Alex, ¿balada solitaria?

Les ha costado un mundo, demasiado tiempo y perder ríos de dinero, pero al fin una industria cultural –concretamente la del cine- ha dado con una persona relevante capaz de tomar una posición coherente, honesta y clarividente en el debate sobre la Propiedad Intelectual en la Red y el acceso a los contenidos. Los renovados argumentos de Alex de la Iglesia hace mucho que tenían que haberse escuchado por boca de los principales artífices de nuestra industria cinematográfica, pero hay están y hoy suenan como una balada (a propósito de su última película) en medio del concierto absolutamente estridente que se viene celebrando tanto en un frente como en el otro. La cuestión es si, además de Alex, se conoce a alguien más en escena dispuesto a asumir que Internet es una oportunidad, no una amenaza, y que se trata de agudizar el ingenio para buscar fórmulas y modelos de negocio viables, y no de negar la realidad a base de prohibir o limitar el acceso de la gente a las creaciones. A la vista de las caras que se escrutaban en las butacas durante su discurso (aquí íntegro, YouTube) en la Gala de los Goya, parece que no. Es más, leo que sus palabras sentaron mal a no pocos. Por desgracia, da la impresión de que no hay muchos dispuestos a bajarse del burro. En consecuencia, seguiremos igual, unos viendo cómo su negocio se dilapida y otros protestando contra leyes inoperantes pero de vocación restrictiva al fin y al cabo. ¿y más allá del cine? ¿Quién, por ejemplo en la industria musical, que lo está pasando incluso peor, está dispuesto a cantar la balada de Alex y atreverse a renovar su obsoleto ideario? Buscamos en Promusicae, en la SGAE, en las discográficas, en las vacas sagradas… No se atisba nada. No me gusta ser pesimista pero parece que más que de una balada triste, se trata de una balada solitaria.