Innociencia perdida… una vez más

Mi amigo y colega David Bollero recoge hoy en su blog, dbnews, diversos ecos y reacciones tras la remodelación ministerial y formula una creo que acertada reflexión acerca del discretísimo papel que en la misma ha jugado el hace un año creado Ministerio de Ciencia e Innovación. Tan discretísimo como su actuación durante este tiempo. O mucho me equivoco o la visibilidad del Ministerio de Innociencia (sí, así lo voy a llamar desde ahora) ha sido producto más de aparecer como telón de fondo de otras cuestiones (por ejemplo el Plan Bolonia) o del interés por el perfil de su ministra, que de noticias propiamente generadas. Ya en el momento de asignar las competencias, este ministerio quedó tocado en su origen, si tenemos en cuenta que la mayoría de las relacionadas con la innovación y el desarrollo de la Sociedad de la Información quedaron en manos de Industria. Ahora pierde la competencia de universidades, algo que también se juzga como lógico ¿Qué le queda en materia de innovación? Oigo de algunos analistas que era intención de Zapatero liquidar este ministerio dado lo poquito que ha dado de sí. Pero claro, perder la Innociencia en solo un año…ya era mucho rectificar. Al final, la conclusión dolorosa es que el I+D+i va a seguir siendo la “maría” de las asignaturas de este como de todos los gobiernos anteriores. Tengo grabada una imagen del entonces presidente Aznar, que aparecía en un reportaje en su despacho de La Moncloa, satisfecho y autocomplaciente, recorriendo sus estancias. En su mesa, la bandera de España, un señorial escritorio, todo impoluto, impecablemente ordenado… y ni un miserable ordenador. Sospecho que esa mesa sigue hoy igual. El I+D es un buen bocado para llenarse la boca, pero después debe ser muy pesado de digerir. Como bien menciona David, el Barómetro Europeo de la Innovación nos deja en evidencia, pero es que lleva ya varios años sacándonos los colores y avisándonos de que seguimos en la tercera división (para ser exactos, en 2007 subimos de cuarta a tercera, hombre, ¡qué hazaña!). Y quien lo elabora es ni más ni menos que la Comisión Europea, no es una firma de mayor o menor credibilidad, no es un grupo político interesado, no es uno de esos gurús venidos a más… ¿No debería alguien, léase el Gobierno, cualquier gobierno, pararse y decir “hombre, pues vamos a hacer algo en serio, que por ejemplo tenemos uno de los accesos a banda ancha más caros y precarios de Europa”? Claro que, por mucho que nos digan que van a hacer, a estas alturas…ni Alfonso Guerra cuando lanzó aquello de “a este país no lo va conosé ni la madre que lo parió”. Si al menos fuera eso…