Con buena carita

Sí, vamos a ponerle buena carita a un lunes que se prometía intenso aunque una vez despejado ya no lo parece tanto. Bueno, está claro que lo más importante que ha sucedido en el deporte este fin de semana ha tenido lugar en Nueva York. Allí ha pensado por primera vez en la retirada –y ay, parece que también por última- Haile Gebrselassie, quizás el mejor fondista de todos los tiempos, el corredor feliz, la sonrisa con patas, 1,63 de piernotas que por fin han dicho basta. Se merece un espacio estelar en esta página y prometo dedicárselo.

Luego, también importante, pero de esto sí que no voy a dedicarle ya más espacio de aquí en unos meses: finalizó la Copa del Rey de Motociclismo, como era de recibo el Príncipe de Asturias acudió ayer a Cheste a dignificar a los ganadores, tres campeones y tres subcampeones españoles, tras cuatro carreras disputadas en nuestro país… Si Rossi se lo propone, el año que viene quizás volveremos a hablar del Mundial de Motociclismo.

Pero bueno, para la gran mayoría de los aficionados, lo único que pasaba ayer era el derby, y claro, tenemos que hablar de ello. Antes, no vamos a obviarlo, el Barça demostró en Getafe que sigue siendo el Barça, y por lo tanto, y por mucho estruendo de tambores de guerra que llegue del Bernabéu, a los azulgranas hay que seguir considerándoles los grandes favoritos en España y en Europa, el equipo a batir mientras no se demuestre lo contrario. Y ya hablo del derby. Confieso que durante la primera parte no es que me pitaran, es que me zumbaban los oídos. Verás la que se va a armar, pensaba. Puente de la Almudena calentito habemus, barruntaba. En el descanso, a mi alrededor, unos clamaban que aquello era un atraco y otros que deberían ir 4-0. Al final del partido, unos que 6-0, los otros ya no estaban. Pues yo ni lo uno ni lo otro, la verdad. Me repasé luego las jugadas más polémicas, despacito y en pantalla grande, sin el apasionamiento del fragor de la batalla –aunque os aseguro que peco de bastante frío viendo estos partidos, bueno, me creerán o no pero os aseguro que es así. Y por más que miro y remiro, es que veo lo mismo: penalty claro de Xabi Alonso  –no expulsión porque no era el último hombre (*); penalty de Simao a Di María; Reyes, te tiras y pierdes el balón y os meten el primer gol, aunque jures que te hagan falta, que sigues siendo tan tonto como cuando jugabas en el Sevilla, en el Arsenal, en el Madrid, en el Benfica… El árbitro, malísimo en las apreciaciones pero repartiendo errores para los dos. Busco hoy en la prensa –en Internet- titulares estridentes, declaraciones incendiadas, a Quique Flores desgañitándose, a la barriada atlética exaltada, tomando las calles. Pues no. Nada de nada. Ni el Mundo Deportivo, oye ¿Habré sido yo el que he exagerado la sensación? Pues debe ser que sí. Por lo demás, me pareció un buen derby, jugado con criterio, intenso desde el minuto 20. Hasta entonces había sido un monólogo. Luego ya el Atleti salió a jugar y llegó a hacerlo bastante bien. Pudieron tener el empate al alcance igual que pudieron caerle cinco, pues eso significa que hemos visto un buen partido El Madrid, a fogonazos pero desde el 2-0 vivió más atrás que delante, que esto es Mourinho, ¿qué os pensabais, que esto iba a ser un 6-1 siempre? Como muy bien dijo Carlos Martínez en el Plus, el Madrid ha sacado su primera semana de exámenes con nota, pero dando la sensación de que podía haber sacado más nota. El que ha suspendido ha sido Cristiano, que venía rutilante y justo cuando han llegado dos partidos mediano-grandes se ha medio-estrellado, ha vuelto a ser el que se siente protagonista y obligado a hacerlo todo, y todo no lo puede hacer porque no sabe. Siempre me han gustado los jugadores que piensan, pero hay algunos que mejor que no piensen porque entonces lo joroban (sí, iba a usar otro verbo pero me he cortado). Y una reflexión final sobre el Atleti. Lo de todos los años. Empiezan la temporada comiéndose el mundo, se llenan la boca y cuando sólo van diez jornadas y ya están a 12 puntos del Madrid, ya estamos con que esta liga es una m…, que sólo la juegan dos, que no tiene interés, que si los presupuestos y las teles. Y no lo comparto en absoluto –sí que Barça está muy por encima y ahora el Madrid pretende estarlo- pero lo que le pasa a esta liga es precisamente que le falla la clase media-alta. Si Atleti, Sevilla, Valencia… dieran su nivel siempre y no dos partidos sí y dos no, si se lo creyeran un poco, si tuvieran un plan y lo desarrollaran con seriedad, a lo mejor no teníamos una liga de dos, o a lo mejor darían guerra y algún disgusto a los dos de arriba, como sí se lo han dado Mallorca, Hércules o Levante, mira por dónde. Ayer sale derrotado, se hablaba del derby más desigual de los últimos años –¿Cómo va a ser desigual si juega el campeón de la Europa League y de la Supercopa de Europa? Claro, si te pones a jugar cuando van 20 minutos y ya palmas 2-0, porque estás enrabietado… así les va, insisto, también al Sevilla o al Valencia. Un debate para seguir…

Y en fin, no era lo más importante del fin de semana pero sí lo más bonito. Ana Ivanovic ha ganado un torneo. ¿Roland Garros, Wimbledon? No, en Bali. No es mucho, pero no me negaréis que se merece ser la foto de este post. Que a Cristiano ya le saqué un día, y encima en ropa interior. El lunes que viene espero sacar la sonrisa de Fernando Alonso, que hoy ya no me da pa más. Sólo apuntar que él ha cumplido lo que prometió hace seis carreras: estar en todos los podios. Si hace el último, no se le va poder reprochar absolutamente nada.

(*) Sobre la mano de Xabi, se alude a lo de Piqué, por establecer la comparación. En efecto, eso no es ni penalty ni lógicamente expulsión. Pero hombre, no le busquemos tres pies al gato que iban 0-3 y ahora se pierde el partido de Copa, y además al rato ya iban diez contra diez, justamente además. Viendo el resumen de la jornada, ayer asistimos a un festival de balones que chocaban con manos y manazas, siempre dentro del área, que hay que ver lo caprichosos que se ponen estos balones de vez en cuando. En unas se pitó penalty, en otras no, en unas se explusó y en otras no. Como no establezcamos de una vez un criterio razonable para dilucidar estas jugadas –o les atemos las manos a los defensas- vamos a estar así toda la vida, y siempre comparando unas jugadas con otras y siempre enfadándonos y desafiando la paz social (uff a mí sí que se me ha ido la mano aquí).