca la entrada. Si a mí me llega a avisar, por ejemplo, de que iba a plantear de la manera que planteó aquella famosa ida de la semifinal de Champions en Chamartín, a lo mejor no pongo la tele. Claro que ya sabéis que para algunos fue “excelente”. Como todo lo que hace él, faltaría más.

Para dejar buen sabor de boca –o malísimo para algunos, lo siento- el golazo de Iñigo Martínez, el segundo que marca este año, pero esta vez el de la victoria y ¡en el minuto 91! Y la carita que se le queda al portero. Pobre Pepe Mel, desde que se me ocurrió hablar bien de él…