Esto de la piratería, a lo mejor es cuestión de trabajar un poco

Sí, a lo mejor es cuestión de creatividad, de imaginación, de trabajar un poco. Y no de prohibir. Un bufete barcelonés ha presentado ayer un sistema –desarrollado con ayuda de un hacker- que permite a los autores decidir qué contenidos dejan disponibles en la red para libre descarga, y cuáles no están accesibles.  Si quiere, puede eliminar todo vestigio de su obra de las páginas de descarga. Si lo prefiere, puede preservar su última creación de los piratas durante su lanzamiento, y después, cuando él decida, ponerla a disposición de la gente que quiera bajársela sin mayor problema. Como dicen los creadores de la aplicación –denominada Red Points- se trata de perseguir el contenido ilegal, no al cibernauta. Eso sí, el autor que quiera acogerse a este novedoso sistema de protección de sus derechos de propiedad intelectual tendrá que contratar al bufete. Según las noticias, le costará unos 4.500 Euros, si se trata de una multinacional, y unos 400 Euros si es un autor independiente. No se especifica en las noticias –porque no lo hacen los protagonistas- cómo se las arreglan para conseguir que el contenido solicitado sea efectivamente “borrado” de todos los servidores de descarga a los que se lo requieren. No puedo opinar aquí y ahora –me faltan aún datos- sobre si esta es la solución ideal para combatir la piratería en Internet, si es imperfecta todavía, si es mejorable, si funcionará o no, teniendo en cuenta que en Internet el que no corre vuela, y como en los controles antidoping, los sistemas de detección que aparecen como efectivos un día se vuelven inoperantes casi al día siguiente. Pero de entrada, se me antoja que es una solución fruto de alguien que ha pensado al menos un poco y ha trabajado en ello posiblemente mucho; y esas me gustan mucho más que las que se basan en prohibir o amenazar, en presionar a los proveedores de Internet –por ejemplo- o en castigar a los usuarios, que muchas veces no tienen culpa alguna de que les pongan la cultura en bandeja –o en pantalla- al alcance de un clic. Por no hablar de esa “justísima y ejemplar” política de hacernos pagar de antemano por si las moscas. Tampoco sé qué pensará la SGAE de este invento. Aunque me figuro que no le gustará. Faltaría más.

Adjunto links a dos versiones de la noticia Noticia en Europa Press   Noticia en El Periódico

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