Microrrelatos a quemarropa (XXIV)

Un verano más, tenemos microrrelatos a quemarropa. Básicamente, los que hemos escrito en el segundo trimestre del año. Ya saben, historias rápidas, que se leen en un suspiro, pero pretenden quedarse en el pensamiento siquiera por unos segundos más. A veces puede que lo consigamos. Echando la vista atrás, cumplimos cinco años desde que empezamos a cultivar este género que nos parecía imposible. Y fue exactamente un mes de julio cuando nos decidimos a compartirlos en esta página. Era aquel 2020 inolvidable y mucho nos ha cambiado la vida desde entonces, en ese año y en los posteriores. Supongo que en algo se ha debido notar. Pero la idea siempre ha sido la misma: contar algo en pocas palabras y con muy poco tiempo. Aquí van estos siete:

Todo por la Física

Esa noche saldrían a cenar un bocadillo de calamares y volverían rápido al laboratorio. Tenían el proyecto a punto y no había tiempo que perder. La sorpresa fue cuando regresaron y se encontraron el piso vacío. Habían desaparecido los ordenadores, las mesas… y todo su trabajo. Se sintieron traicionados, pero cuando bajaron a la calle, el edificio entero se volatilizó ante sus ojos. El de al lado también, el siguiente… Entonces comprendieron y corrieron de nuevo hasta el bar. Pidieron champán y brindaron. Tras años de investigación y desarrollo, habían conseguido crear el primer agujero negro terrestre. Con suerte, en otra vida, hallarían la forma de pararlos.

Sinceramente, gracias

Su esposa y su hermano ni la probarían. La espléndida tarta que estaba preparando sería en exclusiva para la queridísima cuñada por su cumpleaños. Tentadoras capas de galleta, chocolate, café… y en el fondo, unas discretas gotas de cianuro. Todo debía funcionar según lo previsto. La voraz Puri dejaría apenas unas migas en el plato y daría sinceramente las gracias con la boca aún llena y el sirope bajándole por las comisuras. La consternación llegaría cuando, después del esperado respingo, se relamiera y con una risita reconociera lo excitante de ese delicado toque amargo final. Para seguir la fiesta, el champán correría de su cuenta…

Concurso literario

Él finge que no le importa. Ha vuelto a quedar último en el concurso literario. Esta vez se han reído en su cara cuando ha leído su relato en público. Con tanta ilusión venía, tan bonito le había quedado, y se ha atascado, no ha sido capaz ni de terminarlo. Esperaba la admiración de todos y le han obsequiado con sorna y pitorreo. Pese al bochorno, pone el mejor gesto y saluda a todos con elegancia. Total, le quedan dos opciones: cargar la recortada o asumir que otros pueden ser mejores. Y la ficción nunca ha sido lo suyo…

Licor café

Sabía a soledad, pero también a paz. Ese viejo licor llevaba ni se sabe cuánto guardado en la despensa, nadie lo había tocado en años. Al probarlo, recordó al abuelo. Conservaba un lejano aroma a café y el tiempo parecía que quisiera aferrarse a la garganta, como si fuera su última oportunidad. No se la iba a negar. Apuró la botella, saboreó la última gota. Y dejó que el techo y la casa entera se le vinieran encima. Nunca habían hablado e inesperadamente estaba a solas con él. Escuchó, comprendió. Y se quedó dormido, feliz de haberlo rescatado del injusto olvido al que había estado condenado.

Vidas…

Jugó a dibujar figuras de humo, como solía hacer. Había desarrollado una brillante carrera como empresario y se sentía orgulloso de la familia que había formado. Sus hijos eran una bendición y seguía enamoradísimo de su mujer. Acababan de estrenar casa nueva y planeaban sus próximas vacaciones juntos: Bali, Maldivas… Hasta que todo ese mundo se desvaneció. Empezó entonces a disfrutar su nueva andadura como aclamado tenor, rodeado de adulación y glamur. De joven había sido un cotizado futbolista, también vivió en un castillo encantado, heredó reinos… Se procuraba vidas exitosas y espléndidas que llenaran el ostracismo y trajeran ilusión a su inane existencia.

Él no vino para esto

El hombre lobo más orgulloso de la provincia decidió ampliar horizontes y dar el salto a la escena terrorífica patria. Sabía que se encontraría con nuevos y temibles contendientes: vampiros insaciables, alimañas conspiradoras, zombis del pasado… Pero se sentía fuerte y preparado para erigirse en el gran devorador nacional. Lo que no imaginaba es que quien arruinaría sus planes y le devolvería humillado a sus predios locales iba a ser esa criatura diabólica. Risueña y angelical, pero mucho más fiera que él. Y muy fina. Seducía a las lunas llenas y acaparaba toda su atención. Le dejaba a oscuras y un suavísimo cutis como triste constatación.

Para siempre

Por primera vez, lo ama. Y entonces sabe que ya para siempre estará en su vida y en sus pensamientos. Lo jura mientras lo ve desfilar, aún arrebatada tras el febril abrazo que la ha hecho estremecer. Años de no querer darse cuenta, de ignorar sus invitaciones, de mirar hacia otro lado… y ha sido declararse la guerra y abrírsele el corazón. Ahora lo mira, la barbilla alta y el paso decidido, camino del blindado que le llevará al frente. Y reza con todas sus fuerzas. Para que ese amor sea bonito y eterno, como los de las películas. Sí, para que no vuelva…

Espero que os hayan gustado. Y aquí todos los microrrelatos a quemarropa de estos cinco años.

(Foto: Andy_Art)

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