Calor calor Temblor…

… Lorca del revés. Lo escuchaba en directo por la radio. Cuando el primer movimiento, a eso de las cinco, ya decían que parecía más fuerte de lo normal que se da por allí, pero aún así no parecían tomárselo con demasiado dramatismo. Cuando el segundo, a las siete menos cuarto, ya las voces sonaban torcidas. Y cómo es el destino, minutos antes habían estado bromeando a propósito de las profecías que vaticinaban un gran terremoto en Roma justo ayer, uno de cada cinco romanos no fue ayer a trabajar Deia.com. Y miren lo que me encuentro trasteando por ahí. Anuncian terremoto destructivo en España Los geólogos españoles habían advertido hace dos meses que algo así podía ocurrir. ¿O se referían a algo peor que está por venir? Ayer han emitido otro comunicado, señalando que un terremoto del 5,2 en la escala Richter no debería haber producido víctimas. El último de consecuencias mortales acaeció en 1884. Y el más dantesco data de 1755, con epicentro en el Atlántico, que causó 15.000 muertos en Lisboa y 2.000 en las costas de Huelva y Cádiz. En la Mezquita de Córdoba aún se pueden ver las grietas que provocó. El único que yo he sentido, de noche en la cama, creo que fue en 1971. Y hoy tenemos terremoto en España, y esa es la noticia. Todas las radios, todos los políticos, todos los conciertos…el espectáculo ya está en marcha. Hay cosas que no entiendo pero hoy prefiero que predomine la solidaridad con las víctimas y todos los damnificados. Y con toda esa gente que oigo paralizada de miedo.

Y tampoco entiendo, en la ya célebre escena del campanario, a ese paisano al que se oye de fondo decir “qué grande, qué grande”. Caída del campanario