Ay River River…vuelve pronto

Ay Di Stefano, Labruna, ay Daniel Pasarella, que hacía 33 años y un día, en ese mismo estadio, aupaba la Copa del Mundo y hoy le ha tocado rumiar esto como presidente. Ay Enzo Francescolli, Hernán Crespo, Ariel Ortega, Sorín, Aimar, Saviola, Pavone, Almeyda y hasta Mascherano e Higuaín. Señoras y señores, el Club Atlético River Plate es equipo de B Nacional, titulaba ayer un diario de Ushuaia. Después de 110 años. En realidad esto podría haberles sucedido antes, y también podía haberle sucedido a Boca, lo que pasa es que los sistemas de las competiciones argentinas son para que te los expliquen. Si ayer hubieran ganado 2-0, o incluso 3-1, ese penalty Pavone, se hubieran quedado en la máxima. Pero esta vez no hubo campana ni regla de la manga que les salvara y el mejor equipo de América –según las estadísticas de las FIFAs y demás siglas de este mundo- se va al infierno. Cómo estarán hoy las tripas del barrio de Núñez, esas no las pude fotografiar, ni siquiera llegué a estar allí, que Buenos Aires es enorme y en unos pocos días no se puede abarcar todo. Muchos no saben que River también se fundó en La Boca, como su eterno rival, de hecho su camiseta es la bandera de Génova. Luego fue mudando de casa, vivió un tiempo en el pijísimo Recoleta y finalmente recaló en Núñez. Pero el estadio Monumental está en Belgrano, el barrio contiguo. Ojo, estos no son los que le han mandado a Segunda. Este equipo de azul celeste que les dio la puntilla en la segunda parte es de Córdoba. Bueno, es que Belgrano fue un militar y político de cuando la independencia, como San Martín, Maipú o Mitre. Y entonces pasa lo que pasa en este país: Belgrano se llama el citado barrio de BA, que tiene su equipo, el Ahtletic Club; el de Córdoba es del barrio Villa Belgrano, y hay otro barrio en Rosario. En la capital, Belgrano es una avenida, un pasaje, una plaza, una estación de metro y una Universidad, entre otras cosas. Y luego, a lo largo del país, se llaman Belgrano tres bases árticas, un montón de pueblos y departamentos, un lago en el Parque Nacional Perito Moreno, dos cerros (o sea, dos montañacas de cuidado), un río, un ferrocarril, una radio, dos cruceros… y un asteroide. En fin, se consumó la tragedia de los “millonarios”, queda para recordar esa imagen final de los jugadores llorosos reunidos con su entrenador grave el gesto, rodeados de un grueso anillo de policías. Y, quitando los que lanzaban piedras y el agua de las mangueras que ascendía a toda presión, esa mayoritaria masa que ahí seguía, sin moverse del sitio, callada, como espetándoles “esto es lo que nos habéis hecho”. Según el comentarista de televisión, “miran hacia arriba buscando alguna explicación que allá abajo el fútbol no les supo dar”. Ánimo River, volverán tiempos mejores. Y volveréis…