A principios de este año le preguntábamos a Paquillo Fernández qué había hecho. Qué se había hecho y qué nos había hecho. Hace unos meses le pedíamos a Alberto Contador que nos cuente. Y él ha contado y estamos intentando creerle y que le crean. Ahora ¿qué puedo decir de Marta Domínguez? ¿Qué palabras me estoy teniendo que tragar? Algunas escritas en este mismo blog y no voy a insertar el enlace a aquel post porque hoy no tengo ganas de leerlas y me imagino que a nadie le va a apetecer el trago.
Ante todo, prefiero también no decir nada, callarme hasta que concluya la investigación y se arroje toda la luz sobre el asunto. Pero pinta tan mal… Hablo de callarme, ingenuo de mí, si aquí no se calla nadie. Como el caso de la Operación Galgo ha trascendido las secciones deportivas y copa las primeras planas, todos comentan, incluidos los tertulianos que de todo saben y de todo opinan y no son capaces de reconocer que de ciertos temas puede que no estén tan informados. Por ejemplo, ayer me produjo especial frustración escuchar a Carlos Carnicero –y escucharse él- devorando dialécticamente, sin dejarle meter baza, a un experto en atletismo como José Luis López. Esgrimiendo argumentos obvios y que revelaban notable desconocimiento de la materia, enganchando el caso del dopaje con las ramas de la trama Gürtel o los GAL. Eso sí, haciendo gala de una verborrera y labia que al pobre José Luis le dejó abrumado, entonces los cientos de miles de oyentes de la SER en ese momento se creerán a pies juntillas lo de Carnicero y no lo de quien realmente conoce los entresijos del asunto: las verdades y mentiras sobre el dopaje –y sobre todo de la lucha contra el dopaje-, las verdades y mentiras de deportistas, entrenadores y federaciones; las verdades y mentiras de las propias instituciones que dicen velar por el juego limpio. Nada, a creernos la soflama de que todo esto es cosa de unos que se drogan y otros que no, bajo un arbitraje limpio e incorruptible. Y así nos va, cada vez peor.
Insisto en que no quiero extenderme hasta que no tengamos conclusiones y datos más claros. Que no pocos casos conocemos –y el propio Carnicero citaba ayer alguno- de acosos mediáticos y juicios paralelos a personajes presuntamente indeseables que luego se demostraba que eran inocentes, pero su imagen quedaba lastrada para siempre, nadie ha ido a perderles perdón, a algun@ incluso habría que ir a pedírselo a la tumba. Por eso prefiero esperar. Lo que pasa es que lo de Marta huele muy mal, sobre todo conociendo el historial de gente implicada a su alrededor. Y si dijéramos que se ha caído con todo el equipo, quizás nunca mejor dicho. Porque me da por pensar que más que la lamentable caída de un icono del deporte español –que en realidad es lo que más nos huele-, posiblemente a lo que estemos asistiendo es a la caída de toda una federación.
No quiero, no tengo ganas de decir nada más. Pero qué bien lo dices tú, Jesús Gallego: desolación. Blog SER Deportivos
Pues huele muy muy mal. Y como he leído por ahí en otros foros, eso de que la Federación no sabía nada, no es nada creíble. Siendo la Vicepresidente y encima como bien dices la gente que le rodeaba, vamos quee estaba cantado.
Y lo peor, aparte de que se haya o no dopado, es que está inmersa dentro de la red de comercialización de estupefacientes, que esos ya son palabras mayores.
Pero nada, eso se soluciona como dice mi colega ese que le gusta Lorenzo, con un peaso estatua de 25 metros como la del Fabra, y a vivir que son dos días.
yo ya he abierto una página en facebook llamada «Una estatua para Marta Domínguez por ser del PP y no estar en la Gurtel……. al menos Marta trafica con otras cosas»….. ya tengo 20 amigos……
Ahora resulta que todo el mundo del mundillo lo sabía hace años……. menos el presi de la federación……. ESTE PAIS ES UNA MIEEEEEERRRRRRRRDDDDAAAAAAAAA y aquí no dimite ni dios…… otra estatua para Odriozobal o como se llame el colega presidente……
Y ayer me entero que los vecinos se manifiestan en apoyo de la atleta. No se podía distinguir lo que ponía en la pancarta, a lo mejor decía algo así como «MARTA INVITA A ALGO».