iPad ¿y después gloria?

Esto va de tecnología, evidentemente, pero también va a ser un etoqueloqueé: sí, esto es el iPad de Apple.

¿Historias paralelas o simétricas? A principios de la década de los 90, Apple introdujo por primera vez el concepto de PDA, agenda electrónica, ordenador de bolsillo –o como lo queramos llamar- con aquella sugerentemente denominada tecnología Newton. Y se pegó el castañazo. El mercado no estaba preparado para tanto ingenio, la estruendosa inversión fallida dejó a la compañía temblando y su entonces presidente –un alemán llamado Michael Spindler- fue “invitado” a salir con cajas destempladas. No, no estaba Steve Jobs por entonces. A finales de la misma década el mercado se llenó de estos dispositivos, de muchos fabricantes, en múltiples formatos, unos teléfono-agenda, otros agenda-teléfono, blackberries, PCs de bolsillo… y por cierto, uno de los que lideraron esa marcha ya sí triunfal fue ni más ni menos que Microsoft.

A principios de la década 00, Microsoft introdujo el concepto de Tablet PC. A decir verdad, ya hubo antes algunos más que amagos como el GridPad, precursor de la luego exitosa Palm Pilot. Pero lo de Microsoft se presumía ya en serio, en realidad era Windows XP en un ordenador plano que funcionaba con un lápiz digital. Lo presentaron muy bien, lo vistieron de tecnología futurista y sirvió de piedra angular en diversos proyectos de innovación, especialmente en el mundo educativo. En España existen muy bonitas experiencias de colegios donde los niños estudian y hacen sus trabajos con Tablet PCs. Pero no mucho más. Al cabo de los años, no se puede decir que haya logrado una gran penetración en el mercado. Y ahora, a finales de la década –o principios de la siguiente para algunos- es Apple quien retoma el concepto, lo reviste y lo relanza provisto de muchas de las tecnologías victoriosas de estos últimos años. ¿Revancha?

El éxito mediático es indudable, desbordante, ya desde hace días y hoy miren alrededor y vean Ipad por todos los sitios. Esto merecerá análisis y comentarios –que para eso hemos inaugurado aquí una sección al efecto, Peroestocuándosale?. Y muchos hoy –a lo mejor por efecto de la campaña- nos preguntamos qué es el iPad en realidad. ¿Una agenda grande, un netbook plano, un lector de libros electrónicos con más cosas, un cachoPhone, como dice Forges? Y aquí, como corresponde a esta sección, pregunto: ¿qué es para ti el iPad?

A mí me parece como si Steve Jobs, que a lo largo de su vida ha seguido caminos paralelos y secantes con George Lucas, se hubiera propuesto conseguir lo que éste en la Guerra de las Galaxias, película que realizaba un compendio del cine de aventuras y ciencia ficción hecho hasta entonces para crear las bases del cine de aventuras y ciencia ficción que se iba a hacer después. El iPad podría ser, del mismo modo, un compendio de las principales tecnologías –aunque no todas-, de las palancas que han movido el mundo en la última década, algunas de ellas mejoradas y todas dispuestas en un formato atractivo, ligero, llevadero y muy usable hasta engancharte. Muy Apple, en una palabra.

El tiempo dirá, como siempre, adónde va esta apuesta. Si los millones de usuarios de teléfonos, agendas, portátiles… lo dejan todo para quedarse con esto, si lo compran pero lo añaden a todo el arsenal de dispositivos que ya llevan encima o si al final prefieren quedarse con lo que ya tienen y dejan el iPad de lado. Lo que no le fallará a Steve Jobs, y esa es una ventaja con la que ya juega, es la fiel legión de incondicionales de Apple en todo el mundo. Y el precio puede ser otro de los grandes aciertos. Desde luego, cuando lo de Newton no estaba Steve.

Está claro que hoy, aquí, iPad. ¿Y después gloria? Veremos…

(Foto: cortesía de Apple)