Electric Light Orchestra

Más ELOcuente no puede ser el título de la historia de hoy. Por aquellos años me compraba un single cada semana con los veinte duros que me daban de paga. No recuerdo por qué, ese verano del 77 tenía algo más de dinerillo y me gasté 485 pesetas –muy caro para entonces- en A New World Record. Sólo conocía un tema, Living Thing, y reconozco que su portada me entró por los ojos -tan bonito, negro y luminoso- y por el tacto -tan bien hecho y tan bien acabado, parecía de lujo. Luego supe que fue en ese disco donde estrenaron el famoso logotipo, diseñado por el artista Kosh, inspirado en una jukebox de 1946. Después adoptó varias formas. Pero en cuanto lo escuché entero, ya me entró por los oídos. Casi no hubo mañana de aquellas vacaciones estivales que no lo pusiera –Trightrope, Telephone Line, Rockaria…puedo citarlos todos de memoria- y cada vez descubría algo nuevo, un efecto, un sonidito, y me chocó en principio pero luego me enganché a esa combinación de violines, chelos, sintetizadores y metal a toda pastilla. Sí, de alguna manera estaba descubriendo el rock sinfónico. Hoy está en mi lista de discos redondos, de la que ya escribí en su día. Discos redondos, 10 junio 2010

Y al año llegó Out of the Blue. Es que la historia de la Electric Light Orchestra la cuento según yo la viví, tan subjetivamente. Entonces, para mí tienen tres etapas: una primera que debió ser el origen de todo y que no conocí, realmente sólo habían tenido éxito en Estados Unidos y ni siquiera en su Inglaterra natal tuvieron casi repercusión –quizás por eso muchos pensaban que eran una banda americana, además formada por tanta gente, como Chicago, como Eagles…. En cambio, la tercera fue quizás la de éxito más universal y sin embargo para mí la de menos valor, muy comercial –empezó con Discovery, luego la banda sonora de Xanadú…- conozco a gente que les descubrió por entonces y se maravillaba, les parecían geniales, me ponían una canción –Confussion, Shine a Little Love, Last Train to London– y a mí me parecía que sí, que estaban bien pero que eso ya lo había escuchado y mucho mejor.

Porque para mí la verdadera E.L.O. es la de A New World Record y Out of the Blue, que eran su sexto y séptimo trabajos. El gran Joaquín Luqui dijo entonces que, como Jeff Lyne –líder, compositor y jefe de casi todo- siempre fue un gran beatlemano, con aquellos dos había hecho su Sgt. Peppers y su Álbum Blanco, pero en azul. Y en efecto, Out of the Blue era doble, azul y muy ambicioso. Si la portada del anterior era tan atractiva, esta ya rompía todos los moldes. La Jukebox se había transformado en una estación espacial -eran los tiempos de la primera Star Wars– y al abrirla parecía que estabas justo de entro de ella, no le faltaba detalle. Todo un regalo que me hice por mi cumpleaños. Y musicalmente era brillante, alcanzaba tal vez las mayores cotas de inspiración y calidad alcanzadas por el grupo –Night in the City, Mr Blue Sky, el sublime Concerto for a Raining Day…- pero eso sí, resultaba desigual, al final le faltaba fuelle. Lo que tiene un doble, y hasta en eso recordaba al blanco de los Beatles. El paralelismo tenía bastante de cierto. Yo, con permiso, me atrevo a añadir que en esa etapa también sonaban algo a los Beach Boys de cuando Pet Sounds.

Perdí esos dos discos. No volveré a tenerlos ya nunca más. Alguien a lo mejor me regala los CDs, que han tardado lo suyo en salir, pero no será lo mismo. Aquellos se escuchaban, se miraban y se tocaban. Puro disfrute.

Hoy nos queda Jeff Lyne como uno de los grandes personajes de la gran música que amo. Imaginativo, emprendedor, capaz de muchas cosas, unas le salen y otras no. Y sí, muy Beatle. En eso, la vida le dio la satisfacción de conocer y entablar una gran amistad con George Harrison, a quien produjo el muy buen Cloud Nine que trajimos aquí el otro día. Y juntos formaron parte, con Bob Dylan, Roy Orbison y Tom Petty, de la gloriosa Travelling Willburys que dio dos discos memorables. También trabajó Jeff con Paul McCartney en su álbum Flaming Pie, de 1997, y se notó especialmente su mano en temas como The World Tonight.

Pues sí, este es mi homenaje a la Electric Light Orchestra, y sobre todo a estos dos grandes discos. No quería que faltaran en esta página. Para la ocasión he dudado entre muchas pero al final me he decidido por esta, muy representativa de su mejor época.

E.L.O. Mr Blue Sky, YouTube