Si te pagan y te gusta…

No es nada inusual que una entidad privada pague a un político retirado –cuanto más relevante, más caché y más caro- para dar lustre a un acto de su organización. Tampoco lo es, y tiene su lógica, que el ex político desee mostrarse agradecido y quedar bien con quien le ha contratado, que el cliente es el cliente. Esto, por lo general, no suele ser tarea difícil ya que lo habitual es que el remunerado mantenga una posición ideológica cercana a la parte contratante. Obviamente, ninguna entidad pagaría a alguien que piense o diga como su enemigo. Por eso no debe escandalizar que un ex político español, reconocido ventajista en los últimos tiempos, se haya explayado de la manera que se ha explayado hace un para de días, soltando perlas como que Obama "ha puesto en movimiento fuerzas que, si no son corregidas (…) podrían causarnos a todos grandes problemas", refiriéndose a la política mediadora que parece que intenta adoptar ahora la administración norteamericana en el conflicto de Oriente Medio. El que paga es el Consejo Judío Mundial y claro, no iban a contratar a Llamazares o a alguien por el estilo. Lo que sí rechina un poco es que los medios le hayan dado tanta cancha a lo que este ventajista ha soltado en su conferencia, que ya digo que esto no es una intervención política, ni sus opiniones habrían de ser ya relevantes por muy llamativas, peculiares y “ostentoreas” (qué gran palabro inventaste, Jesús Gil) que nos parezcan. Que se trataba de hacer un servicio fácil y cobrarlo, y además lo hace con esmero e implicación porque además le encanta. Más aún si lo hace en plenas negociaciones para un nuevo proceso de paz en Oriente Medio, que además de ventajista, últimamente lo que le priva es ser oportuno. En fin, que pasemos página, no hacía falta ni responderle, María Teresa.