SIMO, mis SIMOS y algún Simolacro

SIMO, creo, de 2006 Hoy no he podido asistir a la jornada inaugural de SIMO. Voy a intentar acercarme mañana, aunque tenga que ser una visita relámpago. No me gusta faltar, aunque comparto de mucho de lo que se dice sobre la feria, de lo que fue y ya no va a volver a ser; aunque crea decididamente que debe existir y mostrarse honestamente como es, fiel reflejo de cómo es el sector de las TIC a día de hoy. Hago un recuento rápido, a fogonazos, de todos los SIMOS que he visto… y muchos hasta vivido intensamente. A memoria abierta, aquí van:

1990. Mi primer SIMO –como profesional de los medios- y el último en la Casa de Campo, que debió ser lo que la Casa de Fieras al Zoo de Madrid. Al segundo día casi me tienen que dar oxígeno. Agotado y frustrado, la empresa acababa de anunciarme que ya no me pagaba los taxis por desplazamiento. Y no me merecía eso. Pero empecé a tomarle el gusto a la feria. Y a sus fiestas, naturalmente. Un PS/1 de IBM, recientemente lanzado, con Windows 3 incorporado y un microprocesador 286, costaba en torno a 220.000 pesetas en su configuración más básica.

1991, el primero en IFEMA, por primera vez esa sensación cruzando el pasillo de las banderas, sacudidas por el frío gris de esos altos días de noviembre. Y también el primero con, bueno, micro stand. De viernes a viernes, sólo descansé el domingo. Para hincharse. Apple acababa de poner en el mercado sus primeros portátiles, los PowerBook.

1992. Lo llamé el SIMO de la estampita, se anunciaba el más grande y se notaban los huecos, se hacía plenamente patente la primera gran crisis del sector. En lo personal, después de un octubre y noviembre de infarto, como recompensa ocho días sosteniendo un stand, olvidado, apenas la azafata aguantó como yo los ocho días, y stand con el que literalmente hube de cargar el último día, ya cerradas las puertas, esa mesa que se me cayó en los tobillos del compañero de la furgoneta, no podía más. Triste, abrumado, quemado. Los pies ni me sostenían…

1993. El primer SIMO organizado ya por IFEMA –hasta entonces era CITEMA, con el mérito de más de 30 años, ya agotado. Más realista, menos pabellones, menos mentiras. Fechas un poco menos invernales, a primeros de mes, y sobre todo, más corto. De martes a viernes, el fin de semana para ellos. Un modesto comienzo para lo que luego fue una gran trayectoria. Por aquel año Intel ya había equipado los primeros PCs con Pentium, y Apple intentaba manejar su apuesta por Newton.

1994. Apenas unas horas de SIMO aquel año, a cuenta de un stand de Fujitsu en el que el gran atractivo era un niño-disco. Lo multimedia empezaba a reanimar el mercado, empezaba a haber vidas que cabían en un CD-ROM.

1995. Quizás fuera mi primer SIMO libre como un pajarillo. Y ahora lo tenía cerca de casa. Esos suplementos en La Gaceta, apenas saldrían tres. Parecía que Windows 95 lo iba a copar todo. Pero ya empezábamos a hablar –y mucho- de Internet.

1996. Como free lance ocupadillo, muy ilusionado, y sin embargo no me llevé más que disgustos ese año. Cuidado, que de lo que ya hablábamos era de servidores de Internet. Y de intranets

De 1997 a 2003, principalmente en el stand de Microsoft. Bueno, y comidas en Cabo Mayor con otro cliente que, aunque ya no en Cabo Mayor, creo que las sigue celebrando. “Habrá que comer” dijo aquel, y con él eran tres del mismo medio. Estos ya eran SIMOS enormes, la Nueva Economía en ebullición. Mención especial se merece el de 1999, ese viernes de feria la justicia norteamericana había declarado a Microsoft culpable de prácticas monopolísticas, y la amenaza de división pendía más que nunca sobre la compañía. Portada de El País, crisis anunciada pero que resultó de dimensiones ciclópeas, prácticamente imposibles de abarcar. Hubo que pasar el sábado de guardia en el stand por si los medios, quien se acercó por la tarde fue el director de Comunicación de Apple, a mostrarnos su solidaridad como profesional que sabía bien las que estábamos pasando, chapeau Paco Lara, no me cansaré de recordarlo. Mi último SIMO en ese stand, 2003, fue cuando instauramos el chocolate con churros –no voy a decir de quién fue la idea :-)- para recibir y “bendecir” a los periodistas según llegaban abrumados el primer día. Se ha seguido celebrando después, mientras Microsoft ha acudido.

2004. Palabra que estuve, pero ahora no recuerdo nada nada. Eso sí, todos los móviles que se preciaran ya llevaban cámara incorporada.

De 2005 a 2007, con la BSA. Los premios, esas gestiones, esos protocolos, esos discursos, tanta intelectualidad propietaria o no. De la ministra Carmen Calvo –pero tuvimos que celebrar el acto por la tarde para que viniera, a costa de que no hubiera casi periodistas- al hoy ministro Antonio Camacho, pasando por el secretario de Estado Francisco Ros, y bueno, la ONCE, la Agencia Tributaria, la Fundación La Caixa…en 2007, además, llenamos aquello de policías tecnológicos, y el alto directivo europeo de la asociación que estaba de paso –alemán, para más señas- se quedó perplejo de lo que éramos capaces de mover en España. Con lo que nos pagaban. Aún no éramos conscientes del fracaso que iba a resultar Windows Vista, pero en aquel año de su lanzamiento, nos preguntábamos: ¿Y qué será de todo esto el año que no venga Microsoft?

Y en esto llegó 2008. No fui yo quien faltó a la cita.

2009, un nuevo SIMO, en septiembre, dos pabellones y uno de Microsoft, que se gastó la pasta porque presentaba Windows 7. Lo bauticé como Un SIMO en ropa interior

2010, el mismo nuevo SIMO pero sin Microsoft, esta vez no tenía lanzamiento estrella. Total, un pabellón. Lo llamé Desnudo e imprescindible…

Del 2011, veré mañana, a ver qué puedo contar. Pero con todo lo visto, sufrido y disfrutado, a mí me gusta que siga habiendo SIMOS. Esa entrada por el paseo de las banderas…

1 comentario

  1. UNA REFLEXIÓN: yo he ido a algunos Simos….. algunos, la mayoría, de la mano del Bloger y me parece inexplicable que una feria de tecnología que ha visto pasar los cambios más alucinantes de nuestras vidas se vaya a la mierda cuando cada vez la tecnología es mejor y más alucinante…… parece como que la supertecnología va tan rápida que no da tiempo ni para verla en una feria……. El SIMO es hoy mirar internet y ver los mil producto nuevos que salen cada día……
    En mi sector la crisis afecta, pero la Feria de Agricultura más importante, la FIMA, sigue casi intacta 30 años después…. es lo que tiene ser primarios…..

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