Cuando de algo no se habla, suele ser porque va bien. Y llevábamos siete años sin hablar del tratamiento informativo de RTVE, que mira que corrieron ríos de tinta en su tiempo, en todos los tiempos. Había consenso, nadie se quejaba, al parecer se informaba con rigor, calidad y sobre todo independencia. Pero se ha terminado. Parece evidente que el PP se ha dado cuenta de que no podía consentir ni un minuto más sin romper esta baraja, esta también. Lo hace a su fiel manera, como apuntaba ayer Ignacio Escolar Escolar.net – Dinamitar RTVE. Muy calculado: primero echan una gotita, luego una gota más gorda, después el chorro y en nada tenemos el chaparrón desde todo el frente mediático de la derecha. Del puntito mezquino de Cospedal en el programa de Ana Pastor al gran debate nacional que viene sobre la “manipulación informativa de la televisión socialista”. Implacable. La misma Dolores decía quejarse de la escasa repercusión hasta ahora de su mensaje. Es que no lo había ni había tal realidad, y ahora han decidido que tenían que construir el mensaje. Y la “realidad” también.
No se trata de ningún alarde gratuito asegurar que esta es la RTVE más independiente de la historia. Más que nada porque nunca lo fue. Le tocó nacer en pleno franquismo y los sucesivos directores generales de Radiodifusión y Televisión –Adolfo Suárez fue uno de ellos- reportaban directamente al ministro de Información y Turismo, que era el que dirigía realmente y movía los hilos. Siendo director de informativos, mi admiradísimo Alberto Miguel Arruti tuvo que llamar y despertar de madrugada a don Manuel Fraga Iribarne para consultarle cómo informar sobre la invasión soviética de Praga en 1968, que se acababa de producir. “¿Que han entrado los tanques en Praga? ¿Y dónde van a parar?”, parece que respondió el todavía dormido ministro.
En los años de la transición, la transformación política e institucional no terminó de llegar a RTVE, no dio tiempo, se convirtió en Organismo Autónomo como antesala de lo que después sería el Ente Público. En un país en pleno cambio, la gestión del diplomático Fernando Arias-Salgado estuvo sujeta a no poca controversia. En la última etapa de UCD en el poder ya se crea el Ente Público y en pocos años se suceden varios directores generales, entre ellos Carlos Robles Piquer, cuñado de Fraga por la derecha.
La primera televisión pública con el gobierno socialista tuvo un primer cuatrienio muy polémico con José María Calviño –el que sale en la foto en blanco y negro con José Luis Balbín, al que echó en uno de los episodios más recordados y turbulentos de su gestión. Su primer director de informativos de fue Enrique Vázquez, a quien Luis María Anson tachaba directamente de pro-soviético. Siguieron luego etapas más moderadas, Pilar Miró apostó por una mayor calidad en los contenidos y no se la atacó tanto por la vertiente política pero sí cruelmente por lo de los trajes, qué tiempos, y ella se fue. Qué tiempos…
La televisión del PP tiene dos fases, lo mismo que su Gobierno. Durante la primera legislatura, en minoría, la necesidad de pactar le mantiene en una posición moderada y eso se nota en los informativos, muy medidos y calibrados, con algún ramalazo pero tampoco mucho más. Pero al obtener la mayoría absoluta en 2000, es cuando dicen “esta es la nuestra”. Y la televisión también es la suya. Todos recordamos a Urdaci, pero su jefe, el director general en esa última etapa, era José Antonio Sánchez, el de la foto de la derecha, como no podía ser de otra manera. Le conocí mucho más joven, cuando era cronista parlamentario en ABC, periodista prometedor y, puedo asegurarlo, nada centrista.
En 2004, con la entrada del Gobierno de Zapatero, y con el consenso –por raro que suene en estos tiempos- de todos los partidos, se empezó a forjar el nuevo modelo de televisión pública, que en 2006 culminaría con la creación de la Corporación RTVE, cuyo consejo de administración es elegido por el Senado y el Congreso, y éste además elige al presidente. Y así hemos estado siete años sin acordarnos y sin hacer alusión a la neutralidad o no de las informaciones. Habremos hablado de los ERE, de la salida de grandes profesionales, de la reconocidísima calidad de La 2 Noticias y del acierto de eliminar la publicidad de su programación. Pero no de política. Hasta ahora, que la derecha ha dicho basta. Paralelamente, las distintas televisiones autonómicas de este país han ido desarrollando –y en muchos casos endureciendo- el modelo antiguo de televisión pública, al servicio del poder político que la gobierna. Cada uno en su Comunidad ve la suya, yo padezco la mía. Lógico parecería que esas televisiones públicas evolucionaran en el mismo sentido que lo ha hecho la estatal –o que se privatizaran o que desaparecieran si no hay más salida- pero todo parece indicar que no. Que la involución se va a imponer. Que dimos un paso adelante y nos disponemos a dar dos para atrás.
Vivimos en una GRAN MENTIRA y los señores del PP son expertos en agrandarla aún más…….. Los que tenemos memoria sabemos cómo ha sido la RTVE en este país y valoramos la independencia que hoy tiene. EL PROBLEMA ES QUE ES LA TELE MÁS VISTA Y ESO A LA SEÑORA COSPEDAL NO LE INTERESA…… le interesa que cale el mensaje y que mi madre y la tuya y la de todo el mundo se pase a Telemadrid……. SINCERAMENTE QUE SER DEL PP EN ESTE MOMENTO ES PARA TONTOS………. Ser de derechas es respetable pero lo del PP ya digo que es para hacérselo mirar…….. OS RECOMIENDO EL LIBRO «REACCIONA» SI QUEREIS TENER UNA VISIÓN GLOBAL DE LA GRAN MENTIRA EN LA QUE VIVIMOS Y DE LO QUE NOS VIENE SI NO CAMBIAMOS NADA……