Internet, ese “extraño” invitado

Hoy he asistido a una rueda de prensa en la que participaba como ponente invitado Jesús Encinar, el fundador y consejero delegado de idealista.com. Hablando sobre las oportunidades y desafíos que afrontan los emprendedores de nuestro país, ponía el dedo sobre la llaga de las trabas administrativas y fiscales, vinculándolas, en una parte de su presentación, a esa endémica animadversión a las tecnologías –a lo extremadamente moderno- que caracteriza en general a nuestro aparato público. Bueno, eso viene desde hace… y tiene visos de seguir hasta…

“A la Administración todo lo que tenga que ver con Internet le suena extraño” asegura Jesús. No hace falta indagar mucho para darnos cuenta de lo cierto del diagnóstico. Baste cualquier trámite administrativo que nos toque realizar, y cualquiera que viva mínimamente en contacto con los usos normales (sí, normales) que hoy prevalecen para acceder, difundir y trabajar con la información, no puede menos de echarse las manos a la cabeza. Por ejemplo, vas a cualquier instancia de cualquier delegación de cualquier ministerio y tu expediente, historial, tu “vida oficial” figura archivada en carpetas. De cartulina, no de Windows. ¿Con qué carita vas, encima, a solicitar una subvención para un proyecto innovador de alto calado tecnológico? Sólo hay un órgano de nuestra Administración que sí es profuso y avanzado en el uso de la tecnología: Hacienda. Pero básicamente para dos tareas: recaudar y detectar el fraude. Porque para atención al ciudadano ya es otra cosa. Ahí ya se parece más a sus semejantes.

No se me olvidan aquellas imágenes del entonces presidente Aznar, orgulloso y autocomplaciente en su despacho de La Moncloa, impoluto, noble y sobrio, su bandera de España, su escritorio, su… no, no había un miserable ordenador sobre la mesa. Y no es que hable de política. El despacho del hoy presidente Zapatero, además del mismo, imagino que será más de lo mismo. Luego, eso sí, muchas buenas palabras y discursos sobre innovación, campañas, marcas (desde aquel España.es al actual Ministerio de Ciencia e Innovación sin competencias ni presupuesto, pasando por otras muchas “cajas vacías” con lazo a la última que nos han ido vendiendo).

Pero, como bien dice Jesús Encinar –y me he reído mucho- se anuncian e inauguran parques tecnológicos que en realidad parecen talleres mecánicos y centros empresariales que resultan no ser más que edificios de oficinas de alquiler barato. Cuando nuestros políticos entran a abordar aspectos candentes en los que asoma el factor tecnológico –descargas P2P, seguridad y protección de datos, idoneidad de software libre o comercial… – pasan de puntillas, se agarran al primer post de cualquier blogger de moda –suministrado a última hora por su asesor- que haya dicho justo lo contrario que el blogger de moda al que ha hecho alusión el adversario. Ni siquiera se paran a pensar qué postura quedaría más coherente con su planteamiento ideológico. Les da mucha pereza adentrarse en ese jardín en el que se sienten inseguros. Pero, lo que es peor, nunca han considerado prioritario crear equipos de expertos que sepan desarrollar propuestas y proyectos que tengan que ver, en definitiva, con la modernización de nuestro país. Que al final es de lo que se trata. De que el Estado use, trabaje y se comunique con la gente con lo mismo que usa la gente para trabajar y comunicarse.

P.D. Por cierto, ya que he citado a Jesús Encinar, me parece muy interesante su blog www.jesusencinar.com, que desde hoy incluiré como enlace en esta página.

Deja un comentario