Islandia, el volcán fue otro

Con profusión y todo lujo de detalles nos están informando de los últimos acontecimientos vividos en Egipto, en Túnez, ahora en Libia y puede que próximamente en Marruecos, Argelia, Irán… Países lejanos en cuanto a modelo y cultura, aunque geográficamente no lo sean tanto y en algún caso hasta nos queden al lado. No dejan de parecernos revoluciones exóticas a nuestros ojos. Pero ¿y de Islandia? Aún con distancias e innegables diferencias, éste sí es un país “de los nuestros” con todas las consecuencias, al menos en cuanto a su sistema económico . Vale que no seré el mejor informado del mundo, ni de España, sí era conocedor de que Islandia había pasado de ser un país económica y financieramente “ejemplar” a verse en situación de práctica bancarrota hace apenas dos años. Por lo demás, la noticia de Islandia durante el año pasado fue el famoso volcán cuyas cenizas mantuvieron los cielos de Europa en cuarentena durante unas semanas del mes de abril y cercenaron los planes de viaje de millones de europeos. Pero he aquí -ya digo que no estoy tan informado- que me entero, a través de un artículo de Ignacio Escolar en su blog –La revolución de Islandia– que me reseña mi amigo Alfred, de que el verdadero volcán que ha hecho erupción en Islandia ha sido otro. Un volcán cuyas cenizas son mucho más virulentas y amenazantes que las del Eyjafjallajokull (con perdón). No para el país, que gracias a él intenta salir precisamente del profundo cráter al que se veía abocado como consecuencia de la obscenidad financiera al uso durante los últimos años; no para los cielos ni los mares, por los cuales se puede navegar sin sobresaltos; sí para los sustentadores de nuestro “civilizado” sistema, para quienes han practicado, practican y pretenden seguir practicando la misma carnicería mercantil que allí. Que pase en Túnez, pues bueno; que pase en Europa, ojo. ¿Banca nacionalizada? uff; ¿banqueros y políticos en el banquillo? ¡cielos!; ¿los ciudadanos no pagan la deuda? ¡Leches! ¿asamblea constituyente formada por ciudadanos de a pie? Pero ¿cómo?; ¿marco jurídico para el periodismo de investigación y la libertad de información? ¿Habrase visto la indecencia? Demasiado duro para contarlo, se impone taparlo todo bien y que no se entere nadie. Entonces hablemos de Libia.

Como algunos sí se han enterado y ahora ya estamos un poco más informados, vamos a intentar que se extienda, que esta letra pequeña se haga muy grande. Aquí tenéis más detalles, con fechas y todo:

La revolución silenciada, nosimbici.com

Islandia resucita, El País

Eso sí, la historia todavía no ha terminado y, como podéis ver, el FMI les tiene echado el ojo y afila sus garras. Si sale triunfador y la “bestia” vuelve al redil, entonces ya sí nos informarán.