Titular en directo: los inversores castigan otra vez al mercado español. Por tercer día consecutivo. Ingeniosa frase idea escuchada en la radio: los mercados buscan una economía virgen que zamparse cada mañana. En efecto, ahora que ya se han zampado la de Irlanda, vienen a por la próxima. Como los lobos que rodean a la presa. La fórmula es clara: 1. Los bancos se empeñan en operaciones ultra ambiciosas pero ultra arriesgadas, amparadas en el pelotazo inmobiliario; 2. Cuando el globo se pincha, el banco se mete en líos, más bancos se meten en líos y consiguen poner en tela de juicio la solidez financiera de un país y su credibilidad ante los mercados internacionales; 3. Esos mercados convencen a la clase política y todos deciden que hay que salvar a ese país, esto es, hay que salvar su sistema financiero, que es el que financia al Estado; 4. Y para que el país pueda saldar la grosera deuda de los créditos que va a recibir, hay que apretar a la gente: más impuestos, más reforma laboral a la baja, menos sueldos, menos ayudas sociales, 5. Entonces la presa está en el bote, el banquete servido y los buitres esperando su turno. El concepto “buitre” abarca, claro está, a toda la categoría de necrófagos –en la que también hay cuervos, hienas…- que se pelearán por las sobras, es decir, los réditos políticos de la situación y los beneficios empresariales de un mercado laboral bajo mínimos, del que no obstante se seguirán quejando –necesitamos más- de manera que seguirán sin invertir y sin generar riqueza alguna ni empleo, o en todo caso empleo basura. Este es el ciclo biológico en el ecosistema económico actual. A los mercados, la primera vez les dio apuro, les costó un poco abordar y beneficiarse a su primera víctima. A la segunda, ya saben que les gusta y quieren repetir. Vendrá la tercera, la cuarta… Ahora Portugal y España, en estos tres días desde lo de Irlanda se ve con toda claridad cómo el proceso se va cumpliendo inexorablemente, la caza ha empezado. Pero no se van a saciar, después van a venir Italia, Francia… ¿Y después? Los grandes especuladores del mundo mundial han encontrado un nuevo filón de carne fresca y nadie les va a parar. Su voracidad no tiene límites y, mientras, los buitres baten las alas, vuelan y describen círculos señalando a la sentenciada presa.
“Salvar economías”, el insaciable ciclo biológico
Muy buen post, Enrique!! Lo has explicado muy claramente!!