Lamentablemente, la foto original que hice con mi Nokia (*) se perdió, me temo que para siempre. Pero os aseguro que se parecía mucho a esta que he encontrado. Cuando aquella, serían las tres de la tarde y justo había parado de nevar, no lo había dejado desde la noche anterior. El día estaba siendo largo y aquí nos merecíamos una larga parada. Un paseo por el jardín, torpes pisadas sobre la luna bordeando el lago casi inadvertido, igualado en el blanco rotundo y limpio. Por fin nos decidimos a buscarlo. El beso no podía esperar. Este era su reino. Allí esperábamos descubrirlo, conquistarlo y saborearlo. El verdadero, el que detiene el tiempo y no deja que nada más suceda alrededor. El beso hilvanado a conciencia, con cuidado, con esmero, con irrevocable profundidad. Estábamos a un paso y hasta le nevada se quedó a contemplar.
Supongo que no será difícil desentrañar de qué estamos hablando exactamente, qué es lo que sale en la foto y claro, muy fácil, en qué ciudad estamos.
(*) Por cierto, en cuanto a las fotos con mi Nokia, os anuncio que acabamos de dar un importante salto de calidad que sin duda beneficiará a esta sección. Pronto lo notaréis 🙂
pues ni idea. Pero muy bonita foto. Justo despues de nevar siempre el paisaje se engrandece. A ver quien acierta.
Es el palacio de Belvedere, en Viena. Y el beso al que te refieres creo que es éste:
(*) ¿Le has pedido a los Reyes un iphone?
¿Viena? ¿El palacio Belvedere? ¿El Beso de Klimt? Cuánto repollo hay por el mundo.
¿Un iPhone? ¿a los Reyes? No, un Nokia C7 a Vodafone 🙂
¿Ha acertado jacinto o no?