Consumada la retirada de Rafa Nadal, a la que rendimos honor aquí, toca retomar este ejercicio. Hace ya unos años, ahora veo que 13, publiqué mi personal top 10 de los tenistas que he visto -a los que no vi, no los puedo clasificar. He pensado que ya era hora de actualizar esa lista con lo visto en esta década y pico que ha seguido. La verdad es que no ha habido tantos cambios, pero sí algunos muy significativos. Aquí va mi nuevo ranking:
#1. Roger Federer. Más allá de estadísticas, que también le funcionan, sigo pensando que es, simplemente, el mejor que he visto con una raqueta en la mano.
#2. Björn Borg. Con todos los años que han pasado, no hay quien no sepa quién es. Representa el cambio al tenis actual y su legado sigue plenamente vigente.
#3. Rafael Nadal. Su tremendo palmarés, el hecho de ser el mejor en tierra de todos los tiempos y, sobre todo, la emoción que ha hecho derrochar, le dan derecho a este puesto.
#4. Novak Djokovic. Carisma y simpatías aparte, es el mejor palmarés y el único que lo tiene impecable.
#5. Jimmy Connors. Ofensivo y luchador, su voracidad le permite seguir siendo el tenista con más títulos ganados.
#6. John McEnroe. Su genialidad intransferible, como su carácter, siguen inolvidables.
#7. Pete Sampras. Auténtico rey de su década, su marca de 14 grand slams parecía por entonces inalcanzable.
#8. Ivan Lendl. Su presencia inconfundible dio todavía más lustre a una de las mejores épocas del tenis.
#9. Andre Agassi. Su tenacidad, su evolución y haber sido capaz de hacer dos carreras en una.
#10. Ilie Nastase. Un tipo con más tenis que palmarés, fue un auténtico genio y otro de los que cambió este deporte.
Que me perdonen los fans de Mats Willander, Boris Becker o Stefan Edberg de aquellos tiempos, de Andy Murray o Juan Martín del Potro de estos últimos. Veremos si Carlos Alcaraz o Jannik Sinner vienen a esta lista un día, es muy posible que pronto. Y por supuesto, que me perdonen los que vieron a Rod Laver y no les cabe duda de que debería estar en lo más alto. En todo caso, ya saben que todo es opinable y todos tenemos derecho a tener nuestro top 10, nuestro GOAT y, en fin, nuestros tótems, queridos y predilectos en todos los órdenes del deporte y de la vida.
P.D. Respecto al mosaico que ilustró el ranking en 2011, además de incorporar la imagen de Rafa, hemos tenido que actualizar la de Roger, entonces todavía jovencito y aquí en una de sus últimas apariciones en Wimbledon. Con Borg, no ha hecho falta: su icónica impronta de siempre.